Israel ha vuelto a cruzar una nueva línea al realizar un ataque contra la cúpula de Hamás en Doha, capital de Qatar, cuando esta estaba reunida para discutir la última oferta de alto el fuego presentada por EEUU.
¿Desde cuándo se dispara a la parte con la que estás negociando? ¿Para qué negocias con ellos si planeas eliminarlos? Esto demuestra claramente que a Israel no le interesa llegar a un acuerdo con Hamás, y que la razón de que no se llegue a dicho acuerdo, lejos de residir en supuestos obstáculos o reticencias presentados por Hamás, está principalmente en que la cúpula del gobierno israelí no quiere llegar a dicho acuerdo.
Y digo cúpula porque no todos en el gobierno israelí piensan de la misma forma. El Mossad (los servicios de inteligencia de interior) estaba en contra de lanzar dicho ataque contra la cúpula de Hamás en Doha porque insistían en que era posible llegar a un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes.
La oferta de EEUU presentada en forma de ultimátum instaba a Hamás a liberar a todos los rehenes el primer día de alto el fuego, y posteriormente establecer negociaciones para la liberación de presos palestinos y la salida del ejército israelí de la franja.
Eso, más que una negociación parece una rendición, porque nadie que tenga rehenes acordaría liberarlos el primer día sin haber llegado antes a un acuerdo global, ya que perdería su principal baza negociadora. Y aún así, la cúpula de Hamás se había reunido para discutir esta última oferta, muestra de que están realmente interesados en llegar a un acuerdo.
(De izquierda a derecha y de arriba a abajo, los principales líderes de Hamás que se reunieron en Qatar: Zaher Jabarin, Jaled Meshal, Jalil Al Hayya, Muhammad Darwish, y Nizar Awadallah. Recordemos que tras el asesinato de Haniya en Irán, Hamás decidió no nombrar a un sucesor sino optar por una dirección colegiada del movimiento entre sus principales líderes, precisamente para evitar convertirse en objetivos de Israel).
De Israel en cambio no se puede decir lo mismo. Porque no ha sido solo este ataque. También lo fue que la oferta de alto el fuego previo que presentaron Qatar y Egipto basándose en los requisitos presentados por Israel y que había sido aceptada por Hamás, ni siquiera mereció una respuesta por parte de Israel, que la ignoró y puso nuevas condiciones sobre la mesa, como ha venido haciendo desde que rompió el último alto el fuego.
Esta oferta de Qatar y Egipto acordaba una liberación paulatina de rehenes a medida que iba avanzando la negociación. No muy lejos de lo acordado en el anterior alto el fuego, que precisamente rompió Israel. En dicho alto el fuego, tras haberse cumplido la primera fase de liberación parcial de los rehenes y de prisioneros palestinos, Israel y Hamás debían negociar un acuerdo más amplio que condujese a la salida de Israel de Gaza. Sin embargo dichas negociaciones nunca comenzaron, porque Israel se negó a ello instando a Hamás a que liberase al resto de los rehenes, condición que no figuraba en el acuerdo de alto el fuego, al que se había llegado precisamente por presión de Trump, que quería, y consiguió, comenzar su mandato con un alto el fuego en Oriente Próximo.
Pues bien, Israel, como digo, acabó rompiendo dicho alto el fuego y desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar. Si bien durante el mandato de Biden ya había sobrepasado límites inimaginables hasta entonces, comenzando con el asesinato de Ismail Haniya, líder de Hamás, en Irán, y posteriormente de Nasrallah, líder de Hezbollah, en Líbano, y pasando por explotar remotamente los buscas que utilizaban los milicianos de Hezbollah y el asesinato de Yahya Sinwar, principal líder de Hamás en Gaza, durante el mandato de Trump Israel logró la eliminación de buena parte del resto líderes de Hamás en Gaza como Mohamed Sinwar, hermano de Yahya, y Mohamed Deif, para seguir con la hambruna provocada en la franja al impedir el acceso de ayuda humanitaria, y finalmente atacar a la cúpula de Hamás en Qatar ¡precisamente cuando están discutiendo un alto el fuego!
Está claro que Israel ha logrado enviar al traste las negociaciones mediante este ataque. Aunque gran parte de la sociedad israelí pide llegar a un acuerdo para lograr la liberación de los rehenes, es evidente que al actual gobierno israelí esto le importa más bien poco, y que prioriza acabar con Hamás antes que lograr la liberación de los rehenes.
