viernes, 28 de noviembre de 2014

43 estudiantes de México, Alberto Garzón, PODEMOS y el Papa Francisco.

En México se están movilizando por los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos -y presuntamente muertos-. Testigos narran que los detuvo la policía local y se los entregó a un Cártel, quien los ejecutó y quemó hasta reducirlos a cenizas.

Episodios como este se llevan dando en México desde al menos 2006, en la llamada guerra contra el narco. Antes actuaban con cierta impunidad, pero desde esa fecha decidieron tratar de acabar con ellos. Sin embargo, al ser un negocio tan grande, el narco se ha infiltrado en la política y en la policía, mueve muchos intereses, y debido a esta guerra ya han muerto unos 60.000 civiles.

Ha sido esta desaparición de 43 estudiantes y el modo en que lo hicieron -la policía local colaborando con el narco- la gota que ha colmado el vaso. Ya se habían creado antes grupos de autodefensa, esto es, población que toma las armas para defenderse de los cárteles ante la ineficacia o complicidad con el narco de la policía o el ejército.

La noticia más reciente es que el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha decidido disolver la policía local.
Los familiares de los 43 desaparecidos han realizado una campaña informativa por todo el país, y se ha llegado hasta quemar el parlamento de Guerrero (Estado dónde fueron secuestrados los 43 estudiantes). Al grito de "¡Vivos se los llevaron...y Vivos los queremos!", 

 
se sucede también el de "¡Gobierno farsante que matas estudiantes!", o el de "¡Ni PAN, ni PRI, ni PRD, el pueblo al poder!". Porque están viendo que tanto el PRI como el PAN siguen la misma política frente al narco y continúan los nexos con el narco, y respecto al PRD, no parece que tenga la solución mágica para que esto se solucione.

En el enlace anterior que hablaba de los grupos de autodefensa, también hablaba de que es posible un estallido social en México. La gente como se ve, no confía en los políticos. Hay fraude, conexión con los narcos, corrupción...Puede darse una situación parecida a la de Argentina en el 2000.





Alberto Garzón se va a presentar para las primarias de IU sustituyendo a Cayo Lara. Dicen que es renovación y que se va a tratar de llegar a la confluencia. 
Yo no lo veo tan claro. En entrevistas que le hacían, decía que IU tenía diferencias con PODEMOS en cuanto a cuestiones como feminismo, republicanismo o ecologismo, y que ellos por lo que estaban era por un frente de izquierdas, que PODEMOS tenía que definirse como de izquierdas.
Me sorprende que Garzón diga esto. No sé si es que lo piensa realmente, o lo hace movido por presiones dentro de IU que no quieren perder la marca, las ideas, o que ven con escepticismo a PODEMOS. Me sorprende también porque un ilustre en IU como es Julio Anguita, ha repetido en numerosas ocasiones en los últimos meses, que lo más importante no es la división izquierda-derecha, que él no aspira a un frente de izquierdas, sino a un frente de la gente, posición en la que veo más a PODEMOS que a esta IU de Alberto Garzón.
Cuánto mejor nos iría si Julio estuviese fuerte para liderar IU.

Creo que en estos momentos lo más importante no es que PODEMOS se defina como izquierda o deje claros sus conceptos de republicanismo o feminismo. Precisamente lo que les ha hecho grandes es que no han hecho nada de eso. Si un partido quiere llegar a gobernar, debe llegar a todo el mundo, no sólo a la izquierda.
En uno de sus vídeos en Fort Apache, Pablo Iglesias decía que Lenin insistió en que el partido bolchevique no debía considerarse ateo, pues la religión era una cuestión capital entre la gente, y eso podría alejarles del pueblo.
Recientemente, el Papa Francisco ha visitado el Parlamento Europeo y ha dado un discurso afirmando que el Mediterráneo no puede convertirse en un cementerio. 



Ha sido muy significativo ver cómo IU no asistía a ese discurso, y cómo los eurodiputados Marina Albiol o Javier Couso afirmaban que no se quedaban porque era el máximo representante de la Iglesia Católica, no de un Estado, y que Europa tenía que ser laica.
En cambio en PODEMOS, Pablo Iglesias se quedó y alabó su discurso, diciendo que sería un honor conocer al Papa, y Teresa Rodríguez se quedó hasta que el Papa califició el aborto de asesinato.

