sábado, 9 de diciembre de 2023

¿Es que nadie va a parar a Israel?

 Hace dos meses escribí una entrada en este blog en el que analizaba y condenaba el ataque de Hamás perpetrado el 7 de octubre contra Israel, y especulaba sobre sus posibles consecuencias, tanto de represalia israelí como de respuesta internacional.

Pues bien, como se preveía, la respuesta israelí ha sido brutal. No es solo que hayan bombardeado y entrado físicamente en Gaza con el objetivo de acabar con Hamás. Es que se sospecha que un posible objetivo oculto de Israel con esta incursión y campaña militar en Gaza sea expulsar a los palestinos que habitan allí de forma definitiva, anexionándose Israel el territorio.

Porque por mucho que se escuden en que están combatiendo a Hamás y en que estos utilizan a los civiles como escudos humanos, lo cierto es que buena parte de los ataques israelíes se han llevado por delante vidas de miles de civiles, la mayor parte de ellos niños, y es que además, algunos ataques han sido directamente contra infraestructura civil que no tenía nada que ver con Hamás, por mucho que Israel se empeñase en decir que sí.


(Gráfico con cifras de la campaña militar israelí durante estos dos meses. Como se puede ver la cifra de muertos supera ya los 20.000, de la cual la inmensa mayoría son civiles, entre ellos más de 8.000 niños y 4.000 mujeres. Y por cierto, estas cifras, que Israel decía que eran inventadas por Hamás, ahora han reconocido que son bastante ajustadas a la realidad).

Se suele decir que una muerte es una tragedia, y 10.000 muertes, una estadística. Para tratar de contrarrestar un poco esto, podemos citar algunas historias personales. Por ejemplo, a Refaat Alareer, escritor reconocido de Gaza que ha muerto junto con sus familiares en un bombardeo (al parecer, premeditado y selectivo). O la de varios periodistas de Al Jazeera que han visto como sus familiares morían en bombardeos, como Wael al Dahdouh quien perdió a su esposa y 2 hijos, Mohamed Abu Al-Qumsan, quien perdió a 19 familiares, o Moamen Al Sharafi, quien narraba en directo la muerte de 22 familiares en un bombardeo en un campo de refugiados: Al Sharafi informó ante las cámaras de Al Jazeera que un barril explosivo golpeó la casa donde se refugiaba su familia y provocó un profundo cráter en el suelo. Indicó que entre los fallecidos por el ataque se encontraban sus padres, Mahmoud y Amina, sus tres hermanos y sus esposas, así como sus sobrinos y sobrinas. Ninguno de los equipos de defensa civil pudo llegar a sus cuerpos, dijo el corresponsal. Sólo una niña que salió catapultada por la intensidad de la explosión y fue encontrada en un techo vecino hecha pedazos ha sido enterrada, añadió.

O el periodista palestino Mohamed Abu Hatab, muerto junto a once miembros de su familia en otro bombardeo. O la historia de varios bebés prematuros que llegaron a Egipto tras ser evacuados de un hospital de Gaza asediado por las bombas israelíes.

También podríamos hablar de las detenciones que está realizando. Curioso que mientras duró la tregua y Hamás liberaba a rehenes a cambio de la liberación de presos palestinos (mujeres y niños) por parte de Israel, estos seguían deteniendo palestinos en Cisjordania, casi igual de numerosos que los que soltaban. De hecho, en total ya ha detenido a más de 3.000 personas. Y el trato que da Israel a estos prisioneros dista mucho que desear. Últimamente se ha hecho viral una imagen de prisioneros palestinos, supuestamente de Hamás, detenidos por Israel, al ser exhibidos en calzoncillos. Ha habido alegaciones de que habría personal de la ONU y periodistas entre los detenidos. Además se está hablando de pillaje en las casas de los detenidos, incluso de ejecuciones. Por ejemplo tenemos el testimonio de un ex alto cargo de EEUU que habla de que cuando una organización de defensa de la infancia descubrió que habían violado a un chico palestino de 13 años en una prisión israelí, la reacción israelí fue declarar a esta organización de defensa de la infancia como organización terrorista.