Y para eso no le ha importado atacar a Hamás en Qatar. Conviene recordar que la cúpula de Hamás decidió salir de Siria y refugiarse en Qatar en 2012 debido a la represión del régimen sirio contra su propia población, y que EEUU, quien cuenta con bases militares en Qatar, dio su visto bueno a esta recepción de Hamás por parte de Qatar, ya que creía conveniente disponer de un lugar seguro para poder negociar con Hamás llegado el momento.
A Israel poco le ha importado el rol de Qatar como mediador, el hecho de que sea un aliado de EEUU, o de que Hamás estuviese negociando la oferta de fuego. Han visto la oportunidad de atacarles, y se han lanzado a por ella.
Este ataque tiene paralelismos con el que realizó hace no tanto Israel sobre Irán para frenar su programa nuclear, y que fue respaldado por EEUU, precisamente en un momento en el que Irán estaba en la mesa de negociación para tratar de llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear.
La conclusión es evidente. Cuando EEUU te invita a negociar, debes extremar las precauciones, porque lo más probable es que te estén tratando de asesinar. O eliminar, empleando la jerga que utilizan para tapar sus crímenes. ¿Quién va a querer sentarse a negociar dados dichos precedentes? Normal que Qatar haya puesto en cuestión su rol de mediador dada la situación.
Obviamente la reacción de Qatar ha sido de enfado mayúsculo, y está tratando de coordinar una respuesta con países de la región. Se habla por ejemplo de poner en cuestión los acuerdos Abraham, por los que Marruecos, Bahréin, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos acordaron reconocer a Israel y establecer relaciones diplomáticas, tras mediación de EEUU en el primer gobierno de Trump. Después del ataque de Israel a Qatar, estos acuerdos podrían saltar por los aires, y desde luego alejar la posibilidad de que Arabia Saudí se sumase a los mismos.
Egipto por su parte, ha dicho que si una operación de tal calibre se desarrollase en su país lo considerarían como una declaración de guerra. Conviene recordar que Egipto fue el primer país árabe en establecer relaciones con Israel, siendo Jordania el segundo.
Hay dudas sobre cómo realizó Israel el ataque y hasta qué punto EEUU estaba al corriente del mismo. Parece claro que se realizó mediante aviones militares F-15 y F-35, de fabricación estadounidense. Y cuando EEUU realiza ventas de este tipo de aviones, suele acordar reglas de utilización y almacenamiento, siempre supervisando cómo se utilizan y dónde se almacenan. Con lo cual parece bastante complicado que no supiesen que esos aviones estaban despegando de Israel en una misión especial.
Según Trump, Israel no avisó al pentágono (la cúpula militar de EEUU), y este a él, hasta que el ataque estaba a punto de llevarse a cabo, en cuyo momento decidió ordenar que se avisase a Qatar, quienes supuestamente habrían podido avisar a los líderes de Hamás, gracias a lo cual consiguieron salvar la vida, aunque Qatar ha dicho que solo fueron avisados por EEUU cuando ya se estaba realizando el ataque. No obstante, hay diferentes versiones al respecto. Por ejemplo se dice que en el momento del ataque los líderes de Hamás se encontraban rezando, y habían dejado sus teléfonos móviles en otro lugar, que fue el que atacó Israel creyendo que era donde se encontraban.
En cualquier caso el ataque se cobró la vida de 6 personas, principalmente guardaespaldas y cargos inferiores de Hamás, así como familiares de los líderes, incluido el hijo de Al Hayya.
(De izquierda a derecha, y de arriba a abajo, los cinco miembros de Hamás asesinados en el ataque: Humam Al Hayya (hijo de Jalil Al Hayya), Jihad Labad (director de gabinete de Al Hayya), Abdullah Abdul Wahid (guardaespaldas), Ahmed al Mamiuk (guardaespaldas) y Moamen Hassouna (guardaespaldas). La sexta víctima, que no figura en la foto, es miembro de las fuerzas de seguridad de Qatar)
Una de las principales dudas está en el rumbo que siguieron los aviones para realizar el ataque. Hay quien dice que atravesaron Jordania y Arabia Saudí, lo que pondría en una situación comprometida a ambos países, ya que sus radares deberían haber detectado estos aviones militares y deberían haberse coordinado con ellos, pues de lo contrario podrían considerarles una amenaza e intentar derribarles. Jordania ha negado estas afirmaciones asegurando que los aviones israelíes no sobrevolaron su territorio.
