sábado, 7 de marzo de 2020

Libertad de expresión. Parte 3

El tema de la libertad de expresión siempre es complejo, pues los límites suelen diferir según a quien se pregunte. En su tiempo ya intenté hablar de lo que yo entendía que entraba dentro de la libertad de expresión y de lo que no (aquí, y sobre todo, aquí).

No obstante, en los últimos meses se han ido sucediendo diversos casos de los que me gustaría hablar. Uno de ellos es el caso Zozulya, del que ya hablé cuando los ultras del Rayo boicotearon su fichaje. Ahora ha vuelto a la actualidad puesto que se suspendió un partido entre el Albacete -equipo en el que milita actualmente Zozulya- y el Rayo, debido a los insultos que los ultras de este último equipo proliferaban contra el jugador. 
Pues bien, hubo muchos que hicieron hincapié en que no se suspendían partidos cuando se proclaman insultos racistas u homófobos. Como ya dijeron varios periodistas deportivos, alguna vez tenía que ser la primera, y esperemos que a partir de ahora cada vez que se insulte en el campo, se suspenda el partido, pues todo el mundo tiene derecho a la dignidad.




Pero no se quedó en eso, pues también hubo quien felicitó a los ultras del Rayo por su actuación. Imaginémonos por un momento que en vez de ser los ultras del Rayo -extrema izquierda-, hubiesen sido los ultras del Atlético de Madrid, o del Real Madrid -extrema derecha-, quienes hubiesen insultado a un jugador por su ideología política de izquierdas. ¿Cómo habría reaccionado la gente de izquierdas? Pues sin duda condenándolo y alabando que se suspendiese el partido. Pues lo mismo debería haber sucedido aquí. 

Habrá quien diga que no es lo mismo ser "nazi" -de lo que acusan a Zozulya- que comunista. Sobre la ideología de Zozulya ya hablé en la entrada anteriormente mencionada. Pero aquí no se trata de valorar qué ideología es mejor o peor, ni siquiera de si es o no aceptable. Lo que se trata es de que todas las personas tienen derecho a la dignidad y a no ser insultadas, independientemente de su ideología, e independientemente de lo que nos pueda gustar o aborrecer dicha ideología. 

Es más, tienen derecho a ejercer su profesión libremente, y a tener sus propios pensamientos políticos, por mucho que no nos gusten o que nos parezcan abominables. Si esas personas no cometen ningún delito, deben poder seguir ejerciendo su profesión líbremente. Es lo que recoge la Constitución. No se puede discriminar por razón ideológica. Así lo he defendido cuando despidieron a José Sarrión por su militancia comunista. Pero también cuando atacaron a Zozulya o vetaron a Salva Ballesta. Lo que no puede ser es defender únicamente a aquellos con los que se comparte ideología. No. Hay que defender el principio de no discriminación. Para todos.

En esto parece ser que coincido con Def con Dos. Para quien no lo sepa, son un grupo de música madrileño que últimamente ha estado en muchos titulares debido a varios tuits de uno de sus componentes, por los que le acusaron de apología del terrorismo. Fue absuelto por la Audiencia Nacional, condenado por el Tribunal Supremo, y finalmente absuelto por el Tribunal Constitucional. 




A mí personalmente la condena del Tribunal Supremo en este caso me pareció excesiva. Es cierto que Def con Dos siempre está al límite de lo sarcástico y de la mofa, y que la línea que lo separa del insulto, la injuria o incluso la amenaza es bastante fina.

En cualquier caso, más allá de la absolución del cantante de Def con Dos por los polémicos tuits, lo que quería resaltar es que ellos siempre han defendido la libertad de expresión, tanto para sí mismos, como para los que estaban en su misma ideología y tenían situaciones parecidas con la justicia, pero también para los que estaban bastante alejados de su ideología y se enfrentaron a situaciones de boicot o prohibición. Por ejemplo, con C.Tangana, cantante de reguetón al que se le vetó en un concierto en Bilbao acusando a sus letras de machistas.

En las entradas que mencionaba al principio, defendí que varios grupos de música pudiesen actuar pese a las peticiones de boicot que se realizaban desde diferentes colectivos que les acusaban de apología del terrorismo. Sin embargo esa acusación no se basaba en ninguna condena, y los grupos afectados habían repetido por activa y por pasiva que no defendían el terrorismo. 

Con lo cual, estamos en las mismas. No se puede vetar algo simplemente porque no te guste su ideología, o en este caso, su letra. Únicamente podría plantearse cuando haya una condena judicial detrás que diga que ese grupo o ese cantante hace apología del terrorismo. Y ni siquiera eso, porque al no ser que la condena previese la prohibición de actuar, no se puede impedir ese derecho. Como mucho se podría prohibir que se interpretasen canciones en las que se hubiese sentenciado que hay amenazas o apología del terrorismo.

