Después de la dimisión de Mubarak en Febrero de 2011, presionado por la gente que protestaba en las calles y por el ejército que decidió darle la espalda tras haberle sostenido más de 30 años, llegaron las primeras elecciones libres en la historia de Egipto. Las parlamentarias las ganaron los Hermanos Musulmanes, con los Salafistas como 2ª fuerza. Las presidenciales las volvió a ganar la Hermandad, aunque esta vez los laicos se la aproximaron bastante.
Se reformó la Constitución, aunque no con el agrado de todos. Los laicos protestaban contra la Hermandad y llegaron a pedir al ejército que interviniese. Efectivamente, intervinieron...y de qué manera. Líderes de la Hermandad encarcelados, televisiones clausuradas, toque de queda, pretensiones de ilegalización...Y sobre todo, han matado ya a más gente que los que ordenó matar Mubarak.
Cuando la gente protestaba contra Mursi, apenas hubo muertos. La represión del ejército se pretende hacer justificar calificando a la Hermandad de terrorista. Nada nuevo bajo el sol. Es la misma estrategia que con Hamas en Gaza. Se les deja presentarse a las elecciones, las ganan, y luego se les acusa de terroristas, de fundamentalistas, y se les pone en la lista negra.
(Ismail Haniya, presidente de Hamas, con Mursi, presidente de Egipto. Ambos ganaron elecciones democráticamente y ahora ambos son acusados injustamente de terroristas).
Han sido 2 años y medio (o, si se cuenta desde las primeras elecciones, apenas 2 años) de democracia en Egipto. Ahora, de nuevo, el Ejército vuelve al poder, y el Coronel golpista se prepara para ser Presidente. Y de nuevo, se reprime a la Hermandad. Ya estuvo ilegalizada muchos años y a pesar de ello consiguió ganarse el apoyo popular.
Egipto vuelve a meterse de lleno en la noche oscura del gobierno dictatorial manejado por el ejército que reprime a la oposición islamista. Ya dije en un post anterior, parecido a lo que sucedió en Argelia.Si los islamistas respetan la democracia, hay que combatirles en las urnas y en el parlamento, no con arrestos, ejecuciones, censura o ilegalizaciones. Si se les combate de esa forma, ya sabemos quien es quien no respeta la democracia. No los islamistas precisamente.
No debería ser tan importante si un Estado es laico o no, como si hay democracia y se respetan los derechos humanos. En Egipto desde luego, la época en la que más democracia ha habido y más se han respetado, ha sido, con todos sus fallos, con Mursi como presidente y con la Hermandad en el poder. No desde luego con el Ejército.
(Abdul Fatah Al-Sisi, comandante en jefe del Ejército de Egipto y actual mandatario máximo del país tras el golpe de Estado, máximo responsable de una represión que alcanza ya niveles de la revolución que derrocó a Mubarak).
Ojalá esta noche larga que se avecina a Egipto no dure demasiado y los Hermanos Musulmanes puedan seguir siendo legales, se libere a los detenidos, se haga justicia con los asesinos de cerca de 1.000 seguidores de la Hermandad, vuelvan a emitir todos los canales de televisión, y vuelva a haber elecciones libres en las que todo el mundo se pueda expresar con libertad, como había pasado en estos 2 años.
¡¡¡Mursi libertad!!! ¡¡Justicia para los asesinados por el ejército golpista!! ¡¡Abajo el golpe militar!!
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