También hay quien dice que el rumbo fue a través de Siria e Irak, lo que podría tener más sentido, ya que Siria a día de hoy carece de medios suficientes como para obstaculizar el vuelo de aviones israelíes. Recordemos que día sí y día también Israel está bombardeando Siria a su antojo, buscando imponer su agenda y anexionarse territorio con la excusa de proteger a la población drusa, y que en dichos bombardeos acabó con gran parte del equipo militar del ejército sirio.
Irak por su parte cuenta con gran presencia militar de EEUU, con lo que resulta difícil de creer que pudieran tratar de obstaculizar el vuelo de dichos aviones.
Por otra parte también se alega que para realizar un trayecto tan largo, los aviones se ven obligados a repostar, es decir, a recargar combustible, y hay quien alega que aviones de EEUU y Reino Unido ayudaron en dicha tarea.
De este modo, la afirmación de que Israel realizó el ataque en secreto y
solo avisó a EEUU en el último momento, se tambalearía, ya que parece
bastante evidente que necesitarían soporte logístico para atravesar el
espacio aéreo de países árabes y recargar combustible.
Pero según oficiales del gobierno de EEU entendidos en la materia, en realidad los aviones se quedaron en el mar rojo y lanzaron desde allí misiles balísticos, con lo que los aviones no habrían tenido que atravesar espacio aéreo sirio, irakí, jordano o saudí.
Aún así, atacar a un aliado de EEUU sin avisarle previamente podría provocar una tormenta política considerable, con lo que es bastante probable que Israel al menos avisase de antemano a EEUU para obtener su beneplácito.
Trump ha dicho que no está contento con el ataque. Pero tampoco ha hecho mucho más por reprender a Israel. Uno no puede dejar de preguntarse qué quedó del Trump que decía que iba a acabar con todas las guerras. Parece bastante evidente que Netanyahu y Putin le están toreando a su antojo. Que Trump es el toro y le tienen a su merced, dándole capotazos y clavándole banderillas sin que realmente se entere de lo que está sucediendo. Está claro que Netanyahu está haciendo lo que le viene en gana, y Putin también. Y que a Trump parece importarle poco, o incluso que les deja hacer.
(Publicación satírica en la que se afirma que Putin y Netanyahu han logrado un acuerdo para repartirse la custodia de Trump, como si de un niño se tratase, correspondiéndole al progenitor Putin la custodia de Trump los días de entresemana, y al progenitor Netanyahu en cambio los fines de semana y las vacaciones).
Sí, de vez en cuando Trump dice que no está contento, o les amenaza, pero luego a la hora de la verdad acaba por no hacer nada y continuar dándoles carta blanca.
Esto lo que acaba provocando es un alejamiento de los demás países respecto a EEUU. En la última visita de Trump a la región los líderes árabes se preocuparon de agasajarle a base de bien, prometiéndole inversiones multimillonarias en EEUU y sin hablar absolutamente nada acerca de Palestina. Ya vemos de lo que ha servido. De nada, puesto que a Israel no le ha temblado el pulso a la hora de bombardar Qatar pese a las garantías que tenía este de seguridad con EEUU. ¿De qué sirven ahora esas garantías?
La lógica natural diría que los países de la región podrían bascular hacia la influencia de Rusia o China. Es decir, la política estadounidense de Trump de dejar hacer a Israel, está provocando que los países árabes dejen de ver a EEUU como mediador o figura relevante en la región, y en cambio sea visto como aliado indispensable de Israel.
Con la Unión Europea y la OTAN pasa parecido. Trump ha dicho en numerosas ocasiones que no está de acuerdo en que EEUU tuviese que ir en ayuda de algún país europeo si este es atacado, pese a que el artículo 5 de la OTAN le obligaría a ello. Los países europeos, conocedores de su propia debilidad, intentan agasajarle como he mencionado antes que hicieron los árabes, prometiéndole que van a incrementar su presupuesto de defensa hasta un 5% de su PIB ¡Cuando ni EEUU llega siquiera a esa cifra! O como Mark Rutte, secretario general de la OTAN, que le mandó un mensaje de felicitación y agradecimiento cuando EEUU bombardeó Irán. El nivel de peloteo que hay hacia este hombre es intolerable.
