sábado, 29 de febrero de 2020

El precio del poder

Entre elección y elección se va reconfigurando el mapa político español. Unos partidos suben, otros bajan, se forman coaliciones, y se cede en posturas programáticas. Es el precio por llegar al poder. Pero entre pagar ese precio y lo que se va a conseguir estando en el poder, no está muy claro si compensa.

Empezando con Ciudadanos, vemos que la estrategia de confrontación con el PSOE le salió cara, y en la repetición electoral se estrelló, cuando anteriormente se había quedado a muy poco de superar al PP. Eso llevó a que Rivera dimitiese. Arrimadas se erigió como lideresa -pese a que aún no lo es oficialmente al haber una gestora-, y amplió la oferta de última hora de Rivera para llegar a un entendimiento con el PP y el PSOE, cuando dentro del propio partido se había defenestrado a otros que propusieron eso mismo, como Garicano o Nart. 

Sin embargo Sánchez optó por lo que se había negado a hacer hasta ese momento, dar cabida a Iglesias en el gobierno. Ahora Arrimadas ha optado por buscar una coalición con el PP en Galicia, País Vasco y Cataluña. La fortaleza de Feijóo en Galicia le ha facilitado bloquear ese acuerdo en Galicia. Sin embargo, la debilidad de Alonso en el País Vasco ha hecho que Casado se imponga, lo que ha llevado a que Alonso dimita.




No todos dentro de Ciudadanos comparten la estrategia de coalición con el PP -que al principio se intentó "vender" como suma constitucionalista a la que se añadirían figuras independientes-, y Francisco Igea ya ha anunciado que se presentará al liderato del partido contra Arrimadas. Hay que recordar que a Igea le impusieron el pacto con el PP en Castilla y León -cuando el PP lleva gobernando en esta Comunidad desde hace más de 30 años-, y que le intentaron hacer un pucherazo electoral para que no saliese elegido como líder en Castilla y León. 

Hay quien dice que lo que busca Arrimadas con esta coalición es esconder los malos resultados que podría obtener Ciudadanos, y puede que no les falte razón. Pero parece claro que con esa estrategia, Casado tiene cada vez más cerca su objetivo de volver a juntar el centro derecha bajo un mismo paraguas, aunque para eso haya tenido que montar un lío tremendo en el País Vasco, que está por ver si no le pasará factura.

No obstante, por el momento ha logrado gobiernos juntando a Ciudadanos y Vox en Madrid, Andalucía y Murcia sin tener que ceder demasiado, lo que habla también bastante de las leves exigencias de Vox frente a toda la retórica que gastan.

Yendo al lado contrario, tenemos a Sánchez que ha aceptado a ministros de Unidas Podemos cuando dijo que eso le dificultaría dormir por la noche, y al propio Podemos que ha entrado en el gobierno asumiendo postulados que de otra forma no habría aceptado. Por ejemplo se ha anunciado que Garzón prepara una ley de regulación de publicidad del juego en la que se continuará permitiendo esta en retransmisiones deportivas en directo a partir de las 8 de la tarde. ¡Menuda broma! Justo cuando más incidencia tienen este tipo de anuncios.


(La Coordinadora contra las casas de apuestas de Madrid convocó una concentración frente al Ministerio en el que se encuadra el equipo de Garzón, para protestar ante lo que consideran una regulación insuficiente. Foto: El Mundo).

Desde luego si Unidas Podemos estuviese en la oposición se habrían apresurado a criticarlo por falta de ambición. Ahora dicen que es que en 30 días poco más pueden hacer, que mucha regulación sería perjudicial porque empujaría al juego ilegal, o que los lobbies hacen mucha presión. ¿Desde cuándo ha sido eso una justificación? Como bien decía alguien, ¿qué harán cuando reciban presión de los bancos o de las grandes multinacionales para que no regulen algo que no les interesa? Y en cuanto a la excusa de sacarlo pronto, mejor sacar algo tarde pero bien, que pronto pero mal.

Por otro lado han tenido que aceptar la postura del gobierno de contentar a Marruecos y dejar al Sáhara de lado, de subir el salario mínimo solo a 950 euros -cuando su pretensión era subirlo a 1.000 euros este año-, o de aceptar como fiscal general a Dolores Delgado, saltándose la independencia judicial de forma vergonzosa. 

Todo esto, por no hablar de los nacionalistas y de lo que Sánchez les está entregando. La gestión de la seguridad social al País Vasco como contrapartida por el apoyo del PNV, la gestión de la autopista Coruña-Vigo a Galicia como contrapartida por el apoyo del BNG, la promesa de estudiar la viabilidad de una carretera en Aragón como contrapartida a Teruel Existe por su apoyo...o la mesa de diálogo famosa con ERC y el PDCat, así como la propuesta de rebajar el delito de sedición, como contrapartida por la abstención de ERC, entre muchas otras cosas que me dejo.

Esto hablando solamente de pactos a nivel nacional. Porque si vamos a pactos a nivel autonómico vemos como el PSOE pacta en Baleares imponer requisitos lingüísticos a los médicos que provocan una falta de profesionales en el sector, o perseguir la oficialidad del bable en Asturias, o la consideración de Aragón como nacionalidad histórica.

Sucede así por la ceguera de los principales partidos. Ahora es del PSOE, pero en el pasado lo fue también del PP -anda que no han cedido también ante el PNV y CiU-. Y por cierto, también de Ciudadanos, que ahora admite el concierto económico vasco, cuando antes lo denunciaba por romper el principio de igualdad entre españoles.

