miércoles, 30 de agosto de 2023

Rubiales como síntoma de los problemas del fútbol español

 Luis Rubiales ha pasado de ser alguien conocido únicamente entre quienes seguíamos el fútbol, a ser conocido en toda España. Y no precisamente por algo bueno, sino por su negativa a dimitir y su cerrazón a aferrarse al cargo cuando todo el mundo le instaba a dimitir.

Después de que la selección española femenina de fútbol lograse un hecho histórico, alzarse con la copa del mundo, y en medio de la celebración, a Luis Rubiales, presidente de la federación española de fútbol, no se le ocurrió otra cosa que plantar un beso en la boca a una jugadora, al parecer sin su consentimiento. En un principio, él alegó que fue producto de la euforia, y que se había equivocado

Pero como las explicaciones no parecieron suficientes, y entre otras cosas se alegó que se había presionado a la jugadora para que quitase importancia al asunto o dijese que fue consentido, pues la bola fue creciendo. Cuando parecía que no le quedaba otra salida que dimitir, en una asamblea de la federación que había convocado sobre la marcha, y viendo que muchos de los asistentes a dicha asamblea (presidentes de clubes, de federaciones territoriales, árbitros, representantes de jugadores, entrenadores...) le habían ido retirando poco a poco su apoyo hasta ese momento incuestionable, Rubiales decidió ser Rubiales, y enrocarse en el cargo acusando a los medios de cometer un "asesinato" contra su persona, y diciendo que el beso fue consentido. Su madre ha salido en su apoyo y se ha puesto en huelga de hambre encerrándose en una iglesia.


Rubiales ya tiene varias denuncias, y la FIFA decidió intervenir apartándole del cargo durante 90 días, pues el asunto traspasó las fronteras nacionales para convertirse en noticia internacional. El gobierno español poco puede hacer, pues para retirarle del cargo debe suspenderle el Tribunal Administrativo Deportivo (TAD), probando que cometió una falta muy grave, y aún está pendiente de que emita la resolución.

martes, 29 de agosto de 2023

Sánchez y el PSOE derriban todos los límites

 Aún recuerdo cuando en 2016 el PSOE se revolvió internamente ante la posibilidad de que Sánchez pactase con Podemos, ERC y Bildu para poder gobernar, y acabaron destituyéndole, alegando que no podían quedarse subordinados a los nacionalistas y que era mejor abstenerse y dejar gobernar al PP.

Parece que de ese PSOE de 2016 ya no queda nada, o al menos muy poco, pues está totalmente silenciado. Como es de sobra conocido, Sánchez se rehízo y en 2017 logró volver al frente del PSOE en unas primarias en las que derrotó a Susana Díaz llevando el no al PP como bandera. Apenas un año después articulaba una moción de censura que contó con el apoyo de Podemos y de los nacionalistas para derribar al PP del gobierno, alegando que era necesario dada la corrupción existente en dicho partido. 

Y en 2019 pese a que en un primer intento se negó a integrar a Podemos en el gobierno y forzó unas segundas elecciones, después decidió integrarles, apoyándose a menudo en los nacionalistas para sacar adelante determinadas leyes.

A cambio les ha ido concediendo ciertas cosas. Ya prácticamente todos los presos de ETA están en cárceles del País Vasco y a muchos se les está concediendo el tercer grado. Algo que por otra parte tampoco es tan extraño porque al fin y al cabo ETA está disuelta. Pero a nadie se le escapa que con el PP en el gobierno esto no habría sido así.


También concedió indultos a los líderes del procés que fueron condenados, y reformó el delito de malversación y eliminó el de sedición. Obviamente no lo hubiese hecho si no se lo hubiesen exigido para sostenerle en el poder.

Pues bien, hoy en día, después del resultado de las elecciones generales, ya no es solo que siga apoyándose en Podemos (hoy Sumar), ERC y Bildu, sino que además por la aritmética parlamentaria, debe hacerlo en Junts, un partido que siempre ha estado en el boicot, negándose a pactar con el PSOE y reclamando la amnistía y el referéndum de autodeterminación, y que tiene a su máximo líder huido en Bélgica.

sábado, 26 de agosto de 2023

El mercado del fútbol se tambalea ante la pujanza saudí

 Desde hace años venimos asistiendo a una transformación en el mundo del mercado del fútbol que este último año se ha multiplicado exponencialmente.

Es evidente que desde hace muchos años hay clubs grandes que han conseguido más triunfos y más seguidores, y por tanto más dinero, precisamente para poder fichar mejores jugadores, continuar ganando, y continuar acumulando seguidores y dinero, en un círculo vicioso que hace que los clubs más modestos tengan muy difícil entrar, al tener menos seguidores y por tanto menos dinero y peores jugadores.

Dentro de la liga española los clubs grandes serían el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid. Y fuera de la liga española podríamos citar al Bayern de Múnich, al Manchester United, al Liverpool, al Inter de Milán, al Milán, o a la Juventus de Turín.

También hay otros clubs medianos históricos que sin llegar al nivel de los grandes, se suelen mantener en un nivel intermedio, ya que cuentan con cierto número de seguidores, como pueden ser el Valencia, la Real Sociedad, el Athletic de Bilbao, el Sevilla o el Betis.

Y fuera de España podríamos hablar de la Roma, del Nápoles, de la Fiorentina, del Parma, del Arsenal, del Tottenham, del Everton, del Borrusia de Dortmund, del Olympique de Lyon, del Olympique de Marsella, del Schalke 04, o de equipos de otras ligas como el Ayax, el Feyenoord, el PSV, el Galatasaray, el Besiktas, el Fenerbache, el Olympiakos, el Panathinaikos, el Benfica, el Oporto, el Sporting de Lisboa...entre otros.

De vez en cuando hay algún club aspirante que consigue entrar o consolidarse dentro de los medianos, o al menos quedarse cerca, debido a una buena gestión económica y deportiva. Ha sucedido con el Villarreal por ejemplo, que hace 30 años no eran nadie y ahora son indiscutibles en Primera División e incluso juegan competiciones europeas.

Y está sucediendo con otros clubs a menor escala como el Girona o el Andorra, que nunca destacaron pero que gracias como digo a la buena gestión económica y deportiva, se están empezando a consolidar, el Girona en primera división, y el Andorra en segunda.