Para dar una idea de la magnitud de los bombardeos, el nivel de destrucción se ha llegado a comparar con el sufrido por Dresde en la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los ataques más mencionados fue el hospital Al Shifa, del que Israel alegaba que Hamás utilizaba como escudo humano para cuartel general con un túnel en su subsuelo. Es por ello que Israel lo bombardeó instando a la evacuación de heridos y enfermos. Sin embargo, cuando se hizo con él, finalmente no encontró nada. Bueno, sí, presentó un túnel que no estaba muy claro a dónde llevaba. Y armas que no estaba muy claro si las habían encontrado allí, o las habían traído de algún lugar. ¡Pero es que además el ex primer ministro Ehud Barak dijo que ese túnel había sido construido por Israel en los años 80! 

Con lo cual tenemos que Israel bombardeó uno hospital, alegando que era un objetivo militar, mintiendo al respecto.


En otros casos ni siquiera ha tenido que mentir o escudarse. Por ejemplo para destruir un monumento a Arafat en Cisjordania. O para destruir campos de cultivo. O la universidad de Gaza. O el palacio de justicia. O mezquitas. ¿Pero no habíamos quedado en que el objetivo era acabar con Hamás? ¿Qué tienen que ver el monumento a Arafat, campos de cultivo o la universidad de Gaza con Hamás? El hecho de que aleguen que en la Universidad se forman ingenieros que aprenden a elaborar explosivos que luego utiliza Hamás, suena rocambolesco y ridículo cuanto menos.

¿O es que acaso resulta como decía antes, que el objetivo oculto de Israel no es acabar con Hamás, sino destruir Gaza para hacerla inhabitable y expulsar a sus habitantes a Egipto? ¿Por qué si no instó a los habitantes de la ciudad de Gaza a desplazarse al sur, para después atacar también el sur?

La situación humanitaria es tan altamente desesperante que el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha hecho un llamamiento al alto el fuego invocando al Consejo de Seguridad de la ONU. Y es que el millón y medio de desplazados palestinos que están al sur de Gaza, dependen en su mayoría de la ayuda humanitaria gestionada por la ONU. Pero la situación con los bombardeos es tan catastrófica que el personal de la ONU no puede trabajar en esas condiciones. Y si acaban abandonando Gaza y no pueden entregar la ayuda humanitaria de una forma ordenada, la situación en la franja se descontrolará definitivamente, no siendo descartable que se provoca un éxodo masivo violento a Egipto provocado por los bombardeos y el hambre.

Y de esto hay un solo culpable. Bueno, dos. Israel, por los bombardeos que está realizando de forma indiscriminada sin distinción para civiles y por el bloqueo de ayuda humanitaria (recordemos que una de las primeras medidas que tomó al invadir la franja de Gaza fue cortar el suministro de agua y electricidad), y EEUU porque sigue apoyando a Israel en la ONU y por lo tanto vetando cualquier iniciativa internacional de parar los pies a Israel.

El hecho de que Israel haya sufrido el ataque de Hamás del 7 de octubre, pese a ser muy doloroso, no les da ningún derecho para responder del modo en que lo están haciendo. El derecho internacional, el derecho penal, y el derecho procesal, están ahí por algo, no por gusto. Son unas normas que la sociedad se ha dado para vivir conforme a ellas. Y cuando alguien se las salta, ahí están las normas para responder cómo se ha de proceder con el infractor.


Pero si a partir de ahora decidimos que esas normas no valen, o no me sirven, lo que estamos haciendo es retroceder como sociedad. Porque si esas normas se cambian siguiendo los cauces adecuados, alegando que están desactualizadas o que no sirven para su propósito, bien está. Pero eso no es lo que está haciendo Israel. Cuando bombardea hospitales, escuelas, campos de cultivo, monumentos, realiza asesinatos selectivos, o destruye casas de familiares de militantes palestinos, se está saltando todas las normas de derecho internacional que rigen acerca de cómo actuar en tiempos de guerra.

El problema es el de siempre. ¿Quién tiene el poder? El fuerte. Y si el fuerte decide que las normas no le sirven y se las salta, no hay nada que hacer, porque quien ose protestar, es más débil. Ya que en este caso el fuerte cuenta con el apoyo de otro más fuerte aún, EEUU, quien tampoco ha dudado en saltarse las normas allá cuando ha querido. Como cuando invadió Irak, cuando torturó a presos en Abu Ghraib, cuando retiene a presos en Guantánamo en condiciones infrahumanas, cuando tiene cárceles de la CIA secretas en otros países, o cuando decide bombardear con drones objetivos militares en Afganistán y Pakistán.