En el caso de C.Tangana, por mucho que haya gente a la que no le gusten sus letras, no se les puede boicotear, pues no hay una condena detrás. Si a cierto público no le gustan sus letras, que no vaya al concierto, o que se manifieste frente a la sala, pero desde luego si se veta el concierto se está atacando la libertad de expresión. Y si entramos en eso, los de un bando vetarán a unos, y los del otro bando a otros.



Además del caso de C.Tangana también fue comentado el caso de la sala Caracol de Madrid que albergó un concierto con grupos de extrema derecha, que algunos tildaron de "neonazis". No voy a entrar a valorar la ideología de estos grupos, pero estamos en lo mismo, si no tienen una condena judicial, no puede vetarse. 
En redes sociales muchos colectivos protestaron por el concierto, y la sala pidió disculpas, alegó que no conocía la ideología de los grupos, se declararon engañados, y dijeron que no volvería a ocurrir. Fuese como fuese, con esa actitud están promoviendo la censura. 

Obviamente cada sala de conciertos es libre de elegir qué grupos tocan en ella y cuáles no, pero empezar a fijar criterios ideológicos me parece que queda fuera de la Constitución. Porque esto es una discriminación contra grupos considerados neonazis, pero imaginémonos que se hubiese vetado, como ya ha pasado en diversas ocasiones, a otros grupos de ideología de izquierdas. Anda que no se ha protestado por eso. Y estamos en las mismas. No digo que las ideologías sean comparables, ni que unas sean mejores que otras, o ni siquiera aceptables. Pero si no se promueve la comisión de delitos, y no hay condena judicial detrás, no se puede promover la discriminación ideológica. Está protegida por la Constitución. Pero parece que a veces se nos olvida.



Cosa diferente es que en sus canciones promuevan la comisión de delitos o amenacen a alguien. Eso sí que me parece condenable y que no entra dentro de la libertad de expresión, y hasta ahora, a la justicia también. Ahí están las condenas por amenazas a Valtonyc y a Pablo Hasel, de las que ya hablé en las entradas mencionadas.
Por eso creo que Amnistía Internacional se equivocó al lanzar una campaña a favor de raperos que estaban en los tribunales por sus letras. Amnistía decía que era un ataque a la libertad de expresión. A mí no me parece que llamar a matar a alguien entre dentro de esa libertad. Ni tampoco injuriar. Otra cosa distinta es que los condenados por ello tengan que ir a la cárcel o si bastaría con una multa.

Recientemente a Vox le han vetado la cuenta en Twitter por acusar al PSOE de promover la pederastia. Así, como suena. Acusar al PSOE de promover la pederastia. Y se quedaron tan anchos.
La acusación venía dentro del marco del debate sobre el pin parental. Vox alegaba que en las charlas se promovía la ideología de género, y de ahí lo relacionaron, sin que se sepa muy bien como, con la pederastia. Supuestamente, que con esas charlas el PSOE promovía que los niños mantuviesen relaciones (¿?).
En cualquier caso, Twitter al detectar esa publicación, les bloqueó la cuenta hasta que la borrasen, a lo que Vox se negó. Y desde entonces tienen la cuenta bloqueada. A mí me parece bien, porque una cosa es criticar a alguien, y otra difamar.


Siguiendo con los vetos, estas últimas semanas se ha hablado mucho sobre Polanski, director de cine franco-polaco al que le dieron el premio César a mejor director por su película "El oficial y el espía". Muchas personas dijeron que era una vergüenza, pues Polanski está acusado por varias mujeres de haber cometidos abusos sexuales. No voy a entrar en si esas acusaciones son ciertas o no, pero lo que me parecería un escándalo es que no se le hubiese dado el premio por ello. Los premios cinematográficos se otorgan por la calidad de la obra, no por la moralidad de los premiados. De lo contrario entraríamos en un juego muy peligroso en el que se empezaría a negar premios a gente que se lo merece por su trabajo, debido a su ideología, su moralidad, o a sentencias judiciales que nada tienen que ver con la obra que presentan.

De hecho, Willy Toledo, quien recientemente ha sido absuelto de un posible delito de ofensas religiosas, ha narrado en más de una ocasión las dificultades que tiene para actuar debido a su ideología. Eso es lo que no puede ser, que se quiera vetar a alguien por cuestiones ajenas a su profesión.

También hay quien ha vetado a Plácido Domingo de sus actuaciones. Él ha reconocido que abusó sexualmente de varias mujeres durante su carrera. Lo que no consigo ver es la relación con su actuación musical. Nos podrá parecer lo peor como persona, pero de ahí a vetarle me parece que va un largo trecho.

