martes, 20 de diciembre de 2022

El fracaso del juego de España en el Mundial 2022

 Ya en abril de 2021, antes de que se celebrase la Eurocopa, escribí una entrada sobre el estancamiento de España en el fútbol de toque.

Por suerte, la Eurocopa salió medianamente bien (España llegó a semifinales y con posibilidades de llegar a la final), pero el Mundial ha salido bastante mal y la Federación ha decidido prescindir de Luis Enrique.

De nada sirve tener la posesión un 80% si luego no se tira a puerta. En el fútbol gana quien más goles marca, no quien más rato tiene el balón. Esto es obvio, pero parece que hay que recalcarlo, ya que algunos siguen empeñados en la posesión, posesión y posesión.

¿Cuándo es la última vez que se recuerda que España realizó un contraataque? En la final de este Mundial, Argentina marcó el tercer gol en la prórroga con "un contraataque de manual", en palabras del locutor de televisión española. Recuperan el balón en defensa, dan 5 pases rápidos y precisos, y marcan. Sencillo, efectivo, directo.

(Este vídeo con los goles del Real Madrid en la octava copa de Europa que logró, es un perfecto resumen del fútbol de ataque. El primer gol llega con un remate de cabeza tras un centro al área de un lateral. ¿Cuándo se ha visto en este Mundial a los laterales de España tan arriba? Nunca. ¿Y centros al área? Muy pocos. El segundo gol llega con un disparo desde atrás de un centrocampista (McManaman) tras un saque de banda ofensivo de Roberto Carlos. ¿Cuándo ha hecho España saques de banda ofensivos en este Mundial? Nunca. Siempre que sacaba de banda lo hacía hacia atrás. ¿Cuándo han disparado sus centrocampistas desde atrás? Nunca. Y el tercer gol finalmente es un contraataque en el que Raúl se va solo y marca).

 

España en cambio, cuando tenía la posibilidad de contraatacar, se frenaba, dando tiempo a que se organizase la defensa rival, haciendo más difícil llegar a portería. En el fútbol, como en la guerra, de lo que se trata es de sorprender al enemigo. Si el enemigo sabe que vienes, se atrinchera, prepara su defensa para que no pases. Pero si atacas al enemigo cuando no se lo espera, es mucho más fácil asestar un buen golpe. España sin embargo parece que ha renunciado a ello. Por eso nos cuesta tanto hacer gol.

Hay quien señala que los jugadores que tenemos no son de primer nivel. Es cierto que no llegan a donde estaban Villa, Iniesta, Torres, Ramos o Xabi Alonso. Pero aún así nos daba para llegar a más de lo que hemos hecho.

El problema es que, al menos en España, se juega cada vez de forma más defensiva. Basta con analizar el once inicial de España ante Marruecos, y compararle con el de Francia o el de Argentina en la final.

Si observamos, Francia salió con un centro del campo compuesto por Tchouaméni, Rabiot y Griezmann, y un ataque compuesto por Giroud, Mbappé y Dembélé. Es decir, un centrocampista defensivo como Tchouaméni, un centrocampista todoterreno como Rabiot, y un media punta como Griezmann en el centro del campo. Y en ataque un delantero centro y dos extremos.

Argentina por su parte salió con un centro del campo compuesto por De Paul, Mac Allister y Enzo Fernández, y una delantera compuesta por Di María, Messi y Julián Álvarez. Es decir, un centro del campo formado por 3 centrocampistas todoterrenos, y un ataque compuesto por un delantero centro, un extremo y un media punta.

España en cambio, salió con un centro del campo compuesto por Busquets, Pedri y Gavi, y un ataque compuesto por Dani Olmo, Asensio, y Ferrán Torres. Es decir, un centro del campo compuesto por un centrocampista defensivo y dos centrocampistas todoterreno, y un ataque compuesto por 3 extremos que también podrían jugar de centrocampistas.

 


(El ataque demoledor de Francia, compuesto de izquierda a derecha por Mbappé, Griezmann, Giroud y Dembélé).


La diferencia es abismal. Dani Olmo (este año 1 gol en 10 partidos de liga y ninguno en 2 partidos de Champions), Asensio (este año 1 gol en 9 partidos de liga y 2 goles en 6 partidos de Champions) y Ferrán Torres (este año 2 goles en 13 partidos de liga y 3 goles en 5 partidos de Champions) no son delanteros. Son jugadores de ataque, sí, pero que crean jugadas, no que las rematan. El único rematador que tuvo España en todo el Mundial fue Morata (este año 5 goles en 14 partidos de liga y ninguno en 5 partidos de Champions). 

