jueves, 25 de mayo de 2023

El circo electoral

 Se aproximan las elecciones municipales, y no deja de sorprender que prácticamente se hable de cualquier cosa menos de los problemas de cada municipio. Los grandes partidos se centran en el debate nacional. Mientras el PSOE se lanza a prometer medidas sociales (curioso el momento elegido cuando llevan cuatro años gobernando, se ve que no han tenido tiempo hasta ahora), el PP se centra en descalificar al PSOE por su relación con Bildu. La izquierda de Podemos y Sumar continúa su guerra particular, Ciudadanos lucha por subsistir, Vox por diferenciarse del PP, y los únicos que parecen centrados realmente en las elecciones locales son los partidos regionales, ya sean nacionalistas o no.

Mención aparte merecen ciertos alcaldes que llevan mucho tiempo en el poder y siguen revalidando su mayoría por un margen muy amplio. Será porque algo hacen bien y la ciudadanía lo valora. Y además de signos políticos diferentes. Ahí tenemos a Abel Caballero, alcalde de Vigo por el PSOE desde 2007, y desde 2015 con mayorías absolutas. O Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra por el BNG desde 1999, y Ángel García Seoane, alcalde de Oleiros por Alternativa dos Veciños desde 2003, por nombrar algunos.

Empezando por el PSOE, Sánchez no ha hecho otra cosa que llenarse la boca de promesas de cara al futuro: Más inversión en sanidad (atención primaria y salud mental), en vivienda (más oferta de vivienda pública, aval para los jóvenes), e incluso en cultura (cine a dos euros los martes para mayores de 65 años) y transporte (descuentos para los jóvenes en trenes y autobuses).


A nadie se le escapa que estas propuestas se hacen en este momento para tratar de dar un impulso a la campaña electoral. Lo curioso es que lo haga un partido que está en el gobierno. Si tan buenas propuestas son, ¿por qué han esperado hasta la campaña electoral para ponerlas encima de la mesa? ¿Por qué no las han aplicado antes? ¿No será que el bienestar de los ciudadanos les importa poco y lo que realmente les importa es ganar las elecciones por el mero hecho de continuar en el poder? ¿Cómo esperan de esta forma tener credibilidad?

Y además, estas propuestas podrían tener sentido en unas elecciones nacionales. Pero en las municipales, ¿a santo de qué? Parece como si no tuviesen propuestas locales o regionales y tuviesen que recurrir a propuestas nacionales para suplir sus carencias.

Insisto. Si tanto les preocupa la sanidad, que hubiesen hecho más durante los 4 años que llevan de gobierno. El problema de la salud mental lleva ahí muchos años y solo se acuerdan de él ahora. Curioso. Bienvenido sea, mejor tarde que nunca, pero no por ello deja de ser sospechoso que curiosamente lo anuncien en campaña electoral. Lo mismo con la atención primaria. Anda que no ha habido huelgas de médicos denunciando esta situación. Y el gobierno no había mostrado el más mínimo interés hasta ahora.

Estaría bien que fuese una política continuada de gobierno, y no algo que se anuncie para subir en las encuestas o ganar votos, y una vez que han pasado las elecciones se olviden de ello. Ahí está por ejemplo la gestión del bono de alquiler joven, que año y medio después de ser anunciado, apenas ha llegado a un 7% de los solicitantes, y hay CCAA en las que no ha llegado aún a ninguno.

Lo mismo con la vivienda. Llevamos años con muchas dificultades para que los jóvenes accedan a la vivienda. Y parece que el PSOE solo se acuerda de eso en campaña electoral. Podemos, que no son santo de mi devoción, han estado insistiendo durante mucho tiempo para que el PSOE limitase el precio del alquiler, algo a lo que finalmente han cedido, pero no será por convicción del PSOE, sino por insistencia de Podemos.


De todos modos dudo que la limitación del precio del alquiler vaya a ser la solución, porque ya sabemos que hecha la ley hecha la trampa. Los caseros cobrarán en negro una parte, y el precio oficial del alquiler estará limitado. Y al que se le ocurra no aceptar la jugada, pues se quedará sin alquilar casa.