Esto ejemplifica muy bien las 3 visiones que hay en este mundo: 
Una, la de IU, que se empeña en la laicidad, y aunque el Papa diga cosas interesantes, se niegan a escucharle y critican que se le dé espacio.
Dos, la de Izquierda Anticapitalista, corriente integrada en PODEMOS, que hace un esfuerzo por asistir al discurso pero que cuándo oye algo que no les gusta, se van.
Y tres, la de Pablo Iglesias, que hace un esfuerzo por conectar con todo el mundo, y en ese sentido considera que la laicidad en estos momentos no es lo más importante, considera que el Papa Francisco está comunicando bien, que está conectando y dice cosas muy interesantes, y en ese sentido, decide asistir a su discurso y aplaudirle.

Pablo Iglesias comunica muy bien. Tal vez el mejor comunicador dentro de la izquierda española desde Julio Anguita.
Cuando habla alabando al Papa Francisco, o conversa con militares o policías, y dice que son necesarios, imprescindibles, está dando un giro al discurso de la izquierda, que hasta entonces tenía como estrategia confrontar directamente con la policía (que reprime, que cachea, que identifica, que trabaja para el poder), con el ejército (reducción de gastos militares, no a las guerras, no es humanitario), o contra la Iglesia (aborto, homosexuales, preservativos, escuela laica, financiación, Concordato...).
En cambio, Pablo sabe que ese discurso estará muy bien para la izquierda más militante, pero que no es el más adecuado para llegar a todo el mundo. Y ve que el Papa Francisco está llegando a todo el mundo, incluso a los ateos, con sus afirmaciones sobre la pobreza, el capitalismo o las guerras. Y ve que Tsipras, candidato de Syriza a la presidencia del gobierno griego, eurodiputado, y candidato por la izquierda europea a la Comisión, se entrevistó con el Papa. 
Y ve que en vez de hacer un discurso contra la religión o la Iglesia, hay que acercarse a ella, desde las diferencias, obviamente, pero acercarse al fin y al cabo, porque esta Iglesia encabezada por el Papa Francisco conecta con la sociedad. Porque el Papa Francisco ha intervenido ante actos de escándalos sexuales del clero (también intervino Benedicto XVI frente a estos actos, pero tal vez no supo comunicar tan bien como lo hace Francisco), ante la corrupción en la Curia, ha lanzado iniciativas de paz, y eso la sociedad lo agradece.


Resumiendo, el discurso de Pablo Iglesias y de PODEMOS (dejando a un lado al ala más militante de Izquierda Anticapitalista), es un discurso que no se dirige sólamente a la izquierda, sino que se abre a la sociedad. ¿Por qué sino las encuestas señalan que un 25% de sus votantes vienen de votar al Partido Popular? ¿Podría aspirar a eso IU? Me da que no. No sólo por las siglas, que también, sino sobre todo por el discurso, que como ha dicho Alberto Garzón, se empeñan en seguir a la izquierda. Y como dijo Pablo Iglesias en una charla, a la izquierda de nada le sirve llegar al 15%, 20% o 25% de los votos. La izquierda debe aspirar a gobernar, y si para eso es necesario cambiar cierto vocabulario, hay que hacerlo. En vez de hablar de izquierda-derecha, hacerlo de abajo-arriba, hablar de dar la voz a la gente. ¿No es a eso a lo que aspiraba el comunismo, a que la gente decidiese, independientemente de lo que dictase el partido comunista? Lo que pasó fue que los partidos comunistas en Europa del Este no quisieron que decidiese la gente, sino que quisieron decidir ellos, y también les pasa en Europa Occidental, aunque no están en posiciones de Gobierno.

Si PODEMOS gana y en vez de decidir ellos sobre todo, dan voz a la gente para que decida, habremos avanzado en democracia, pasaremos de la delegación a la verdadera representación. Y por encima de debates sobre la deuda, la renta básica, o Cataluña, creo que lo que la gente quiere es decidir de verdad, y no dar un cheque en blanco a sus representantes por 4 años.
Por eso cuando Ana Pastor le preguntaba que había de bueno en Venezuela, Pablo Iglesias afirmaba que el referéndum revocatorio, esto es, que si hay las suficientes firmas, se pueda convocar un referéndum para decidir si se echa al Presidente o no, aunque no hayan pasado los 4 años correspondientes. 
Esta figura legal se estableció en Venezuela con la Constitución que impulsó Chávez, y que ahora la oposición respeta, y se usó en 2004 cuando la oposición recogió firmas para echar a Chávez. Perdieron el referéndum, la gente apoyó a Chávez, y siguió de presidente. 


(Este gráfico muestra las elecciones a las que Chávez se presentó y sus resultados junto a los de la oposición. En 2004 se celebra el referéndum revocatorio en el que un 59% de la población dice No a revocar a Chávez).