Hasta Francia, que juega con un extremo como Mbappé que marca goles hasta sin querer (este año 12 goles en 14 partidos de liga y 7 goles en 6 partidos de Champions), contaba también con un delantero centro como Giroud (este año 5 goles en 13 partidos de liga y 4 goles en 6 partidos de Champions), un extremo como Dembélé (este año 4 goles en 14 partidos de liga y 1 gol en 6 partidos de Champions) y un media punta como Griezmann en el once inicial (este año 5 goles en 14 partidos de liga y 1 gol en 6 partidos de Champions). 

Argentina, que cuenta con un media punta como Messi que se harta a marcar goles (este año 7 goles en 13 partidos de liga y 4 goles en 5 partidos de Champions), tenía también a un delantero centro como Julián Álvarez (este año 3 goles en 12 partidos de liga y 2 goles en 6 partidos de Champions). 

Por hacer un simil, es como si España jugase con tres Dembelés, o tres Di María en ataque (este año 1 gol en 7 partidos de liga y ninguno en 3 partidos de Champions). Y como si en el centro del campo jugase con Tchouaméni, Enzo Fernández y McAllister. Así es imposible.

Si  Luis Enrique hubiese convocado a más delanteros puros, como Iago Aspas (este año 7 goles en 14 partidos de liga) o Borja Iglesias (este año 8 goles en 14 partidos de liga), España habría tenido más opciones de gol. Recuerdo que uno de los argumentos de Luis Enrique para no llevar a Raúl era que no estaba entre los delanteros españoles que más goles marcaba. Pues bien, Borja Iglesias y Iago Aspas sí que lo están, y Luis Enrique no les ha llevado. No tiene ni siquiera la excusa que tenía Aragonés para no llevar a Raúl.

 

(Iago Aspas y Borja Iglesias, en la época en la que ambos estaban en el Celta de Vigo).

Si uno de los problemas que tiene España es que le cuesta hacer gol, tú no puedes dejar fuera de tu convocatoria a los dos hombres que tienen más gol de España. Porque está muy bien tratar de crear ocasiones, pero está aún mejor finalizar esas ocasiones con un gol. Y si España no tiene a nadie que remate, mal vamos.

A Luis Enrique le gusta mucho hablar muy bien del centro del campo de España. Pero sinceramente, tener el balón, recuperarlo, y dar pases en horizontal, no lo es todo. Los centrocampistas deberían ser creativos, dar pases en profundidad, llegar desde atrás y disparar. Por eso Francia colocó ahí a Griezman. Porque no tenía a Pogbá, que estaba lesionado, y podría haber jugado en esa posición. El juego de Croacia por ejemplo reside en Modric, precisamente por los pases que da generando ocasiones. Nada de eso se ha visto ni con Pedri ni con Gavi. Es cierto que son jugadores jóvenes. Pero tal vez se podría haber optado por otros jugadores con más creatividad, como Fabián o Canales, por ejemplo. O por retrasar a Dani Olmo o Asensio. 

En definitiva, un ataque compuesto por Morata, Borja Iglesias y Iago Aspas, y un centro del campo compuesto por Rodri, Canales y Dani Olmo, unido a unos laterales audaces como Azpilicueta y Marcos Alonso, habría sido mucho más ofensivo y vertical que lo que vimos ante Marruecos. Puede que hubiésemos perdido algo de posesión, pero como hemos visto, de nada nos sirve tener la posesión si no disparamos a puerta.

De este modo, lo único que hemos tenido ha sido centrocampistas que tenían el balón pero que no generaban peligro, y atacantes que intentaban llegar al área pero que no tenían a nadie que rematase.

Y todo esto por no hablar del riesgo más absoluto que es jugar en defensa el balón en corto cuando te están presionando, con el riesgo evidente de que te lo roben o de realizar una mala entrega. Es como si en una trinchera los soldados se estuviesen pasando una granada entre ellos, en vez de lanzarla al enemigo, con el evidente riesgo de que se caiga y explote.

De lo único salvable de esta etapa de Luis Enrique al frente de la selección, destacaría la incorporación de Laporte en la defensa y de Unai Simón en la portería. 

En fin, espero que al menos algo de todo esto lo pueda cambiar el nuevo seleccionador Luis de la Fuente. Habrá que estar atento a la convocatoria que realice en Marzo. Como mínimo debería llamar a Iago Aspas y Borja Iglesias, e intentar jugar más vertical y con más balones al área buscando el remate.

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