Por ello lo de la oferta de vivienda pública o el aval para los jóvenes me parecen medidas más acertadas. Pero anda que no han tenido tiempo para ello. Una lástima que solo se acuerden de eso a escasos meses de las elecciones nacionales cuando se prevé que el PP llegue al gobierno apoyado por Vox. Porque muy posiblemente el PP no siga por esa senda y el asunto quede bloqueado. Seguramente por eso lo hagan, para decir que si se vota al PSOE se continuará con ese camino. Pero no cuela. Han tenido cuatro años para hacerlo y solo ahora se acuerdan de ello. Pues mira, si lo hubiesen hecho desde el principio, y no se hubiesen centrado en leyes ideológicas que lo único que hacen es polarizar a la sociedad, como pueden ser la ley trans, la del bienestar animal, o la del solo sí es sí, tal vez el PP no fuese primero en las encuestas, y el PSOE no tuviese que recurrir a anuncios de última hora para intentar salvar la poltrona.

Que habrá hecho cosas bien el PSOE no lo niego. Pero son mínimas y muchas empujadas por Podemos. No hay más que recordar la reforma laboral, que se aprobó por un voto de un diputado del PP que se equivocó al votar, y fue en gran parte debido a la oposición del PSOE, que quería a toda costa un acuerdo con los empresarios y eso llevó a que la reforma se suavizase tanto que puso a Bildu, ERC, el BNG, y los sindicatos nacionalistas de la CIG, ELA y LAB en contra de la reforma por considerarla insuficiente.

El aumento del salario mínimo es otro asunto en el que Podemos ha estado presionando al PSOE para que lo subiese, porque siempre el PSOE quería subirlo menos de lo que demandaba Podemos.

Así que mejor que el PSOE no venga ahora hablando de que son un gobierno de progreso y de que gracias a ellos hay medidas sociales, porque si las hay ha sido gracias a la presión de Podemos, no a la buena voluntad del PSOE. Por ejemplo, la ley mordaza del PP al final no se pudo reformar por la negativa del PSOE a ceder a las pretensiones de sus socios.

De todos modos tampoco debería sorprender. El PSOE, siempre que ha gobernado, ha decepcionado. Pasó con Felipe González, pasó con Zapatero, y ha pasado con Pedro Sánchez. La política económica y social de los gobiernos del PSOE ha estado muy lejos de lo que se podría considerar una política de izquierdas. Aún reconociéndoles ciertas cosas como la sanidad universal, las ayudas a la dependencia, el aumento del salario mínimo, los ERTE (que salvaron muchos puestos de trabajo durante la pandemia, y que probablemente si hubiese gobernado el PP habría habido mucha gente despedida), o la contención del precio de la energía (gracias a la excepción ibérica negociada con persistencia por Sánchez), lo cierto es que sigue habiendo muchas deficiencias en esto que denominamos estado del bienestar. 


(En este gráfico se puede apreciar cómo el precio de la energía en España es manifiestamente inferior al de Francia, Italia o Alemania tras la entrada en vigor de la excepción ibérica, por mucho que le pese al PP).

Por ejemplo en los descuentos por transporte público para los abonados, no se propusieron hasta que hubo una crisis energética importante y la gasolina estaba muy cara. ¿No podrían haberlo hecho antes ya que tanto dicen preocuparse por el medio ambiente? Parece que les interesaba más hacer caja. En fin, esperemos que esos descuentos en transporte se extiendan en el tiempo y también a todos los viajeros, no solo a los jóvenes o a los abonados.

Basta con ver también el número de huelgas que se han convocado o amenazado con convocar, en sanidad por la falta de médicos en atención primaria, en la inspección del trabajo y en la seguridad social por la falta de recursos humanos para ofrecer un servicio mínimamente de calidad al ciudadano, los interventores y secretarios de los Ayuntamientos que están amenazando con huelga por la escasa oferta de empleo público presentada, o en justicia por la falta de recursos y la pérdida de poder adquisitivo de este colectivo.

