domingo, 15 de junio de 2014

Guerra sectaria.

El Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL o ISIS por sus siglas en inglés), ha tomado varias ciudades de Irak e impuesto la ley sharia más estricta. También opera en Siria.
En un principio eran la rama de Al Qaeda en Irak, pero decidieron expandirse a Siria cuando en este país estalló la guerra civil, en contra de las directrices del líder de Al Qaeda, Al Zawahiri, que quería que se quedasen en Irak, pues en Siria ya tenían a otro grupo operando denominado "Frente Al Nusra". Sin embargo, ISIS no estaba de acuerdo con esto y siguió operando en Siria, enfrentándose al Ejército Libre Sirio (ELS o FSA por sus siglas en inglés) -agrupación de brigadas opositoras a Al Assad, mayoritariamente suníes pero entre las que también hay laicos- y al propio Frente Al Nusra, con lo que la lucha contra el régimen quedó estancada por la guerra civil dentro del bando opositor.

Al ISIS lo comanda Ab Bark Al Baghdadi.


Su grupo está considerado más peligroso incluso que la propia Al Qaeda. De los yihadistas que van a combatir a Siria, el 80% eligen al ISIS, frente a Al Nusra, la opción oficial de Al Zawahiri. Se huele guerra interna por el control de Al Qaeda entre Al Baghdadi y Al Zawahiri, que fue lugarteniente de Bin Laden. 
Sin embargo, Al Baghdadi está cosechando éxitos militares importantes, y ha puesto en alerta roja a Irak. El ejército de este país huyó en desbandada frente al empuje del ISIS, ahora envalentonados tras la retirada de EEUU del país.
Ya se está llamando desde las autoridades religiosas de Irak a combatir al ISIS -suníes-, y están recibiendo el apoyo de Irán, que al igual que la mayoría de Irak, también es chií.



El conflicto en Oriente Medio no puede entenderse bien si no se entienden las diferencias de religión. El Islam es la religión mayoritaria, pero dentro del Islam hay diferentes sectas. Las principales son los suníes y los chiítas. Otras importantes son los alauíes (a la que pertenece Al Assad y el régimen sirio, próxima al chiísmo), y los drusos. Es algo parecido al cristianismo, dónde aunque todos son cristianos, hay diferencias entre ortodoxos, católicos, calvinistas, evangelistas, metodistas, baptistas, anglicanos, mormones...etc. Y en el cristianismo hubo guerras de religión hace 500 años. También las hubo en el mundo musulmán con la división entre suníes y chiítas.

Actualmente, hay minorías importantes de chiítas en Arabia Saudí. En Bahrein son mayoría, pero dicho país está gobernado por una élite suní. Por esta razón, Irán, de mayoría chií, apoya las protestas en Bahrein y Arabia Saudí, y ahora se presta a apoyar a Irak, porque dichas protestas van (supuestamente), contra las élites suníes, mientras que por el contrario rechaza las protestas opositoras en Siria, dónde la mayoría suní protesta contra la élite alauí, que ya hemos dicho que es próxima al chiísmo.




Algo parecido pasa en Líbano, país dividido entre suníes y chiíes, con una minoría cristiana también importante. Los chiíes apoyan a Hezbollah, que es apoyada por Irán, y cuyos militantes han ido a luchar en Siria del lado del régimen. Mientras, los suníes apoyan a sus hermanos suníes en Siria. Esto está llevando un clima de enfrentamiento muy peligroso en Líbano entre suníes y chiíes que podría traer el escenario sirio a este país.