Esa y muchas otras cosas son las que no cuentan los medios de Venezuela. Lo único que echo en falta de PODEMOS, y también de IU cuando van a los medios, es una defensa más clara de Venezuela, que está siendo acusada diariamente por Inda de ser una dictadura -cuando tiene elecciones democráticas avaladas por organismos internacionales y de hecho la oposición gobierna en varios ayuntamientos y regiones-, o de ser un desastre económico cuando en realidad con la etapa de Chávez bajó el paro, la pobreza, la extrema pobreza y se facilitó el acceso a la vivienda.

Sé que no casa muy bien en este discurso de conectar más con la gente, pues Venezuela está valpuleada por los medios como catástrofe y ejemplo a no seguir, pero creo que se debería intentar vencer eses discurso, pues en un mundo de mentiras, la verdad siempre es revolucionaria.


Por concluir. No sé si habrá confluencia de PODEMOS con IU, Equo u otras organizaciones. Lo veo complicado. Tal vez para las municipales. Pero si IU insiste en que PODEMOS se defina de izquierdas y aclare su posición en diversos aspectos, será más difícil. Por eso me gustaría que Anguita liderase IU, porque así sería más fácil. Si no hay confluencia, creo que IU se hundirá, por mucho que Garzón la lidere. Si hubiese, tal vez PODEMOS pudiese ganar. Si no la hay, puede que se divida el voto en la izquierda y acabe perjudicando a ambos.
IU tiene una cosa de la que PODEMOS carece, y es de organización y militantes. Y no hablo de Moral Santín o de Javier Madrazo, sino de militantes, concejales y diputados honestos, con experiencia. Si sabe aprovecharlo y modera el discurso, puede que PODEMOS no viese tan mal la confluencia.

Porque está claro que corruptos pueden salir en todos los partidos. Hasta en PODEMOS con el tiempo. Lo que varía es el modo en que los partidos hacen frente a los corruptos en su seno.

PODEMOS tiene muchas posibilidades de ganar, no sólo por sus propuestas -novedosas, rompedoras, atractivas-, sino sobre todo por su discurso, que engancha al joven pero también al mayor, al abstencionista, pero también al votante del psoe, de iu, incluso de upyd o del pp. Porque es un discurso integrador, no sectario, que busca llegar al máximo número posible de gente, no sólo a los convencidos. Y esa es la manera de llegar al poder. Ojalá lo consigan, para que realmente la gente decida, y si es con confluencia con IU porque ha sabido adaptarse al discurso y a los tiempos (primarias, listas abiertas), mucho mejor.








viernes, 14 de noviembre de 2014

Breves sobre el nacionalismo de la izquierda, Mónica de Oriol, y Ucrania.

Acerca de la consulta soberanista en Cataluña, me llama la atención la postura de la izquierda, que mayoritariamente dice respetar el derecho de autodeterminación y que en algunos casos incluso se posiciona en favor de la independencia.

Primero, para que esa consulta pudiera ser legal y vinculante, habría que reformar la Constitución, y esa reforma habría de ser aprobada por todos los españoles.

Segundo, si esa reforma se hace, ¿a quién damos potestad para decidir sobre su futuro? ¿A las actuales Comunidades Autónomas? ¿Y si León quiere decidir por su cuenta sin que tenga que interferir Castilla? ¿O el Valle de Arán? ¿O Álava quiere ir por su cuenta? ¿O Miranda de Ebro sin que interfiera Burgos capital? ¿O el condado de Treviño?



¿Bajamos el listón de las actuales Comunidades Autónomas a las provincias o incluso a los municipios?
¿Y por qué detenerse en los municipios? ¿No puede Gamonal decidir por sí mismos, independientemente de lo que piense el resto de Burgos? Es lo que hizo Igeldo recientemente, barrio de San Sebastián, y solo lo apoyó Bildu. El PNV se posicionó en contra.

O sea que hasta dentro de los que defienden el derecho a decidir (pnv) creen que hay que poner límites (bien para el país vasco sin que interfiera el resto de España, pero no está bien que igeldo decida sin que pueda decir nada el resto de San Sebastián. ¿Y por qué no? ¿Por qué un caso está bien y otro no?).
Y apostaría a que CiU diría algo parecido sobre el Valle de Arán.

