lunes, 30 de diciembre de 2024

Israel con carta blanca para Gaza, Líbano ¿y Siria?

Israel ha aprovechado la confusión creada en Siria tras la caída de Al Asad, y ha hecho suyo el dicho "a río revuelto ganancia de pescadores", lanzando una ofensiva apoderándose de territorio adyacente a los Altos del Golán, que es un territorio sirio bajo ocupación israelí desde 1967.

 (En este mapa se puede apreciar en rojo claro la zona ocupada por Israel desde 1967, y en morado la zona anexionada en Siria por Israel tras la caída del régimen de Al Asad, que abarca la provincia de Quneitra y que es fronteriza con Líbano, quedándose bastante cerca de Damasco)

Se han excusado alegando que quieren crear una zona de contención. Además, han realizado múltiples bombardeos en Damasco destruyendo armamento. Esto supone una clara provocación y declaración de intenciones, para dejar a los rebeldes sin armamento pesado y por tanto sin posibilidades de defenderse ni mucho menos de atacar.

Se dice que a Israel le sorpendió la ofensiva rebelde. Y aunque previamente había estado bombardeando posiciones iraníes en Siria, y a Hezbollah en Líbano, tampoco le acaba de convencer un gobierno de orientación islamista en Siria, con lo que estaría tratando de asegurarse la frontera, y de crear tensiones dentro de Siria, apareciendo ellos como salvaguarda de las minorías, además de por supuesto aprovechar para su gran proyecto de expansión territorial mediante la fuerza bruta, un verdadero ejemplo de colonialismo actual.

Israel teme que tras el triunfo de la revolución en Siria, esta pueda contagiarse a países vecinos. Conviene recordar que la primavera árabe de 2011 discurrió a lo largo de varios países, y que si bien en Egipto fue aplastada bajo el mando de Al Sisi, durante el breve período de tiempo que Mursi estuvo en el poder, se acercó a los palestinos, lo que inquietó a Israel. En Jordania por su parte, aunque la revolución no llegó a triunfar, sí que hubo protestas. Y si estas volviesen a surgir, tanto en Egipto como en Jordania, podrían poner en problemas a Israel, que actualmente mantiene acuerdos de paz con ambos países. Por supuesto Israel teme más a un gobierno árabe islamista democrático que a un gobierno árabe laico autoritario, con el que sabe que siempre se puede entender, y así jugar su consabida carta de presentación de "única democracia en Oriente Medio".

No obstante, está claro que la caída de Al Asad y el debilitiamiento de Hezbolá en Líbano, son golpes duros para el autodenominado "Eje de resistencia" encabezado por Irán contra la ocupación israelí de Palestina, ya que Irán aprovechaba el territorio sirio para suministrar armas a Hezboláh, y ahora ya no lo podrá hacer.

Al Golani, líder de HTS y en estos momentos hombre fuerte de Siria, por su parte ha repetido en varias ocasiones en las últimas semanas que no desea una confrontación con Israel, y ha solicitado a la comunidad internacional que reaccione para detener esta ofensiva. Pero la comunidad internacional, como por desgracia ya estamos acostumbrados, está muda. No ha dicho ni pío. Como siempre en estos casos, deja hacer a Israel, no ya sin condenar lo que está haciendo, sino sin ni siquiera mencionarlo.

Cualquier otro país que hubiese actuado del mismo modo que lo ha hecho Israel en Siria, se habría llevado una buena reprimenda, pero como sabemos, Israel tiene carta blanca para todo.

Espero que no pasen de ahí, y no se les ocurra realizar anexiones de territorio forzadas, excusándose en proteger a la minoría drusa, como parece ser que estarían planeando, porque sería sin duda alguna una provocación escandalosa que ningún gobierno sirio, independientemente de quien lo dirigiese, podría pasar por alto. Ojalá Israel deje tranquila a Siria, porque lo último que les faltaba a los sirios, que ya están recibiendo a refugiados y desplazados de vuelta, y que están inmersos en múltiples asuntos tales como la integración de las diversas milicias bajo un único mando, en detener a los partidarios armados de Al Asad que siguen con ganas de gresca, en la formación de un nuevo gobierno, en la cooperación con la comunidad internacional, y en los planes de crear una constitución y organizar unas elecciones, es que se viesen inmersos en una nueva guerra que no han buscado.