El tablero de juego estaría incompleto si no incluyésemos a los palestinos, a los turcos, a los kurdos y a los egipcios. Hamás es suní, al igual que la mayor parte de la población palestina; y los Hermanos Musulmanes, que están en Egipto y en Jordania, también son suníes; así como la mayor parte de la población turca que apoya al partido en el poder de Erdogan. Por esa razón los gobiernos turco y egipcio apoyaron a los suníes en Siria, y por esa razón las relaciones entre Irán y Hezbollah por una parte, y Hamás por la otra, se enfriaron considerablemente. Con los Hermanos Musulmanes en el poder en Egipto, Hamás se sentía respaldada. Pero ahora se ha dado un cruento Golpe de Estado en Egipto, los Hermanos Musulmanes han sido ilegalizados, hechos prisioneros, condenados a muerte, y el nuevo gobierno golpista está axfisiando a Gaza cerrando los túneles en la frontera de Rafah.
Afortunadamente Al Fatah, con la mediación de Arabia Saudí y Catar (también suníes) ha llegado a un pacto de Gobierno con Hamás, lo que les permitirá coger oxígeno. A pesar de la bienintencionada reunión en el Vaticano con Israel, no parece muy posible un acuerdo a corto plazo, Israel no está por la labor.




Habrá que ver si respetan el resultado de las elecciones. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina ya dijo que el acuerdo rechazaba la violencia y reconocía al Estado de Israel. Ahora les toca a ellos ser flexibles y reconocer el próximo resultado gane quien gane.




Y acerca de los kurdos, que se extienden por Irak, Irán, Siria, y Turquía, pues están aprovechando el enorme caos en Siria y en Irak para poner bajo su control los territorios en los que su población es mayoritaria. En Turquía parece que el diálogo está dando sus frutos y el PKK está cesando sus actividades terroristas.






En resumen, de un lado tenemos al Ejército Libre Sirio -suníes y laicos-, a los Hermanos Musulmanes egipcios y jordanos, al gobierno turco, a Hamás y Al Fatah, a la minoría suní en Irak, al sector suní en Líbano, a Arabia Saudí, a la élite de Bahrein, y a Catar, todos ellos del lado suní.

En otro lado tenemos a Al Qaeda, que también son suníes, pero que son mucho más radicales, practican el terrorismo yihadista, quieren una implantación de la sharia mucho más estricta, que ríete tú de Arabia Saudí o de los Hermanos Musulmanes. Sin embargo, Al Qaeda se ha dividido en 2. La sección oficial dirigida por Al Zawahiri, y el grupo liderado por Al Baghdadi -ISIS-, que se ha hecho fuerte, disputa el control, y ha tomado varias ciudades en Irak y Siria. Además se caracteriza por una fiereza en sus acciones sólo comparables a las de Boko Haram en Nigeria.


Los kurdos que están en medio del conflicto y quieren aprovechar para crear un gran Estado kurdo con las regiones kurdas de Turquía, Siria, Irak e Irán.



Y finalmente tenemos el lado chií, con mayoría en Irak, Irán y Bahréin, minorías importantes en Líbano y Arabia Saudí, y los alauíes en Siria. 







Las protestas en la primavera árabe empezaron como algo pacífico contra dictaduras, pero a medida que se alargan y se convierten en un enfrentamiento prolongado, y Al Qaeda se infiltra (y para colmo se rompe con una escisión aún más dura y radical) y comete actos terroristas, todo se comienza a simplificar en una guerra sectaria, con minorías, con gobiernos de otros países apoyando.

Lo que está sucediendo ahora en Irak es un claro reflejo de esto. Los chiíes se han lanzado a combatir a los terroristas suníes del ISIS que están siendo apoyados en cierta medida por la minoría suní de este país (la que apoyaba a Sadam Hussein antes de su caída).

En Líbano va camino parecido, los suníes apoyan a los suyos en Siria mientras los chiíes hacen lo contrario.

En Siria los suníes se alzan contra el régimen de los aluíes.

En Bahrein los chiíes protestan contra la élite suní, al igual que en Arabia Saudí.




Y por si fuera poco, no hay que olvidar a las grandes potencias (las 5 que componen el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas), que juegan sus bazas.




Rusia, y en menor medida China, protegen al régimen sirio, mientras que Francia, Reino Unido, y, en menor medida, EEUU, apoyan a los rebeldes sirios suníes y laicos.

No está muy claro el por qué de estos apoyos. Se argumenta que Arabia Saudí y Catar, que son prooccidentales y apoyados por EEUU, tienen mucho que ver para que Siria, y sobre todo Irán, pierdan influencia en el tablero político de Oriente Medio. Es decir, tras el inicio de las protestas en Siria y casi inmediatamente la brutal represión del régimen, Irán envió soldados a ayudar al régimen sirio. Al ver que las protestas se extendían, Arabia Saudí y Catar decidieron contrarrestar la ayuda iraní y de Hezbollah con armamento, e instaron a EEUU -y por ende a Francia y Reino Unido- a seguir su camino. Esto se habría producido, y entonces Rusia, con el respaldo de China, habría acudido en auxilio de Al Assad simplemente para evitar un aliado occidental en Siria, que por cierto no estaba nada claro que resultase, tal y como se comprobó en Egipto, dónde el dictador Mubarak había sido fiel aliado de EEUU, y cuando cayó y los Hermanos Musulmanes llegaron al poder, las relaciones se enfriaron hasta que se produjo el golpe de Estado y ahora todo vuelve a la normalidad, vuelve a haber dictadura en Egipto al servicio de EEUU.
Por eso digo que en Siria de haber triunfado los rebeldes podría haber habido un gobierno parecido al de los Hermanos Musulmanes, poco aliado de EEUU.




En conclusión, la guerra sectaria avanza en Siria, Irak y Líbano muy rápidamente. Y Al Qaeda se está infiltrando de forma muy peligrosa.

Hasta ahora, Al Qaeda se había limitado al frente afgano-pakistaní y al frente iraquí.

En el frente afgano-pakistaní la situación es muy delicada. El gobierno afgano está dialogando con los talibanes -ha quedado de sobra demostrado tras 13 años de guerra que no han sido capaces de vencerles- para dar una mínima estabilidad al país.
Y algo parecido tendrán que hacer en Pakistán -recordemos que este país tiene bombas nucleares y un conflicto con India en Cachemira-, pues los atentados son constantes.



El frente iraquí había sido el otro punto fuerte de Al Qaeda, y ahora con la retirada de EEUU, ha vuelto al 1º plano.


La situación es extraordinariamente compleja. Tras los atentados del 11S y las invasiones de Afganistán e Irak, Al Qaeda y el terrorismo islamista no sólo no ha desaparecido o disminuido, sino que incluso está aumentando en cuanto a frentes, militantes, y atentados. De momento, tras el 11M de 2004 y el 7J de 2005, no se han producido grandes atentados en Occidente -también gracias a la eficacia policial y al incremento de las medidas de seguridad-, pero la amenaza sigue latente, en forma de lobos solitarios.


Ya he hablado del frente occidental, del afgano-pakistaní y del frente de Irak -al que se ha sumado el frente de Siria-. Pero es que Al Qaeda está presente de forma muy importante también en otros frentes:

-El frente del Cuerno de África. Al Qaeda aprovecha la debilidad del Estado y de las Instituciones para infiltrarse en países con problemas y a través de atentados y de sembrar el miedo, conseguir sus objetivos. El ejemplo más claro es Somalia, un país totalmente pobre, con corrupción, con señores de la guerra, en el que los tribunales islámicos (facción de Al Qaeda en el país) llegaron a ser vistos casi como una bendición frente a la anarquía y el desastre que era ese país. 
Sin embargo que gobernasen dicho país era -lógicamente- intolerable, y una coalición liderada por Etiopía, Kenia y EEUU luchó contra ellos. Ahora el país está dividido, sigue la misma pobreza, el mismo uso explotador de los recursos marítimos por parte de Occidente, los piratas y las hambrunas.