En la última cumbre de la OTAN a la que acudió Trump, el resto de países se preocupó mucho de hacerla de corta duración y de agasajarle para que no se enfadase o aburriese. Pero está claro que es la táctica equivocada. Putin y Netanyahu lo están demostrando. De nada vale ir de bueno con EEUU, porque en cuanto pueda te va a traicionar. Que se lo digan a Qatar. Es increíble como Trump se está cargando el sistema de alianzas que durante décadas forjó EEUU con Europa, Corea del Sur o Japón, utilizando los aranceles como arma. Parece que los antiguos aliados de EEUU son el enemigo, en vez de serlo Rusia o China.
Y está claro que Trump no está haciendo esto solo, sino que tiene detrás a un séquito lamentable pero numeroso de fieles seguidores que le vitorean y le dicen lo que quiere oír. Dentro de la sociedad estadounidense y más en concreto de la comunidad republicana, hay un espectro político dominado por el populismo y el aislacionismo que ha ido cobrando fuerza desde los tiempos de Sarah Palin, como ya analicé pormenorizadamente en un artículo en mi blog, y que hoy en día es mayoritario dentro del partido.
Si no estuviese Trump sería Vance o alguien parecido. Porque Marco Rubio por ejemplo, que es el secretario de Estado (equivalente al ministro de exteriores) está siguiendo la política de Trump a pies juntillas, pese a que se le considera más establishment, es decir, más tradicional y menos populista. Pues bien, Rubio ha llegado a amenazar con dar carta blanca a Israel para que se anexione Cisjordania si el reconocimiento de Palestina por parte de Francia y otros países continúa adelante.
Poco importa que una anexión de esas características sea ilegal. ¿Desde cuándo le ha importado a EEUU la legalidad? El propio Netanyahu lo ha dicho. El ataque que han realizado en Qatar no es diferente de los ataques que EEUU suele realizar en Afganistán o Pakistán, evocando específicamente el asesinato de Bin Laden, que llegó mediante un bombardeo de EEUU en Pakistán.
Es decir, EEUU ha empleado la guerra al menos desde tiempos de Bush hijo como recurso sin preocuparse nunca de que sus acciones entrasen dentro del derecho internacional o no. La invasión a Afganistán fue ilegal, igual que la de Irak, o de los bombardeos en Pakistán, que por cierto, continuó realizando Obama. De hecho fue bajo su mandato cuando se asesinó a Bin Laden. ¿Tan difícil habría sido organizar una redada para detener a Bin Laden y llevarlo ante la justicia si ya sospechaban donde residía? No, mejor bombardearle y asesinarle, en vez de convertirle en un prisionero político célebre.
(Gráfico que muestra el número de víctimas en ataques con drones autorizados durante los gobiernos de Bush (2004-2008) y Obama (2009-2015) en Pakistán. Por supueso todos muertos sin derecho a juicio ni abogado, directamente por orden del presidente mediante una bomba lanzada por aviones no tripulados)
Pues Israel está siguiendo ni más ni menos que los pasos de su maestro. Si EEUU nunca se ha preocupado de cumplir la legalidad internacional, ¿por qué debería hacerlo Israel? De hecho ambos países niegan la autoridad del Tribunal Penal Internacional. Y desprecian a la ONU. Anda que no hay resoluciones de la ONU instando a Israel a que cese la ocupación de Palestina. Resoluciones que para Israel no son más que papel mojado, ya que cuenta con el apoyo de EEUU que con su poder de veto bloquea cualquier sanción en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU que se pudiese dictaminar contra Israel.
EEUU bajo Trump ya ha dicho que no están interesados en la ONU y ha comenzado a salirse de determinados organismos como la UNESCO o la OMS, o de dejar de financiar a otros organismos, por no hablar de la campaña de desprestigio a la que han sometido al organismo de refugiados de la ONU para los territorios ocupados de Palestina, o a la relatora especial de la ONU para estos territorios, Francesca Albanese, a la que precisamente por su informe han sancionado y tachado de antisemita.
En resumen, a EEUU e Israel les importa un bledo la legalidad internacional, y actúan en consecuencia. Ante lo cual, Putin, como no puede ser de otra manera, dice que él tampoco tiene que respetar la legalidad internacional, y se lanza a tratar de tomar Ucrania por la fuerza bruta.
El doble rasero que hay ante la agresión ilegal de Rusia a Ucrania y el dejar hacer a Israel y EEUU en su "guerra contra el terror" es simplemente inaceptable.
Por esa razón se están dando tantos llamamientos al boicot de forma activa hacia Israel. En Eurovisión por ejemplo, ya hay países como Holanda, Islandia, Irlanda, Eslovenia o España que amenazan con no participar si se continúa permitiendo que Israel forme parte de la competición.