¿Dónde está el proceso judicial justo que llevaría a esas personas acusadas de terrorismo en Irak, Afganistán, Pakistán o Palestina a su detención para ser llevadas a un juicio justo con presencia de abogado? En el retrete. Para ellos no existe ese proceso. A ellos se les puede matar impunemente. Y si resulta que en el bombardeo mueren civiles que estaban cerca del lugar, mala suerte. Daños colaterales.

Esa es la impunidad con la que actúan Israel y EEUU. Y ese es el problema por el que existe el terrorismo. Si se combate al terrorismo con sus propias armas, con bombardeos indiscriminados, con asesinatos selectivos, sin un proceso justo...lo único que se genera es más terrorismo.

¿Quieren acabar con Hamás? Del modo que lo están haciendo, puede que lo consigan, pero no para que salga un liderazgo palestino moderado de todo esto, sino que es probable que salga un liderazgo todavía más radicalizado y extremista.

Si EEUU e Israel presumen de ser sociedades democráticas y de derecho, deberían comportarse como tal, siguiendo las normas que para algo están, aceptando la autoridad de la Corte Penal Internacional, y no actuando como los terroristas a los que dicen combatir.

De lo contrario, siempre estaremos en las mismas. Por no hablar de la doble moral. ¿Con qué cara le decimos a Rusia que está mal lo que está realizando en Ucrania ya que se están saltando todas las leyes simplemente por tener más territorio y situar a un gobierno títere en dicho país, si damos carta blanca para que Israel haga exactamente lo mismo con Palestina? ¿Dónde queda la coherencia de Occidente en todo esto?

Y no digamos ya Alemania. Resulta que como cometieron el holocausto ahora tienen una vergüenza terrible por ello y el consenso común es que Israel puede hacer lo que le venga en gana, que Alemania lo apoyará. ¿Cómo? ¿Si Israel comete un genocidio en Palestina, Alemania lo va a apoyar? Pues parece que sí. De hecho han llegado hasta el punto de que para otorgar la nacionalidad alemana se ha de defender el derecho de Israel a existir. Han tergiversado la conclusión histórica del holocausto. Lo grave del holocausto no es que el régimen nazi matase a 6 millones de judíos. Lo grave del holocausto es que el régimen nazi asesinó a cerca de 17 millones de personas. Entre ellos 6 millones de ciudadanos judíos de diferentes países, sí, pero también a cerca de 5 millones de civiles soviéticos, de 3 millones de prisioneros de guerra soviéticos, de 2 millones de ciudadanos polacos, de 300.000 ciudadanos serbios, de 250.000 personas con discapacidad, de medio millón de personas gitanas, de 200.000 personas masones, de 20.000 ciudadanos eslovenos, de 10.000 personas homosexuales, de 5.000 republicanos españoles, o de miles de testigos de Jehová.


(Según datos del Museo del Holocausto de EEUU, aproximadamente el 40% de las víctimas fueron judíos de diferentes países, mientras que otro 40% fueron ciudadanos eslavos y prisioneros de guerra soviéticos, y el 20% restante presos políticos, gitanos, personas con discapacidad, homosexuales...etc.).


No sólo los judíos sufrieron la barbarie nazi. También otros pueblos y otros ciudadanos. Y no por haber sufrido esa barbarie tienen derecho ahora a hacer algo parecido. 

¿Los alemanes cometieron un genocidio contra el pueblo judío? Sí. ¿Eso está mal? Por supuesto. ¿Estaría mal también si hubiesen sido los judíos los que hubiesen cometido un genocidio contra los alemanes? Sin duda. El problema de la cuestión no es quién hizo qué, ni quién sufrió qué. El problema es que el acto en sí, independientemente de quién lo haga y contra quién, es una barbaridad. Y el hecho de que tú lo hayas sufrido, no te da derecho a que respondas del mismo modo.

Porque como decía, si no estaríamos de vuelta a la edad de las cavernas. Ojo por ojo y diente por diente. Pero no. La sociedad ha evolucionado, y si una persona mata a otra, pese a que los familiares de la persona asesinada quieran vengarse matando a la familia del asesino, el sistema tiene que entrar para detener al asesino, juzgarle, enviarle a la cárcel, y evitar que la familia del asesinado asesine a la familia del asesino.

Porque si no estaríamos en el cuento de nunca acabar, todos matándonos los unos a los otros, alegando que este empezó primero. Que es, desgraciadamente, lo que está sucediendo con Israel y Palestina.

Esta locura tiene que acabar. Sin embargo, ante una operación tan prolongada, la gente en Occidente tiende a olvidarse del asunto, o al menos, a asimilarlo como algo cotidiano.