Pero no es sólo Somalia dónde Al Qaeda tiene fuerza dentro de la región. También en Yemen, país dónde estallaron protestas contra la dictadura gobernante y dónde se llegó a un acuerdo entre Rusia y EEUU para no tener que intervenir y para llegar a una solución dialogada con elecciones limpias. Pero la situación sigue siendo muy difícil, y hay una gran parte del país controlada directamente por Al Qaeda. Tampoco son extraños los atentados contra intereses occidentales en dicho país.




Aparte del Cuerno de África, también están presentes en Argelia, Mauritania y Mali a través del grupo Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). Este grupo tiene sus orígenes en Argelia. Tras las primeras elecciones libres a principios de los 90 en la que ganaron los islamistas de forma absolutamente democrática, se produjo un golpe de Estado, se encarceló a los islamistas, se les ilegalizó, y a algunos se les ejecutó. Volvía a haber dictadura. Exactamente lo mismo que está sucediendo ahora en Egipto.
Bien, pues los islamistas en Argelia no se resignaron y dio comienzo una guerra civil en la que murió un montón de gente. De la resistencia armada se fue pasando gradualmente a la guerra de guerrillas y finalmente al terrorismo, hasta que ahora han expandido sus actividades a Mauritania y al propio Mali, y han fundado la rama de Al Qaeda en la región.
En Mali llegaron a tener un avance comprable al que ha conseguido ahora ISIS en Irak. Implantaron el terror a su paso y destruyeron patrimonio de la humanidad. Francia, antigua colonia, intervino con el amparo de la ONU, y consiguieron frenar el avance. Todavía hay algún lumbreras que denunció la "intervención imperialista de Francia para conseguir recursos económicos" como si hubiese sido mejor solución dejar a esta facción de Al Qaeda hacerse con ese país.


Parece que la Comunidad Internacional sólo se pone en alerta roja y se plantea intervenir cuando las cosas realmente se ponen mal y se toman varias ciudades (Somalia, Mali y ahora Irak). Mientras, la situación lleva mal mucho tiempo en Yemen, Afganistán, Pakistán o Siria y se limitan a atacar con drones, a ayudar con armamento, pero en ningún caso a decantar la guerra que se vive en estos países de un lado o del otro, sino a mantenerla, con el coste de vidas que ello supone.
Lo que tendrían que hacer sería denunciar a los gobiernos corruptos, apoyar hasta el fin a los rebeldes moderados, y no lo que hacen, que es ser tibios con los gobiernos corruptos, apoyar timoratamente a los rebeldes moderados y por tanto, permitir que se infiltren los radicales con experiencia en la yihad y lo compliquen todo muchísmo (Argelia, Somalia, Afganistán, Siria, Mali e Irak, por orden cronológico).



Además de los frentes mencionados (occidental, afgano-pakistaní, Irak y Siria, Cuerno de África y el Magreb), también están presentes en el Norte de África, aunque con ciertas particularidades dependiendo del país.

En Libia se actuó de forma más o menos rápida, lo que ha impedido que ese país se convierta en el caos que es ahora Siria, con millones de refugiados en Turquía, Jordania y Líbano, con tantos muertos, tantas personas que van a la yihad, y tanta infiltración de Al Qaeda.
Se consiguió acabar con la dictadura, y la infiltración de Al Qaeda no ha sido mayúscula, pero aún así están presentes (véase el atentado contra el embajador de EEUU en Bengasi).
El problema ha sido que tras acabar con la dictadura se ha producido un vacío de poder. Les cuesta arrancar, y hay varias milicias que combatieron a Gadafi disputándose el poder. Más moderadas unas, más radicales otras.