Y no vale con decir que no hay dinero, porque como se ha demostrado con los anuncios en campaña del PSOE respecto a sanidad y vivienda, o con las negociaciones que ha tenido con los jueces y letrados para subirles el sueldo, y con los empleados de la seguridad social para incrementar los puestos de trabajo, dinero hay. Lo que faltaba era voluntad política.

Por cierto que lo de dejar a dos euros la entrada de cine a mayores de 65 años los martes es una medida populista destinada a incrementar el número de votos se mire como se mire. Si el PP hubiese propuesto eso, no tengo ninguna duda que el PSOE les habría acusado de populistas.


Hablando un poco del PP, es indignante cómo les gusta recurrir a ETA cada vez que pueden. Es cierto que esta vez Bildu se lo ha puesto en bandeja al incluir en las listas electorales a 44 personas que fueron condenadas en su día por pertenencia a ETA, 7 de ellas con delitos de sangre.

El PP sabe perfectamente, o al menos debería saberlo, porque no creo que sean tontos, que un ciudadano una vez ha cumplido su condena y ha pasado el tiempo de inhabilitación que esta conlleva, se puede presentar sin ningún problema a las elecciones para ser elegido, como así ha confirmado la fiscalía. El hecho de que alguien sea condenado, sea por el motivo que sea, no conlleva que esa persona, una vez haya cumplido su condena y la inhabilitación que conlleva, no pueda en su vida volver a presentarse a las elecciones, o acceder a un puesto público, por ejemplo.


La condena tiene un fin que es el de la reinserción en la sociedad. No puede ser que alguien que haya sido condenado y que ha cumplido su condena, esta le persiga durante toda su vida y no le permitan trabajar porque fue condenado en su día. Eso sería doble condena. Una vez que han saldado sus cuentas con la justicia, tienen el mismo derecho que todos los demás a trabajar y a presentarse a las elecciones si así lo consideran.

Otra cosa bien diferente es que hay un partido político que considere ético presentar a personas condenadas por terrorismo en sus listas electorales. Eso ya es un tema muy distinto. Entramos dentro de la ética y no de la legalidad. Pero si hay un partido que le parece bien dejar a esas personas presentarse, es asunto suyo, y es asunto de los electores el votarles o no.

Por supuesto la oposición podrá denunciarlo, desde un punto de vista ético, y el PP puede reprochar si quiere que el PSOE se apoye en Bildu para ciertos asuntos (aunque el PP también ha votado con Bildu otras cosas, básicamente porque son cosas que apoya todo el mundo, y no son tan estúpidos como para decir que si Bildu vota a favor ellos votan en contra). 

Pero lo que no cabe de ninguna manera es que el PP diga que es ilegal, como ha dicho Ayuso, y que Bildu tiene que ser ilegalizado. Los tribunales ya dejaron claro en su día que esto no es así, y que el PP vuelva con ello, obedece no a una convicción jurídica, sino a una estrategia electoral para movilizar a su electorado, desactivar a Vox, y que al hablar de ello se perjudique al PSOE.

En resumen, al PP le importa bastante poco quien vaya en Bildu o deje de ir. Lo que le importa es explotar el asunto, porque saben que es un tema que polariza a la sociedad, y que les beneficia.

Me da pena porque el PP podría estar dedicándose a hacer una campaña constructiva, en el sentido de señalar los problemas que hay y proponer soluciones, ya fuese a nivel local o regional, o incluso nacional si quisiesen. Pero no estamos oyendo hablar nada de las propuestas del PP. Lo único que oímos es hablar de ETA, de Bildu, y de lo malo que es Sánchez. Les podrá servir para el votante que duda entre Vox y el PP, pero así no van a captar al votante de centro, que ante la debilidad manifiesta de Ciudadanos y la cercanía del PSOE a los partidos nacionalistas, lo más probable es que se abstenga o vote nulo o en blanco.