 (El anuncio por parte de Al Golani de los planes para tener una constitución lista en 3 años, y organizar elecciones dentro de ese marco político un año después, han causado cierto estupor debido a la amplitud del período, si bien hay que considerar el estado en el que se encuentra Siria, totalmente devastada después de la guerra, con una economía que recuperar, millones de desplazados que podrían volver al país, y la elaboración de un censo fiable, harto difícil debido a que muchos han perdido toda la documentación de la que poseían).

Hay que tener en cuenta que previamente a la caída de Al Asad, Israel había estado golpeando duramente a Hezbolá en Líbano, descabezando a toda su cúpula, mediante bombardeos y actos que de haberlos llevado a cabo cualquier otro actor, todo el mundo denominaría como terrorismo barbárico.

No hay otra forma de denominar a una infiltración realizada por el ejército israelí en el suministro de aparatos electrónicos que utilizan milicianos de Hezbolá para comunicarse entre ellos, al colocarles explosivos antes de que empezasen a emplearlos, y una vez que algunos milicianos empezaron a sospechar de los aparatos, el gobierno israelí decidió dar la orden de hacerlos estallar, todos a la vez simultáneamente, lo que provocó no solo muertes y heridas a los milicianos que los portaban, sino también a todos los que se encontraban a su alrededor, muchos de ellos civiles. 

Se cuestionó muy acertadamente qué habría pasado si uno de estos milicianos hubiese estado en un avión y el aparato electrónico hubiese explotado mientras estaba en pleno vuelo. Habría habido un montón de muertes inocentes, y todo causado no por un grupo terrorista, sino por un Estado al que todavía hoy alguno dice sin despeinarse que es "la única democracia de Oriente Medio". Pues menuda democracia que emplea métodos terroristas para eliminar a sus rivales sin importarle las bajas civiles.

Ya para eliminar a Hasán Nasrrallah, el líder de Hezbolá, Israel realizó un bombardeo mayúsculo en el que se reportaron numerosas bajas civiles. Por cierto que Netanyahu autorizó el ataque cuando se encontraba en Nueva York en la sede de la ONU después de acusar de antisemitismo a los países que cuestionaban su campaña en Gaza. Para que veamos lo que le importa la comunidad internacional, que no le supone ningún problema autorizar un ataque de dicho tipo estando en un foro internacional, conocedor de la impunidad que posee.

Parémonos un momento e imaginemos que en vez de Israel, fuese Irán el Estado que hubiese decidido infiltrarse en la cadena de suministros de aparatos electrónicos utilizados por soldados israelíes, que hubiese dado la orden de hacerlos estallar simultáneamente, matando a quienes los utilizaban y a quienes se encontraban a su alrededor. Todo el mundo se habría llevado las manos a la cabeza y habría acusado a Irán de cometer atrocidades, se habría llamado a derrocar a ese régimen terrorista. Pero resulta que no ha sido Irán, sino Israel, y entonces nadie dice nada, y si lo hace es para excusarles diciendo que están combatiendo al terrorismo.

¿A alguien se le ocurre que el gobierno español hubiese actuado de esta forma para acabar con ETA? Está claro que así solo consiguen crear más odio contra ellos mismos. Y tal vez sea eso precisamente lo que buscan. Tal vez no deseen vivir en paz, sino en un enfrentamiento constante, para imponer su relato mediante la fuerza, y adoptar siempre un papel de víctima porque los demás le atacan y le odian. ¿Cómo no te van a odiar si lo único que haces es destrozar sus hogares y matar a sus seres queridos mediante bombardeos? ¿Cómo no van a luchar contra ti si les cortas el agua, la luz, les dejas sin alimentos, y encima te mofas de ellos?

 

(Portada del New York Post haciendo referencia al ataque de Israel a través de los aparatos electrónicos a los milicianos de Hezbollah, haciendo un juego de palabras con los sonidos que emiten estos aparatos y el de la explosión. Posiblemente si los afectados hubiesen sido israelíes en vez de libaneses, la portada habría sido muy diferente).