Ya hay quien advierte de que si esto sigue así tendremos un Teruel Existe o un BNG en cada provincia o comunidad autónoma, porque está claro que es la única forma de que se acuerden de los territorios y de que lleguen inversiones a los mismos. Territorios como Cataluña, País Vasco o Canarias, que cuentan con fuerzas nacionalistas, siempre han sacado gran rédito al pactar con los grandes partidos. Ahora Galicia con el BNG, Aragón con Teruel Existe, o el PRC en Cantabria podrían seguir esa estela. Y esto acabará llegando a otros territorios olvidados, como las dos Castillas, Extremadura o Murcia.


(Manifestación del BNG en A Coruña ante la Delegación del Gobierno en Galicia para exigir el traspaso de la AP-9 y su liberación de peajes).

Está claro que cuando se trata de llegar al poder hay que negociar y ceder. Pero debería haber unas líneas rojas claras, y en mi opinión se están sobrepasando y con creces. Es cierto que la alternativa -un pacto del PSOE con el PP y Ciudadanos- también defraudaría a muchos en muchas cuestiones, pero para mí, desde luego para todo lo que se está cediendo ante nacionalismos, mejor quedarse en la oposición. Y ante lo que está cediendo Ciudadanos con el PP, mejor continuar solo aun a costa de estrellarse en las elecciones, que desfigurarse como opción electoral y no diferenciarse en nada del PP.

Está por ver si a Podemos le compensa estar en el gobierno. De momento los anticapitalistas ya se van a dar de baja. Para ellos es demasiada contradicción aceptar por ejemplo la monarquía. Veremos si para el resto de integrantes de Podemos las incoherencias no acaban siendo demasiadas. Pero está bastante claro que su proclama inicial de asaltar los cielos y de superar a izquierda y derecha, ha quedado en mera propaganda, y ahora no son más que el apoyo del PSOE para aplicar ciertas medidas progresistas, que está por ver lo profundas que pueden llegar a ser.

1 comentario:

Anónimo dijo...


Se trata de un buen análisis. Yo creo, de todos modos, que la izquierda española se ha hundido. Y se ha hundido por respaldar al Cuquito que va a lo suyito por un lado y claudicar y abdicar de sus planteamientos por otro.

Unidas Podemos presenta a la monarquía parlamentaria como un sistema de súbditos de reyes. Algo inaceptable también para los que creen que con esa monarquía están mucho mas protegidos contra dictaduras que con la República. Y a la historia me remito.Porque da la casualidad de que el acceso de todos a la Jefatura del Estado, con ser muy igualitario en la teoría no lo es en la práctica, y ahí están los casos de dictadores incluso hereditarios. Se es mucho mas súbdito de un dictador que de un monarca parlamentario. De este no se es nada súbdito, del primero sí.

Así como Ciudadanos, partido bisagra que no es percibido como tal sino como una extensión del PP, pues además asi es presentado por la izquierda, ha ligado su suerte a la del PP. Así como a Vox lo presentan como fascista y ultra, otro tanto ocurre con la izquierda desde que cayó en lo mismo que critica a la Iglesia Católica: El escándalo. Es el no hagáis lo que yo hago sino lo que yo os digo.

¿Que yo tengo 40 pisos, una fortuna inmensa, un cochazo, vivo en zona residencial cara o se me ve un restaurantes y hoteles de cinco estrellas? Es igual, eso solo escandaliza si lo hace la derecha, pongamos que de Guindos cuando compra para su hija una mansión en un pueblecito bien comunicado con Madrid. ¿Que tengo asesores para pagar menos impuestos, solo faltaría que no los pagase o que rescindo contratos siendo de izquierdas? Es que una cosa es ser de izquierdas y otra tonto.

El auténtico escándalo es tener una enorme fortuna, tanto como quince millones de españoles. Lo demás, como es legal se justifica, pero la enorme fortuna no, por mas legal que sea. Es la doble vara de medir y los impuestos, progresivos evidentemente, deben ser pagados por todos. De fortuna grande, mediana o pequeña.

¿Que hay que pactar cediendo a uno que dice que no sabe si ha tenido un hijo o una hija, que hay que esperar a que el bebé crezca y se defina -y no me refiero a ningún tipo de malformación- pues se pacta. ¿Que España corre riesgos gravísimos? Es igual, no es lo mas grave que pasa en el mundo.

Recuerdo que la Segunda Guerra Mundial, contra lo que solemos creer, no empezó el día en que Hitler invadió Polonia sino cuando empezó a decir que los judíos no eran alemanes.

¿Que hoy nos dicen que no se puede ser catalán y español o vasco y español? Es igual, si un país se rompe a tiros es porque sus ciudadanos no son civilizados. Da igual lo que digan las leyes o que veamos lo ocurrido en Los Balcanes o entre hutus y tutsis. Hay que mirar al Bréxit ¿Tiene algo que ver la UE con un país? o a la partición Checoeslovaca o a Quebec, bueno a ese no que elaboró la Ley de Claridad. Ya no interesa el referéndum.

La izquierda española actual va a durar lo que tarde en salir un partido político de izquierda antinacionalista. Hay mucha gente que podría liderarlo y Vd. ha indicado a alguno: Nart, Garicano, Pagazaurtundúa, Martu Garrote, Martínez Gorriarán, Carreras, Pedro Gómez...

Así el PSOE ha decidido suicidarse con Sánchez y a lo mas que puede esperar es a alcanzar un techo de 100 diputados, un tope como el del PP. Y Podemos,al igual que Ciudadanos o Vox, a un techo de 50. ¿Por abajo? ¡Ay Dios por abajo!