Así que creo que los que apuestan por el derecho a decidir, y por tanto que se recoja en la Constitución, deberían definir muy bien a qué nivel le quieren (CCAA, provincia, municipio, barrio...). ¿En base a qué aceptar el derecho a decidir para unos y no para otros? ¿En que unos son una nación y otros no? ¿Quién define lo que es una nación? ¿Todos los historiadores están de acuerdo con que existen las naciones catalana, gallega, vasca, andaluza, canaria...etc? Me da que no.
¿Lo deciden los políticos? Entonces ser una nación o no dependería del nº de políticos nacionalistas que hubiese en un territorio.
¿Lo deciden los sociólogos, antropólogos...? Creo que sería bastante parecido a lo de los historiadores.

En resumen, el derecho a decidir le veo muy indefinido. No le veo sentido a que Gamonal o León quisieran decidir ser naciones, pero tampoco veo por qué habría de negárselo si se le concede a otros.

Aparte de que no estoy seguro de que los españoles aprobasen una reforma constitucional que limita su derecho a decidir al territorio en el que viven. Porque a uno de Sevilla sí que le afecta si Cataluña se va de España, en relaciones comerciales, económicas, de todo tipo.



Pero pongamos que se llega a un acuerdo del derecho a decidir, que se reforma la Constitución y que se definen bien los límites (o no límites), lo cuál ya me parece complicado.
Estaríamos entonces en un escenario en el que la consulta en Cataluña sería legal (y posiblemente en otros territorios que quisiesen votar también y tuviesen a partidos nacionalistas presionando para ello).

En ese escenario que ya está reconocido el derecho a decidir, ¿qué mensaje tendría que dar la izquierda? Ya no valdría con decir que respetan el derecho a la autodeterminación. Ahora tendrían que posicionarse. Y no de una forma esquiva, ambigua, hablando de libertad de voto, de proceso democrático, de elegir de verdad...No. Tendrían que dejar bien claro si están a favor de la independencia o en contra. Nada de caminos a medias. Los caminos a medias se discuten en el parlamento, no en una votación de autodeterminación.
Por tanto en esa consulta con 2 opciones de respuesta, la izquierda a mi entender tendría que apostar claramente por el no a la independencia, y hacer campaña muy agresiva por ello. No como ahora, que dicen que se les va a echar mucho de menos o que se vota por la independencia para conseguir una ruptura con el sistema.
Si de verdad algunos se creen el discurso patriótico de que España no se vende a la troika y de que juntos podemos vencerla, hay que hacer ese discurso, y no dar palmadistas en la espalda a quienes quieren poner barreras, fronteras, aranceles, nuevos pasaportes, nuevas monedas...etc.







También ha sido noticia las declaraciones de Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de empresarios, quien afirmó que preferiría contratar mujeres menores de 25 años o mayores de 45, pues entre 25 y 45 podían quedar embarazadas y con los permisos de maternidad, lactancia y reducción de jornada, disminuir su productividad. En su opinión estos permisos perjudicaban a las mujeres porque las empresas eran reacias a contratarlas.
También dijo que seguramente las vacaciones escolares de los niños eran demasiado largas y habría que reducirlas para que coincidiesen con las de los padres.



Bien, esta señora y los que piensan como ella, lo que quieren hacer es echar abajo todo lo que se ha conseguido hasta ahora (40 horas semanales, vacaciones pagadas, pensiones, prestación por desempleo, asistencia sanitaria, educación gratuita, y más recientemente, la conciliación de la vida laboral y familiar). Por supuesto no lo dicen de golpe, pero unas veces unos dicen que hay que abaratar la indemnización por despido y quitar peso a la negociación colectiva (y lo hacen camuflándolo como que va a haber más contrataciones y más flexibilidad, aunque todos sabemos que esto sólo conlleva más despidos y estancamiento o reducción de los salarios), otras que la seguridad social está muy mal y más vale que te vayas haciendo un fondo de pensiones o contrates un seguro médico. Luego dan más prestigio a las escuelas y universidades privadas. Después hablan de la liberalización de los horarios, de eliminar días de fiesta...y voila, de vuelta al siglo XIX.

Todos los derechos que tenemos ahora se consiguieron a base de huelgas, manifestaciones y violencia, muchos años de lucha por parte de los trabajadores. Y porque los empresarios veían que si no cedían se podía establecer un régimen socialista o comunista y por tanto acabar con sus privilegios. 
Ahora esa amenaza no parece muy real, y están volviendo a recuperar terreno, apoyados por un sindicalismo desorientado que cobra subvenciones y prefiere pactar el alargamiento de la edad de jubilación. Estamos en una época de retroceso, y las palabras de Mónica Oriol no son más que la punta del iceberg. Aunque han sonado muy mal y se la ha exigido que rectifique, desde la prensa todos los días se está hablando de disminuir el sector público, de gestionar de forma privada los hospitales, de subir las tasas de matrícula de la universidad y también subir la nota de corte...en resumen, de volver al siglo XIX, excusados en la globalización y competitividad frente a China, Brasil o India. 