Cuando a alguien se le ocurre levantar la voz y proponer una solución, como ha hecho Antonio Guterres en la ONU, o propusieron Sánchez y el primer ministro belga acerca del reconocimiento del Estado Palestino, enseguida Israel levanta la voz acusándoles de ser cómplices de Hamás.


Y en medio de todo esto, a Feijoo y Abascal no se les ocurre otra cosa que criticar a Sánchez por ponerse del lado de Hamás. Es increíble que intenten usar algo así simplemente para dañar a Sánchez. ¿Qué pasa, que criticar a Israel por bombardear indiscriminadamente es apoyar a Hamás? Lo que nos faltaba. Si Israel hace algo mal, habrá que criticarlo, sin que por eso signifique que se esté del lado de Hamás.

Está claro que Israel tiene la piel muy fina y es muy sensible a las críticas. Pero deberían entender de una vez por todas que cuando alguien critica a Israel no lo hace por el hecho de que sea Israel, sino por lo que está haciendo sobre Palestina. El problema es que en Israel viven los ciudadanos más fanatizados. Porque hay muchos otros judíos que viven fuera de Israel que entienden esto, y que están en contra de lo que está sucediendo. Por ejemplo, el movimiento voces judías por la paz, o el movimiento Si ahora no. Pero a Israel se han ido a vivir los más fanatizados. Solo así se entiende que haya rabinos bendiciendo las bombas, o políticos israelíes tratando de animales a los ciudadanos palestinos y prometiendo exterminarles.

Hay quien alega que Netanyahu lo que intenta es alargar la guerra hasta que gane Trump en EEUU, lo cual no es descartable viendo cómo la base demócrata se desencanta con Biden por su tibieza con Israel. Mientras, críticos con el gobierno de Netanyahu como el ex primer ministro Ehud Olmert, esperan su oportunidad.

A Israel hay que pararle los pies, ya sea de una forma o de otra. La Unión Europea ha propuesto sancionar a colonos judíos responsables de ataques violentos contra palestinos en Cisjordania. Podríamos hablar también del movimiento de boicot contra empresas que comercian con Israel, que ya ha conseguido que grandes empresas dejen de hacerlo, continuando la estrategia que se siguió contra Sudáfrica para forzarles a acabar con el régimen del apartheid.

Este es el camino. No puede ser que la respuesta europea e internacional se limite a decir que se apoya a Israel en su derecho a defenderse pero que le recuerdan que tiene que cumplir con el derecho internacional humanitario, es decir, limitar el número de bajas civiles. Eso a todas luces es insuficiente. Ha llegado la hora de presionar más, como lo está tratando de hacer el secretario general de Naciones Unidas, y parar cuanto antes mejor la ofensiva israelí, por todas las tropelías que han realizado. No puede ser que se les siga dando carta blanca. 

Estamos al borde de una catástrofe humanitaria de proporciones desconocidas. Si los habitantes de Gaza acaban invadiendo Egipto agobiados por las bombas y el hambre, e Israel acaba haciéndose con Gaza, la respuesta árabe puede ser brutal, y podríamos estar hablando de una guerra árabe-israelí de gran escala. Y todo por la ceguera de Occidente que se niega a condenar lo que está realizando Israel.

Así no se puede seguir. La propuesta de Sánchez y De Croo (primer ministro belga) de 2 Estados puede que no sea la mejor y sea muy complicada de realizar teniendo en cuenta la delimitación de fronteras, el dilema de Jerusalén, ciudad que ambos pueblos reclaman como capital, o la reubicación de los refugiados. Pero a día de hoy, es la mejor solución posible. Pues un único Estado en el que convivan ambos pueblos es una utopía, se mire como se mire. Nunca en la vida Israel va a aceptar que los ciudadanos árabes tengan los mismos derechos que los ciudadanos judíos, y que un ciudadano árabe pueda ser su primer ministro. Nunca jamás. Y los palestinos también tendrían problemas en vivir como si nada con los judíos cuando han estado ocupando su territorio durante tantos años.

Por ello la propuesta de dos Estados, aunque difícil, es la única que podría hacer avanzar algo para salir de este callejón sin salida en el que estamos ahora. Ojalá se sumen más Estados europeos a esta iniciativa, y de forma determinada, y consigan arrastrar a EEUU y por tanto a Israel a negociar este asunto. Porque si no, como digo, estaremos en las mismas, con enfrentamiento, con muertes, y con una catástrofe humanitaria sin precedentes.

No hay comentarios: