sábado, 21 de agosto de 2021

El desastre de Afganistán

Está claro que el gobierno de Biden ha gestionado la crisis de Afganistán de la peor manera posible. No hay más que ver el caos que se ha formado en el aeropuerto, y la falta de tiempo para evacuar ante el fulgurante avance talibán.

Es cierto que fue Trump quien llegó a un acuerdo con los talibán en febrero de 2020, por el cual se acordaba la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán en un plazo de 14 meses a cambio del compromiso de los talibán de no facilitar desde su territorio ataques contra EEUU y de que iniciasen un diálogo con el gobierno afgano para llegar a un acuerdo de paz. También se realizó un intercambio de prisioneros.

 

(El representante especial de Estados Unidos para la reconciliación en Afganistán, Zalmay Khalilzad, da la mano al cofundador del Talibán, Mullah Abdul Ghani Baradar, durante la ceremonia de la firma del acuerdo en Qatar. Foto: AFP. Fuente: BBC).

A la vista de los hechos, resulta evidente que ese acuerdo con los talibán fue del todo insuficiente, y que las tropas estadounidenses no se deberían haber retirado hasta que ese diálogo de los talibán con el gobierno afgano hubiese fructificado y se hubiese alcanzado un acuerdo de paz estable y efectivo. 

Y aquí hay que culpar tanto al gobierno de Trump como al de Biden por firmar el acuerdo primero, y por respetarlo y ejecutarlo después, sin esperar a que ese diálogo llegase a buen puerto. Lo que los talibán hicieron fue dialogar, sí, pero a la vez que dialogaban llevaban a cabo campañas militares que gracias al proceso de retirada de tropas estadounidenses les permitió ir ganando terreno, de tal forma que cuando la retirada ya estaba muy avanzada, lograron conquistar distritos y después ciudades en muy poco tiempo.


(En esta imagen se puede comprobar el avance talibán en los últimos meses, aprovechando la retirada de tropas estadounidenses. En azul se muestran las zonas controladas por el gobierno, en naranja las zonas controladas por los talibán, y en gris las zonas en disputa).

Aunque hubo resistencia por parte del ejército afgano y combates, en muchos casos se llegaron a acuerdos de rendición a cambio de no destruir las ciudades o de facilitar la salida de los dirigentes de la región.

De este modo, una vez que EEUU firma el acuerdo, y ve que los talibán atacan y aumentan su poder, debería haber frenado la retirada, pero no lo hizo. Y cuando vio que los talibán empezaban una campaña exitosa haciéndose con puntos importantes del país, debería haber apoyado al gobierno y al ejército afgano, aunque fuese desde el aire, pero tampoco lo hizo. Y así llegamos a la situación actual. Un cúmulo de despropósitos por parte del gobierno estadounidense que hacen que uno se pregunte para qué sirvieron 20 años de presencia militar estadounidense en el país.

Cuando en 2001 EEUU invadió Afganistán en busca de Bin Laden y de expulsar a Al Qaeda del país, pocos pensaban que podría permanecer 20 años allí. Pero lo cierto es que los talibán se refugiaron en las montañas, y pese a los ataques con drones que dejaron miles de víctimas, resistieron hasta tal punto que EEUU se vio obligado a negociar con ellos para salir del país, dada la oposición cada vez mayor que tenía en la opinión pública estadounidense la guerra de Afganistán, tanto por el dinero que costaba, como por la vida de soldados que se cobraba.

(En esta imagen se puede ver los ataques con drones realizados por el ejército de EEUU contra posiciones de los talibán en Pakistán. La mayor parte de ellos fueron llevados a cabo por el gobierno de Obama, dejando numerosas bajas civiles).

En cualquier caso, a nadie se le escapa que la retirada de EEUU de Afganistán de esta forma supone un varapalo monumental a su imagen en el mundo. Que el ejército más poderoso del mundo salga de una manera tan apresurada del país, dejando que equipamiento militar importantísimo caiga en manos de los talibán, y sin tiempo para evacuar a todos los que quieran salir del país, ni siquiera al personal de las embajadas, demuestra la falta de previsión del gobierno estadounidense, más en concreto, de Biden. Porque los servicios de inteligencia ya le habían advertido de que los talibán podían hacerse con el país, y decidió ignorar esos informes y continuar con la retirada estadounidense. La responsabilidad última de que el país vuelva a caer en manos de los talibán es de Biden, quien es el único que podía haber hecho algo para evitarlo al haber autorizado apoyo militar al gobierno afgano, pero no lo hizo.

No sé hasta qué punto esto perjudicará políticamente a Biden, pero ha recibido críticas de hasta sus aliados europeos. Porque la situación en Afganistán va a volver a ser como era en los años 90, por mucho que los talibán digan que han cambiado y que van a permitir a las mujeres estudiar y trabajar, y que va a haber una amnistía para quienes colaboraron con el gobierno afgano o con gobiernos extranjeros. La realidad es que dicen eso pero luego hacen otra cosa. Entran a los bancos y les dicen a las mujeres que están trabajando allí que no vuelvan. O a una periodista que sale en televisión. Van buscando casa por casa a antiguos colaboradores del gobierno. Disparan a manifestantes que salen a protestar con la bandera de su país. Y durante la campaña militar realizan matanzas contra los que no son de su etnia. 


Unidas Podemos decía que EEUU había fracasado porque no se podía imponer la democracia a cañonazos. Pues ahora la realidad que tenemos es otro país en el que la democracia y los derechos humanos van a ser inexistentes. ¿Qué ya se daba eso en otros países y no se ha intervenido en ellos? Pues sí. Pero en el que se ha intervenido se ha salido apresuradamente y volvemos a la casilla de salida. Eso por lo menos se podía haber evitado. Ya que se intervino, haberlo hecho bien, y asegurarse de que los talibán no volviesen al poder. Pero está claro que las cosas no se han hecho bien. Ha habido mucha corrupción en el gobierno afgano, y los cambios se centraron en las ciudades, dejando olvidadas a las zonas rurales. Y por mucho entrenamiento que se diese al ejército afgano, cuando las tropas estadounidenses se retiraron del país, este se sintió abandonado y desmoralizado.

Es cierto que hay un grupo que resiste con soldados y equipamiento militar, que controla una parte del país, y que ha formado un gobierno en la sombra. Veremos cómo de significativo es y si logran hacer realmente daño a los talibán, o se queda como un reducto aislado de resistencia sin importancia real. Supongo que todo dependerá de cómo evolucione la situación en el país y de si Occidente decide apoyar militarmente a este grupo o no.


Aparte de la retirada apresurada de las tropas estadounidenses, la asombrosa falta de previsión del gobierno de Biden ha provocado que estemos viendo imágenes traumáticas en el aeropuerto de Kabul. Afganos que quieren huir del país porque saben lo que se les viene encima y que tratan de abordar aviones en marcha. Esto, lo primero que indica, es que el gobierno de EEUU tenía que haberse anticipado a los acontecimientos y haber comenzado la evacuación mucho antes de lo que lo ha hecho. Cuando los talibán estaban comenzando a tomar ciudades, el ejército estadounidense pensaba que Kabul podía caer en un mes y que les daría tiempo a evacuar. La realidad es que cayó en apenas una semana, y muchos afganos que trabajaban en embajadas se encontraron con que fueron a su puesto de trabajo y todos los extranjeros se habían ido sin avisar, y que cuando llamaban o escribían para preguntar, no les cogían el teléfono ni les respondían al correo.

Resulta tremendamente indignante que los gobiernos occidentales se comporten de esta forma. Que se hayan estado sirviendo de afganos como intérpretes y traductores, y luego les dejen a su suerte, ni les avisen de que se van, y no les faciliten salir del país. Y que cuando lo hacen sea tarde, de tal forma que los afganos tienen que esconderse para que los talibán no les encuentren en su casa, y cuando consiguen llegar al aeropuerto, pasar varios días allí hasta que pueden entrar en un avión, y cuando lo consiguen, ver cómo les dicen que parte de su familia no puede ir con ellos. Absolutamente vergonzosa la actitud que están teniendo estos gobiernos que han estado en el país trabajando con estas personas y que ahora dejan en la estacada o que reaccionan tarde y mal, con el peligro que esto supone para ellos.


(Por suerte aún hay personas con corazón en el mundo, y la tripulación de este avión militar estadounidense decidió despegar del aeropuerto con más de 600 afganos en la bodega del avión, al haber abordado estos el avión, en vez de expulsarles).

Por no hablar de los refugiados. Ya muchos están entrando en Pakistán o Irán, y ahora mismo la preocupación de muchos gobiernos no es la gente de Afganistán o cómo pueden ayudar para aliviar su situación, si no qué pueden hacer para que no haya una nueva ola migratoria hacia Europa. Turquía ya ha comenzado a levantar un muro con Irán para asegurarse de que no lleguen afganos. Hay que tener en cuenta que Turquía cuenta ya con más de 4 millones de refugiados sirios, y que hay mucha gente en Turquía que está muy cansada de esa situación y no aceptaría la llegada de más refugiados. Sin embargo no deja de chocar que la umma (la comunidad musulmana del mundo), de la que tanto se habla y por la que tanto se dice hacer, no sea más solidaria con musulmanes como ellos como son los afganos, y no los quieran recibir en su país. Dice muy poco de ellos. 

Y los gobiernos occidentales, mientras sacan tarde y mal a los afganos que trabajaron con ellos desde el aeropuerto, también tienen entre sus mayores preocupaciones no la situación interna en Afganistán o el control talibán, sino la posible ola de refugiados afganos que puede llamar a sus puertas. Esto dice muy poco del ser humano. Ver cómo un país es abandonado por Occidente ante un grupo radical como son los talibán, y que la mayor preocupación no sean las personas que quedan a merced de este grupo, sino que esas personas no lleguen aquí.


(Parte del muro en la frontera que está construyendo Turquía con Irán. Foto: TM)

Yo puedo entender que los gobiernos digan que no pueden acoger a todo el mundo. Pero entonces lo que tendrían que haber hecho en un primer momento es no dejar que los talibán volviesen al poder. Una vez que eso ha pasado, lo lógico y humanitario es tratar de salvar a todas las personas posibles. Y no solo a mujeres y niños, como dicen algunos. Porque los hombres también están en peligro si han colaborado con el gobierno afgano o con gobiernos extranjeros, o simplemente si muestran su oposición a los talibán. Incluso puede que estén más en peligro, porque a ellos les pueden matar, mientras que matar a mujeres o niños siempre resulta más complicado, incluso para un grupo como los talibán.

Sobre las repercusiones a largo plazo, se especula con que los talibán puedan volver a acoger en el país a figuras del terrorismo islamista de Al Qaeda o grupos afines. Habrá que verlo. De momento China ya se está tratando de asegurar de que los talibán no apoyen a los uigures (comunidad musulmana en el oeste de China reprimida por el gobierno de este país). Si los talibán se comprometen a ello, demostraría su deseo de ser aceptados por la Comunidad Internacional y de asegurarse de gobernar el país sin interferencias, pero también que se desentienden del resto de la umma, lo que no agradaría a los combatientes más islamistas.


Lo que parece también claro es que EEUU ya no quiere ser el árbitro en la esfera internacional, y que Rusia y China están cogiendo cada vez más peso. Que EEUU mira cada vez más de puertas para adentro a sus problemas internos, y se desentiende cada vez más del resto del mundo. Por eso en Corea del Sur ya están hablando de reforzar al ejército ante las dudas que genera el apoyo que pueda darles EEUU frente a su vecino del norte.

Y también está claro que un mundo en el que la política internacional esté dominada por Rusia o China no es en absoluto mejor. Más bien al contrario. Ojalá esto sirva para que la UE dé un paso adelante y se una más y tenga una política independiente de EEUU pero también de Rusia y China, aunque está difícil, ya que poner de acuerdo a 27 países no es nada fácil.

En cualquier caso, no es descartable que en un futuro se haya de volver a intervenir en Afganistán, si la situación en el país continúa complicándose. Y no descartaría que esta vez sean Rusia y China quienes lo hagan, demostrando que el imperialismo con el que algunos están obsesionados, no solo es cosa de EEUU. Aunque seguro que encuentran alguna excusa para decir que la intervención rusa o china o tiene nada que ver con la estadounidense y que es benévola, como siempre.

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