Porque por esa regla de tres, cualquier persona que haya estado en la cárcel por tráfico de drogas, asesinato, violación, robo, violencia de género, o cualquier otra cosa que se nos ocurra, no debería poder volver a ejercer una profesión, ¿no? Pues no. Si ya han cumplido condena judicial, tienen derecho a volver a ejercer una profesión sin ser discriminados por haber pasado por prisión, más allá de los límites que se les pueda imponer (por ejemplo que los condenados por pederastia no trabajen con niños, o que haya órdenes de alejamiento respecto a sus víctimas).

Y eso hablando de casos en los que ha habido condena, porque en muchos otros como ya he mencionado, se pretende boicotear y vetar sin condena, simplemente con la acusación de un grupo o colectivo. Y eso para mí es inadmisible. Repito, nos podrá gustar más o menos la ideología o la moral de una persona, pero eso no debería dar pie a campañas organizadas. Me recuerda a cuando  boicotearon la película "la reina de España" de Fernando Trueba por las declaraciones independentistas de este.



Sencillamente, si alguien no la quiere ver por la ideología del director, que no la vea, pero de ahí a organizar una campaña de boicot por la ideología del director que nada tiene que ver con la película ni los actores ni la gente que ha trabajado en ella, me parece un despropósito. Porque estamos en lo mismo, puede que haya a gente que le parezca bien porque no es independentista, pero ¿qué dirían si se hiciese lo mismo por parte de los independentistas respecto a una película con un director que hubiese hecho declaraciones contra ellos? Seguro que ya no parecería tan bien.


Volviendo a Def con Dos, cabe recordar que ellos también recibieron críticas por una de sus últimas canciones en la que criticaban lo que ellos consideraban como "puritanismo progre" en cuestiones sexuales. Hubo algunos colectivos que creyeron ver un ataque a posiciones feministas. Si por algo se ha caracterizado Def con Dos es por decir lo que piensa, afecte a quien afecte, ya sea izquierda o derecha.
También han destacado por sus críticas a incluir la apología del franquismo como delito. Algunos sectores de la izquierda se han sumado a estas críticas, diciendo que es criminalizar el pensamiento o la ideología, y que una cosa es expresar o apoyar unas ideas, por muy abominables que sean, y otra incitar a la comisión de delitos. Lo cierto es que es una línea muy delgada, pero tiendo a coincidir con ellos. Porque de lo contrario, entramos en un marco regulatorio en el que la prohibición se empieza a extender, y aunque al principio sea contra ideologías que consideramos indefendibles, poco a poco se irá abarcando otras, y se entraría en un juego muy peligroso.

En definitiva, creo que hay que defender la libertad de expresión, por mucho que otros piensen de forma muy diferente, siempre obviamente que no haya amenazas o incitación a la comisión de delitos. De lo contrario, no solo estaríamos limitando a los del bando contrario, también nos podrían limitar a nosotros, y la libertad de expresión debe ser algo a preservar, siempre respetando, claro está, el derecho al honor y penalizando las injurias, calumnias y difamaciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...



Estoy de acuerdo prácticamente en todo, aunque reconozco que en esa libertad de expresión entra mi derecho a compartir con otros mi visión de las cosas. Concretamente me refiero al boicot a consumir ciertos productos, ideologías, cultura... Porque ¿Por qué no voy a poder dirigirme a otros proponiendo que no compren tal o cual o que no vean tal o cual si los que se benefician de que yo lo consuma quieren machacarme?

Es igual que si una sonriendo me dice que aquí no hay libertad de expresión, que esto es Turquía, que cierto individuo dispara igual de bien que algunos cazadores de ideología opuesta, mientras personas que comparten ideología con ella reconocen como amigo a alguien del que ignoro cómo dispara o siquiera si lo hace o hacía,aunque muchos de los disparados por sus amigos no vivan para contarlo.

En fin que la Libertad de Expresión debe permitir que yo publique mis interpretaciones de las cosas, me organice respecto a ellas y llame a respaldarlas a aquellos con quienes las comparto.

Sanciones no. Libertad sí.

Anónimo dijo...


Otra cosa: He visto que Vd. habla de proliferación de insultos. Proliferar según el diccionario es multiplicarse algo con rapidez o reproducirse un organismo vivo, especialmente las células por división. Por eso creo que en dicho comentario mas que proliferación de insultos, reproduzco textualmente: “debido a los insultos que los ultras de este último equipo proliferaban contra el jugador.” debería decir proferían, gritaban...


En fin, perdone si me inmiscuyo en una redacción que tal vez esté bien contruída pero es que no he entendido bien su significado.