¿Por qué si se expulsa a Rusia no se expulsa a Israel? Muy sencillo, porque Israel cuenta con el apoyo de EEUU y los países europeos no quieren contrariarle. Mal hecho. Como he dicho antes, jugar la carta de peloteo con EEUU no conduce absolutamente a nada. Hay que mostrarse firmes y consecuentes con lo que uno cree. Y si Europa dice defender los derechos humanos y la legalidad internacional, tiene que ser para todos, no solo para los que interese.
El problema de Europa, como siempre, es que no es un solo país. Porque en EEUU por ejemplo, puede que el gobernador de California no esté de acuerdo con la política de Trump. Pero importa poco, porque California no tiene competencias en política exterior o en defensa. En cambio en Europa, estas competencias quedan en manos de los Estados, no de la UE. Con lo cual, cada Estado decide por sí mismo, lo que conduce a la división, ya que no todos los Estados opinan de la misma forma.
Les hay que son más duros con Israel, y quieren más sanciones y aislar a Israel para presionarle a detener el genocidio, como pueden ser Irlanda, España, Eslovenia, Suecia o Noruega. Les hay que tienen una postura intermedia de presionar a Israel pero siendo más cautos, como Francia, Bélgica, Holanda, Malta o Reino Unido. Y les hay quienes no ocultan su simpatía por Israel y se niegan a condenar lo que está realizando, y son reacios a reconocer a Palestina o sancionar o boicotear a Israel, como pueden ser Alemania, Hungría, República Checa, Grecia, o Polonia.
Todas estas diferencias no son fáciles de salvar, lo que explica el silencio atronador de la alta representante para la política exterior de la UE, Kaja Kallas. No obstante, en comparación con su predecesor, Josep Borrell, se puede decir sin miedo a equivocarse que a Kallas no parece interesarle lo más mínimo el conflicto entre Palestina e Israel, mientras que Borrell, quien tenía el mismo cargo, era mucho más activo a la hora de tratar de buscar compromisos e influir sobre la situación.
Esta inacción de Kallas hace que Von der Leyen sea quien lleva actualmente la voz cantante en la UE respecto al conflicto, y recientemente ha propuesto que se suspenda el acuerdo de asociación de la UE con Israel, que se aprueben sanciones contra los ministros extremistas del gobierno israelí, y que se suspenda la colaboración con Israel en ciertos programas como Horizon Europe. Puede parecer que no es gran cosa, pero al menos es un paso en la buena dirección. Sin embargo la complejidad de la UE no garantiza que esto se vaya a aprobar, ya que ahora lo deberán discutir los Estados, y como mencionaba antes, hay muchos que no quieren aprobar sanciones o cesar la cooperación con Israel.
Todo esto provoca que Europa no actúe con una sola voz, y por tanto debilita su papel en el panorama internacional.
Así pues no es de extrañar que ante la inacción de muchos gobiernos, sea la sociedad civil quien esté presionando al respecto. En el caso de Eurovisión, si finalmente se permite participar a Israel, no tengo ninguna duda que Israel volvería a ganar en el televoto del público, dada la importancia estratégica que Israel otorga a este concurso y los recursos que moviliza para asegurarse los votos, como ya expliqué más detalladamente en otro artículo.
Hay quien alega que no se puede mezclar cultura con política. Pero vuelvo a lo mismo, si se expulsó a Rusia se debería poder hacer lo mismo con Israel. Igual que con el deporte. Los deportistas rusos compiten con otra nacionalidad o como apátridas, y se ha expulsado a Rusia de ciertas competiciones. ¿Por qué no sucede lo mismo con Israel? Pues por lo que decía antes, porque los Estados que deben decidir sobre ello no se ponen de acuerdo.
Así, la sociedad civil es la que protesta y presiona al respecto, como se ha visto estos días en la Vuelta a España, donde a la acción de Figueres que ya comenté, le siguieron otras que provocaron incidentes de carrera. Algunos desafortunados que acabaron con la caída de algún ciclista, y otros más relevantes mediáticamente ya que lograron que la etapa del día tuviese que acabar previamente o modificar su recorrido para poder garantizar la seguridad, como sucedió en Bilbao, Galicia o Valladolid.