Habrá que esperar a que pasen las elecciones y veamos los resultados, pero lo más probable es que el espacio a la izquierda se vaya aclarando y Sumar vaya creciendo y Podemos vaya menguando. ¿Hasta cuánto? Pues posiblemente Sumar consiga atraer a Compromís y Más País, y llegar en las generales a unos 40 escaños aproximadamente, mientras que Podemos, si va en solitario, dudo que lleguen a 10 escaños. Pero claro, si el PSOE baja de 100 escaños como es probable, lo tendría muy complicado para gobernar. Feijoo tratará de buscar el apoyo del PSOE para no depender de Vox. Pero al no ser que haya una hecatombe en el PSOE y se desplace a Sánchez de la cúpula, cosa que tampoco es descartable, lo más probable es que tenga que negociar con Vox si quiere gobernar. Y ahí habrá que ver cuánto está dispuesto a ceder el PP y cuánto está dispuesto a apretar Vox. Me da que lo más probable es que Vox se conforme con abstenerse, o con votar a favor sin entrar en el gobierno, con tal de librarse de Sánchez en el poder.

Mención aparte merece el escándalo que está sucediendo en Melilla con el voto por correo. Parece ser que no es algo nuevo en absoluto, y que venía siendo práctica habitual la compra de votos. Esto es, que el partido Coalición por Melilla ofreciese dinero a gente para que votase por su partido, especialmente en el voto por correo. Pero no solo Coalición por Melilla. También se ha detenido a gente vinculada al PP.


Sin duda es muy grave, y ya era hora de que se pusiese coto a esta práctica. Hay quien dice que Marruecos está de alguna forma detrás de esto y que le interesaba que Coalición por Melilla ganase en su territorio. No sé hasta qué punto será real. Lo que sí parece bastante evidente es que esta práctica, poco habitual en España (aunque no única de Melilla como se ha comprobado recientemente en Mojácar, Almería, con detenciones de candidatos del PSOE), es en cambio muy habitual en otros países como México, donde hay gente que prefiere recibir dinero antes que votar libremente.

Lograr que el voto sea totalmente libre es bastante complicado. Siempre se han oído historias de ancianos sacados del asilo para ir a votar, o de excursiones organizadas para ello. Por no hablar de la abismal diferencia que hay entre partidos políticos a la hora de la campaña electoral, según el dinero que tengan, y de su presencia en las mesas electorales, según los militantes que tengan. Eso debería estar más regulado para que hubiese más igualdad, pero claro, a los partidos grandes no les interesa. Por eso se encargan de poner todas las trabas posibles a los partidos pequeños, empezando por la ley electoral que establece la provincia como circunscripción territorial para las elecciones generales, o que impone lista de firmas a los partidos nuevos para poder presentarse.

Volviendo a Coalición por Melilla, resulta que son aliados de Sumar. De momento les han dejado suspendidos. Veremos por cuánto tiempo. Tampoco es de extrañar, porque entre otros aliados cuentan con Més, de las Islas Baleares, partido nacionalista donde los haya, que imponen el catalán más incluso que en Cataluña. En resumen, Sumar no es más que un Podemos 2, con una cara más amable y un discurso más suave, pero va a seguir compuesto de pequeños partidos y facciones con diversos intereses, y mantener todo eso unido y homogéneo va a ser harto complicado.

Por cierto que recuerdo que había cierto sector de la izquierda que pedía la ilegalización del PP por corrupción. Entre unos que piden la ilegalización de Bildu, otros la ilegalización de los partidos comunistas, otros la del PP, otros la de los partidos nacionalistas o independentistas, otros la de Vox y los partidos de extrema derecha, y otros la del PSOE por sus vínculos con el GAL y la corrupción, al final nos quedaríamos sin partidos políticos. Mejor convivir todos. No tienen por qué gustarnos las ideas del otro, ni sus prácticas, pero eso es democracia. Y la ley no se puede adaptar para ilegalizar a quien yo quiera y dar vía libre a quien me interese. Tiene que ser justa y para todos igual. Y creo que la actual ley de partidos está bien como está y no hace falta modificarla.

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