En Túnez en cambio no sucedió eso. El ejército se puso del lado del pueblo. En Libia no había apenas ejército, sólo tribus y milicias, con lo que era totalmente diferente.
En Túnez, tras acabar con la dictadura, han conseguido llegar a un acuerdo constitucional y a un reparto del poder. 
La situación no es la mejor, también hay radicales, pero es el camino a seguir. El modelo de Turquía, de Túnez, y en menor medida, de Marruecos y de Jordania. En estos 2 últimos países aún no hay democracia, pero se están dando pasos poco a poco. Los radicales no tiene mucho peso. Para impedir que les pase lo que en Argelia, Túnez, Libia o Egipto, están abriendo el camino hacia la democracia desde el poder. Aún no es suficiente, pero esperemos que no se demoren y se complete el tránsito.



(El presidente Marzuki con un ejemplar de la nueva Constitución de Túnez. Foto ABC).


Sobre Egipto ya he hablado. La situación se asemeja mucho a la argelina. Creo que es peor que la de Libia, y Al Qaeda ya se está infiltrando cometiendo actos terroristas -el gobierno egipcio acusa infundadamente a los Hermanos Musulmanes para desprestigiarles, dejando así que Al Qaeda opere y destruya la oposición islamista pacífica-, y como no se arregle la situación, irá a peor.





Cuestión aparte merecen las guerras de religión en la República Centroafricana y en Nigeria, o la guerra étnica en Sudán del Sur.
En los 2 primeros países, las milicias cristianas y las islamistas se enfrentan armadamente, cometiendo masacres ambas dos, si bien, las de los islamistas son por lo general peores.
Esto se produce principalmente por la debilidad de los Estados, de la policía, del ejército, que no tienen medios ni capacidad para combatirlo para arreglar la situación (al igual que en México con el problema del tráfico de drogas, que está extendido por la policía y el ejército y es la propia población civil la que tiene que armarse para controlarlo).

En Sudán del Sur, nuevo Estado, hay también guerra étnica, aunque parece que ahora se está alcanzando un diálogo.







En fin, me he extendido demasiado, pero es que la situación es muy compleja. 
Y esto no es culpa de las religiones, por si alguno todavía es capaz de decir que sin religión estamos mejor (no hay más que ver cómo ha vuelto con fuerza la religión en aquellos países en los que estuvo perseguida como Rusia, Polonia o Cuba).


(Fidel Castro recibiendo a Juan Pablo II, marcando el inicio de la libertad religiosa en Cuba).


Esto es culpa del fanatismo religioso, de la intolerancia, y también, del mal funcionamiento de los Estados, de la pobreza, de la miseria, de la corrupción, de las dictaduras, de la represión y de los golpes de Estado.


Los países analizados se podrían dividir en varios grupos:


Grupo 1.
Turquía, Líbano, Palestina, y Túnez han sabido abrirse hacia la democracia, de una forma o de otra, reducir el poder del ejército, salir de la pobreza absoluta, de la corrupción más impune, y como consecuencia de todo esto, son países en los que los radicales no ganan peso. En ninguno de estos países está asentada impunemente Al Qaeda, en ninguno comete atentados todos los días. 
Eso a pesar de todos los problemas que puedan tener, que los hay, y muchos (división en Líbano, guerra con Israel en Palestina, enfrentamiento con los laicos en Turquía...), pero la cuestión fundamental que estamos hablando el el terrorismo islamista más radical, que no se ha asentado en ninguno de estos países.


Grupo 2.
Irán, Marruecos o Jordania son países con mil problemas, en los que también hay fanáticos y en los que no está totalmente consolidada la democracia. Sin embargo van dando pasos poco a poco hacia la democracia. Aún les queda mucho, pero si avanzan podrían pasar al grupo 1. En cambio, si retroceden, podrían pasar al grupo 3.
Pero de momento Al Qaeda tampoco está asentada en estos países.


Grupo 3.
En cambio, Arabia Saudí, Catar o Bahrein son dictaduras que no se han abierto para nada a la democracia. Es cierto que no están en gran pobreza y que no tienen terroristas fanáticos en su territorio, pero esto se debe únicamente a la represión. No incluyo a Irán, Marruecos o Jordania en este grupo porque aunque es cierto que no son democracias como tal, sería injusto calificarles de dictaduras como sí que lo son Arabia Saudí, Catar o Bahrein, en los cuáles los partidos políticos están prohibidos.