Hay muchos aficionados al ciclismo que están cabreados al respecto, y no les falta razón, ya que estos incidentes están desluciendo el espectáculo de la carrera. Pero también deberían comprender que las protestas han escogido la Vuelta a España precisamente por la visibilidad que tiene. Y es un claro ejemplo del boicot que se puede realizar o promover frente a Israel. Pues una de las razones de las protestas es la presencia de un equipo israelí en la Vuelta. Si no se hubiese permitido participar a ese equipo, la Vuelta habría transcurrido sin incidentes.
Hay quien alega que la Vuelta no le puede expulsar, y que es la UCI (el organismo internacional de ciclismo) quien debe hacerlo. Pero como sucede con Eurovisión, en el seno de la UCI no se ponen de acuerdo y mientras tanto Israel sigue compitiendo.
En cualquier caso hay que aplaudir las protestas en la Vuelta que están logrando visibilidad y que se hable del genocidio que está cometiendo Israel y del necesario boicot, siempre obviamente que no pongan en peligro la seguridad física de los ciclistas.
Otro tanto cabe decir sobre la flotilla humanitaria que salió de Barcelona y que pretende llegar a Gaza para tratar de romper el bloqueo comercial al que está sometiendo Israel a la franja y que está provocando una hambruna. Esta flotilla ya ha sido atacada en dos ocasiones en Túnez por drones israelíes, y está claro que Israel tratará de impedir que llegue a destino por todos los medios. Pero una de las cosas que demuestra es que la sociedad civil se está moviendo y empujando, presionando a los líderes políticos a que actúen para al menos lograr el levantamiento del bloqueo y conseguir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, que debería ser lo mínimo que tendrían que hacer.
Volviendo a Marco Rubio y su amenaza de permitir la anexión de Cisjordania por parte de Israel, esto por lo que se traduce también es por la confirmación definitiva de que Israel no busca la paz. Y ya no hablamos solo de la paz en Gaza, sino de la paz en general con Palestina.
Recientemete ha habido una votación en la asamblea general de la ONU en la que se ha abogado por una solución al conflicto que pase por dos Estados, uno de ellos palestino. Solo ha habido 10 votos en contra, entre los cuales están Israel, EEUU, Hungría y Argentina, así como 12 abstenciones, entre quienes podemos citar a la República Checa. Todos los demás han votado a favor, incluyendo por ejemplo a Grecia, Italia, Alemania o Polonia, quienes tradicionalmente han estado más cerca de Israel. Esto lo que supone es que Israel está cada vez más aislado a nivel internacional y lleva camino de convertirse en un Estado paria, como Corea del Norte. Es decir, en un Estado problemático, del que el resto de la comunidad internacional desconfía.
Netanyahu ya ha dejado bien claro que no quiere ver la creación de un Estado Palestino, y que hará todo lo que esté en su mano por impedirlo. Por eso promueve el plan de asentamientos colonos en Cisjordania, que tiene como objetivo hacer inviable un Estado Palestino, ya que pretender aislar a las principales poblaciones palestinas de Cisjordania (Jerusalén Este, Hebrón, Belén, Ramala, Jericó, Nablús y Yenín) y dejarlas como islas, rodeadas de asentamientos israelíes, de tal forma que no se pudiese ir de una ciudad palestina a otra sin tener que pasar por Israel.
Es curioso que una de las condiciones que se suele poner a los palestinos es que reconozcan al Estado de Israel. Lo hemos oído mil veces, ya que reprochan a Hamás que no reconozca a Israel. Esto lo que demuestra es que ese requisito no es más que una cantinela, ya que, ¿por qué exigirle a Hamás que reconozca a Israel, cuando este se niega a reconocer a Palestina? Es que resulta que en la solución de dos Estados que se dibuja, se exige que el gobierno de Palestina quede en manos de la Autoridad Nacional Palestina y que Hamás se desarme, para garantizar la seguridad de Israel.
Pero lo que está claro es que el problema no es Hamás. ¡El problema es Israel! Porque decimos, vale, muy bien, desarmamos a Hamás, y le sacamos del gobierno, y por tanto la seguridad de Israel queda garantizada. Pero un momento. ¿Quién garantiza la seguridad de Palestina? Si Israel no quiere reconocer el Estado Palestino, ¿qué le impide tomar por la fuerza los territorios de ese futuro Estado palestino? ¡Se le está facilitando hacerlo precisamente al exigir a Hamás que se desarme y que entregue el gobierno!
Con razón Hamás se niega a desarmarse. Aseguran que mientras haya ocupación habrá resistencia. Es cierto que Hamás está muy debilitada y que Israel ha golpeado muy duro. Pero Hamás, ya lo he dicho en más ocasiones, no es solo un grupo armado o político, es la propia idea de resistencia. Y en toda la destrucción que hay en Gaza, si bien Israel ha matado a muchos militantes de Hamás, ha habido muchos otros jóvenes, miles de ellos, que se han unido a las filas de Hamás en estos dos años de guerra. ¿Quién les puede culpar de ello viendo toda la destrucción que hay alrededor?
Israel, en su propaganda infinita, se ha empeñado en señalar a Hamás como el problema. Pareciera como que si Hamás mañana decidiese disolverse y entregar las armas, se solucionaría el conflicto. ¡Nada más lejos de la realidad! El problema de Israel no es Hamás. El problema de Israel es Palestina. El problema de Israel es que tratan a los árabes como ciudadanos de segunda. El problema de Israel es que en su constitución se declaran como Estado judío. El problema de Israel es que, y no hay que temer decirlo, es un Estado racista. Actúa como un Estado racista. Discrimina entre judíos y árabes. Los árabes que viven en Israel no tienen los mismos derechos que tienen los judíos. Diferencia entre nacionalidad y ciudadanía. Un árabe puede ser ciudadano de Israel, pero no ser nacional de ese país. El propio Israel es discriminatorio por esencia.
Por eso algunos que proponen que israelíes y palestinos convivan en un mismo Estado están muy lejos de la realidad. El odio que hay entre ambos pueblos es infinito. No es solo cosa de Hamás. Pretender imaginar que ambos pueblos voten en una única elección y que el primer ministro de ese único Estado sea un árabe y que los judíos vayan a estar de acuerdo con eso, es una utopía. Si ya es difícil llegar a la solución de los dos Estados, más lo es llegar a la de un único Estado, con el carácter racista y discriminatorio que hay en Israel hacia los árabes.
Ahora parece que todo el conflicto que estamos viviendo entre Hamás e Israel comenzó con el 7 de octubre. En absoluto. El ataque del 7 de octubre, terrorífico como fue, no vino de la noche a la mañana ni simplemente porque Hamás odie a Israel, que también, sino que vino por muchos años de ocupación y de bloqueo. Esto no es justificar el ataque, queda claro que nada justifica la brutal atrocidad que cometieron Hamás y grupos afines ese día, pero hay que entender que ese ataque no viene de la nada, sino que obedece a unas causas.
Hamás preparó el ataque y le salió "demasiado bien". Es decir, ellos contaban con romper las defensas israelíes y tomar algunos rehenes, pero realmente no preveían que las fuesen a romper de tal forma que provocasen tantos muertos y lograsen tantos rehenes. Este "éxito" del ataque les sobrepasó. Ellos habían preparado una operación relativamente pequeña, para asegurarse la captura de un puñado de rehenes con los que poder negociar un fin al bloqueo comercial que sufre la franja de Gaza desde hace casi 20 años, que se dice pronto, y la liberación de presos palestinos. Ya lo habían realizado en otras ocasiones, y aunque las negociaciones habían durado años, el resultado había sido positivo, lográndose el intercambio de rehenes por presos y un alivio en el bloqueo.
Pero la magnitud del ataque provocó la respuesta furibunda de Israel, que priorizó la represalia a la liberación de los rehenes. En Israel se convencieron de que era una "oportunidad" para acabar con Hamás, o al menos para minar su influencia. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, y está claro que a Israel le está costando mucho terminar con Hamás. Como decía antes, con cada bombardeo provocan que más jóvenes se sumen a Hamás para remplazar a los que han muerto. Y a pesar de que han descabezado a los líderes de Hamás dentro de la franja, aún permanecen allí comandantes de cierta relevancia en la organización como son Izz al Din Al Haddad y Raed Saad.
(Una de las pocas imágenes existentes de Al Haddad, de quien se cree que ejerce en estos momentos el liderazgo de Hamás dentro de la franja de Gaza)
Algo que no se suele decir es que cuando Hamás negocia un alto el fuego, no lo hace mirando solo su propio bien, sino el interés general de Palestina. Por ejemplo cuando acuerdan que Israel libere a prisioneros palestinos, no solo piden que libere a prisioneros de Hamás, sino también de otras facciones palestinas como Al Fatah o la Yihad Islámica. De hecho, Hamás ya ha dicho que están dispuestos a ceder el poder en Gaza para favorecer un acuerdo. Lo único que no van a hacer es disolverse y entregar las armas, ya que como mencionaba anteriormente, la resistencia está en el seno de su ser, y realizar eso iría en contra de todo lo que son, aparte de que no obtendrían ninguna garantía de Israel de que si se desarman Israel dejaría de bombardear Gaza o de continuar con su expansión en Cisjordania.