Y la socialdemocracia está haciendo el juego a esta teoría económica, lo estamos viendo con la reforma laboral de Renzi, con las medidas económicas de Hollande, hasta en los países nórdicos está empezando a suceder.
Vamos a volver a una época de lucha de clases, sólo es cuestión de tiempo que los de abajo se empiecen a organizar. Ya lo están haciendo en las mareas por la sanidad pública, la educación pública, contra los desahucios, los sindicatos contra la reforma laboral...pero hay que unir todas esas luchas y darles un formato político, tanto a nivel local como nacional y europeo. Con tiempo llegará, y mientras tanto los partidarios de la privatización y la pérdida de derechos acusarán de mil mentiras para meter miedo, pero la gente ya no es tonta, y ve lo que está pasando. Y un grito hace estremecerse a estos manipuladores: ¡Sí se puede!









Recientemente hubo elecciones legislativas en Ucrania.
Desde la izquierda se dice que hay que apoyar a los "antifascistas" de Donetsk y Lugansk, que están luchando contra los nazis solo con la ayuda de Rusia.

Bien, estos supuestos "antifascistas" han impedido votar en Donetsk y Lugansk. Gran ejemplo aquella fuerza antifascista que impide votar a los demás.

Según el recuento de votos, alabado hasta por observadores rusos, los ultranacioanlistas, el sector derecha, los nazis a quienes dicen combatir los "antifascistas" (entre ellos los españoles que fueron allí a luchar), han obtenido el 1,8% de los votos y 1 escaño.

Gran amenaza fascista que desde luego debe ser combatida, ¡¡¡¡un 1,8% de los votos!!!! ¡¡¡1 parlamentario!!! ¿¿¿¿No será que en realidad les preocupa más que los sectores pro europeos divididos en 5 partidos hayan conseguido respectivamente el 21,8% (partido del actual presidente, 132 escaños), 22,12% (partido del 1º ministro, 82 escaños), 10,97% (partido nuevo surgido del maidan, 33 escaños), 7,44% (partido radical, al que las encuestas daban como 2º, ahora con 22 escaños), y 5,68% (el partido de Timoshenko, 19 escaños)???? Es decir, sumados los 5, un 68,01%. Más de 2/3. En escaños, 288. La mayoría está en 226.

Pero es que además, Svoboda, partido ultranacionalista (que no nazi), ha obtenido un 4,71% de los votos, logrando tan sólo 6 escaños de un total de 450. ¡Oh, peligro, 6 de 450, sálvese quién pueda! ¡Por favor!

Mientras que los antiguos partidarios de Yanukovich se han quedado un 9,43%, 29 escaños.
(Hay otros 94 escaños de independientes).


¿Por qué estos antifascistas impiden votar? ¿No será que tienen miedo a la democracia y se demuestre que en realidad la gente de Donetsk y Lugansk no les apoya y prefiere a los proeuropeos? Si no es así, que les hubiesen dejado votar, podrían haber optado por el Bloque Opositor o el Partido Comunista.

Porque sí, el Partido Comunista se presentó a estas últimas elecciones (obtuvo un 3,88% de los votos y ningún escaño). De hecho dónde no se puede presentar es en Donetsk (noticia del periódico larepublica.es, un medio como todos sabemos totalmente partidario del imperialismo :D).
Vaya antifascistas más guays, que no dejan votar a su gente y cuando ellos organizan elecciones no dejan presentarse al partido comunista. Esos son los antifascistas que a mí me gustan, sí señor.



(Imagino que la Brigada Carlos Palomino estará entusiasmada con esta gran muestra de democracia de sus compañeros antifascistas).


Creo que algunos deberían dejar ya el rollo de nazis-antifascistas y asumir la realidad de una vez por todas. Esto no va de fascismo contra comunismo. No. Va de Rusia contra Europa. Así de claro. El fascismo o el antifascismo es algo irrelevante que les ha venido muy bien a algunos para tapar sus verdaderas intenciones.


Resulta que ahora la mayoría de la población de Ucrania está por unirse a Europa. Nos podrá gustar más o menos, pero hay que respetar lo que ellos deciden en las urnas, y desde luego, no aplaudir a quienes impiden votar o presentarse.

¡¡¡¡Viva el antifascismo y la democracia, of course!!!!