(Sheikh Haman bin Khalifa al Thani, rey de Catar (izqda.) y Abdullah bin Abdullaziz al Saud, rey de Arabia Saudí (dcha.)).


Grupo 4.
Irak y Afganistán son democracias, tras años de dictaduras. Pero en vez de pasar al grupo 1 (o al 2), han pasado al de los Estados fallidos. La corrupción es inmensa, no son nada sin el ejército y la policía, y Al Qaeda se ha hecho fuerte como consecuencia de este fallo en las instituciones del Estado.

Tal vez Libia, que ahora está en democracia, si se consolida, pueda llegar al grupo 1. Pero si fracasan y se vuelven un estado fallido podrían quedarse definitivamente en el grupo 4.
Argelia, Siria y Egipto son países que están viviendo bajo dictaduras, y en los cuáles se está abriendo paso Al Qaeda. 
Egipto, va camino de convertirse en una nueva Argelia. Aunque aún tengo esperanzas de que cuando muera el dictador argelino -su salud está muy delicada- se llegue a la democracia y se pueda consolidar como Túnez, dejando a un lado fanatismos, pero sin reprimir, porque entonces se volvería a la situación actual. En Túnez, Líbano, Palestina o Turquía los partidos islamistas no están ilegalizados.

En Nigeria, Mali, Mauritania, Somalia, República Centroafricana, Sudán del Sur, Yemen y Pakistán, pasa algo parecido. No son dictaduras al uso, pero el Estado tiene poco peso -con la excepción de Pakistán, pero están en peligro al igual que Irak o Afganistán-. Esos países están controlados por el Ejército y la Policía, pero no llegan a todos los sitios. El uso de drones por EEUU en alguno de ellos es habitual.




Conclusión final. Al Qaeda se queda en países fallidos, con gran pobreza, corrupción, dónde el Estado no llega a todos los sitios. Sólo una represión feroz y un Estado fuerte puede pararles. Si hay represión pero el Estado no es fuerte, no sirve de nada (grupo 4).
Pero que el Estado sea fuerte y haya represión, como en Arabia Saudí, Catar y Bahrein (grupo 3), no es la solución ideal. Prefiero quedarme con el grupo 2 y sobre todo con el grupo 1. Ahí es hacia dónde tendrían que tender los países del grupo 4 (y también los del 2 y el 3, que creo que lo harán más pronto que tarde). Porque de seguir como están, Al Qaeda se hará fuerte en los países de ese grupo en los que aún no lo es (Egipto y Libia).



Hace falta mucha ayuda por parte de la Comunidad Internacional para acabar con esas dictaduras, para ayudar a las Instituciones, para combatir la pobreza y la corrupción, y que el Estado llegue a todos los sitios. No se hizo con Afganistán tras expulsar a los rusos, y ahora que se van los estadounidenses tampoco se ha hecho.
No se hizo en Irak, y ahora vemos las consecuencias. Tampoco se ha ayudado a Somalia, a Mali, a Mauritania, a Nigeria, a la República Centroafricana, y ahí tenemos lo que pasa.
La Comunidad Internacional se tiene que poner las pilas. Lo de Somalia, Mali y ahora Irak es un aviso. ¿Quién nos dice que mañana no se van a hacer otra vez con el poder en Afganistán, o en Pakistán, o que Boko Haram no vaya a secuestrar a otras 200 niñas? ¿No queremos parar las guerras en Sudán del Sur, en República Centroafricana, en Mali? 
Pues pongámonos a ello. Pero parece que Obama se centra en casa, le da igual lo que pase fuera, y otro tanto se puede decir de Europa o de Rusia. Y si no arreglamos lo que pasa en otros países, nos acabará afectando a nosotros, ya sea en forma de refugiados, de atentados, de tráfico de drogas, o de secuestros a occidentales.