Como decía, el problema de Israel no es Hamás, sino Palestina. Ahora se enfocan en Hamás y pretenden hacer ver como que es la causa de todo el mal en Gaza, y que la quieren ocupar temporalmente para asegurar la eliminación de Hamás, tras lo cual se irían y que no está en sus planes volver a ocuparla de forma indefinida como sucedía antes de que Ariel Sharon decidiese que Israel saliese de allí en 2005. Quien nos iba a decir a nosotros que íbamos a dar por bueno a Sharon viendo lo que hay con Netanyahu.
Tras la retirada de Israel de Gaza en 2005, se celebraron elecciones en 2006 en la cuales ganó Hamás, y comenzó el bloqueo israelí de la franja tras la toma de esta por la fuerza por parte de Hamás en 2007 al no llegar a un acuerdo de entendimiento con Al Fatah para administrar el poder.
¿Qué derecho tienen los israelíes a decir a los palestinos quien puede gobernar y quién no, quién puede presentarse y quién no? ¿Qué tipo de democracia y libertad es ese? ¿Acaso se prohíbe participar en las elecciones a partidos políticos israelíes que promueven la anexión de territorios palestinos? Tal vez estaría bien prohibirlos, pero en ese caso tendría que ser en ambos lados, en Israel y Palestina, no poner condicionantes solo en uno de los bandos sobre quién puede presentarse o a quién deben elegir.
Pero además, en Cisjordania, Hamás no es predominante, e Israel continúa con su política de asentamientos y de cercar a las ciudades palestinas. ¿Qué justificación dan para eso? Porque no pueden alegar que es una represalia contra Hamás, quien como digo ejerce un papel minoritario en Cisjordania.
Para el ataque de Israel en Doha alegaron que era una respuesta en represalia a un ataque de milicianos palestinos en Jerusalén que provocó la muerte de 6 personas en una parada de atuobús. Israel va a utilizar siempre cualquier excusa para justificar sus ataques, pero si uno está atento sabrá diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira. Porque Israel ya estaba sobre la pista de Hamás, y hasta ahora se había abstenido de atacarles en Turquía. Pero cuando se desplazaron a Qatar, decidió actuar. Parece ser que calibraron que atacar en Qatar desencadenaría menor tormenta política que atacar en Turquía, quien, recordemos, es miembro de la OTAN y cuenta con un ejército muchísimo más poderoso que el de Qatar.
Por tanto, estar todo el día poniendo el foco en Hamás e insistir en que se tiene que desarmar y reconocer a Israel es realmente ponerse un parche en el ojo. Porque solo se está viendo parte del problema. Estaría bien que un día Hamás se desarmase y reconociese a Israel. Claro que sí. Pero eso solo puede pasar si a la vez Israel reconoce a Palestina y deja de atacar y de tratar de anexionarse territorios. Por lo tanto, hay que exigir tanto a Hamás como a Israel. Exigir a solo una de las partes no tiene sentido.
Recordemos que Netanyahu se opuso a los acuerdos de Oslo que concluyeron con la creación de la Autoridad Nacional Palestina. Netanyahu comparte la visión expansionista del Gran Israel de sus ministros extremistas. Netanyahu no quiere a los palestinos, y por ello está Trump buscando países dispuestos a albergar a los palestinos, algunos tan estrambóticos como Sudán o Somalia. Se trata de un desplazamiento forzado, una limpieza étnica, un intento de genocidio. Pero como decía antes, parece que cuando es Israel quien lo comete y EEUU quien lo valida, poco hay que hacer o decir al respecto.
Así nos va, y así aprenden algunos, como Putin o Kim Jong Un. A ver cuánto tiempo falta hasta que otros como el presidente de China Xi Jinping decidan que ha llegado la hora de dar un paso adelante y tomar Taiwán por la fuerza, ya que actuar unilateralmente no tiene consecuencias, como estamos viendo.
(En esta imagen emulando la portada de Abbey Road, icónico disco de los Beatles, se aprecia bien el mundo que nos está quedando, con líderes como Netanyahu, Putin, Trump y Kim Jong Un que marchan a su antojo sin que haya nadie capaz de pararles los pies).
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