Todo ello por no hablar de que directamente Israel atacó a los cascos azules de la ONU, que supestamente estaban allí para mantener la paz entre Israel y Líbano, aunque ya vemos que de poco ha servido dada la protección de EEUU a Israel en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Israel exigió la retirada de los cascos azules, algo a lo que se negó Irlanda, quien después vio como Israel cerraba su embajada en dicho país. Y es que a Israel no le gusta quien se le pone de frente, y por supuesto les acusa de antisemita. Como Antonio Guterres, secretario general de la ONU, a quien declaró persona non grata en Israel prohibiéndole la entrada a este país, al considerar que no condenó a Irán con suficiente vehemencia cuando lo que hizo fue pedir la paz entre ambos países.

Por cierto que todo esto no hace más que verificar que el ejército libanés en realidad no es más que un chiste, ya que no intervino en ningún momento cuando Israel comenzó a bombardear las posiciones de Hezbolá en su propio país. Habrá que ver cómo se reconfigura Líbano tras el debilitamiento y el descabezamiento de Hezbolá, quien podría perder parte de la influencia que tenía hasta ahora. Está claro que para debilitarla de esta forma, la infiltración israelí en Hezbolá y también en Irán, fue notoria.

Además de golpear las posiciones iraníes en Siria, Israel también bombardeaba posiciones de Hezbolá en dicho país, ya que la milicia había acudido en masa a salvar a Al Asad. De hecho, cuando Nasralá fue asesinado, hubo quien lo celebró entre los rebeldes sirios, acordándose de todo el sufrimiento que los milicianos de Hezbolá habían causado al ponerse al servicio de Al Asad bajo órdenes de Nasralá.

Irán respondió ante el asesinato de su aliado Nasralá a manos de Israel con timidez, lanzando misiles sobre Israel que apenas causaron bajas dada la protección que concede a Israel su escudo antimisiles respaldado por EEUU. Ante este ataque con misiles, Israel respondió con un ataque comedido a instalaciones militares iraníes, e Irán ya decidió no volver a responder. Por supuesto la comunidad internacional salió en tromba a amonestar a Irán por el ataque con misiles, pero calló estrepitosamente ante el bombardeo de Israel en Líbano.  


Todo esto deja muy claro que Irán está dedicada a intentar sobrevivir, y todo su discurso de liberación de Palestina, no es más que eso, un discurso, y que en todo caso lucha contra Israel a través de intermediarios, pero desde luego no está dispuesto a una guerra abierta. 

Ha habido algunas voces en EEUU llamando a dejar de apoyar tan abiertamente a Israel, o al menos a dejar de suministrarle armas mientras continúe la ofensiva en Gaza, como las de Bernie Sanders o Alexandra Ocasio Cortez, pero no dejan de ser voces minoritarias dentro del partido demócrata, y probablemente esa sea una de las razones por las que los demócratas han perdido las elecciones frente a Trump, por el apoyo a Israel de buena parte de los dirigentes demócratas estadounidenses, que parte de sus votantes no ha perdonado, yéndose a la abstención o al partido verde. Obviamente habrán influido otros factores, como la economía (la subida de los precios con el gobierno de Biden). El voto de las mujeres, que tradicionalmente votan más a los demócratas, esta vez ha estado más repartido. Parece ser que la estrategia de Harris de centrarse en el peligro de que el aborto se restrinja si ganase Trump no ha surtido efecto, y muchas mujeres no han dado tanta importancia a ese tema, y sí más a otros como la mencionada economía.

Dentro de la sociedad civil sí que hay quienes llaman al boicot a Israel o al menos les plantan cara, como sucedió en Ámsterdam en un partido de fútbol. Por supuesto los israelíes se hicieron las víctimas y acusaron a los hinchas árabes del Ajax de pogromo, es decir, de caza al judío, cuando antes los hinchas del Tel Aviv se habían estado mofando de los palestinos y quitando banderas palestinas a su paso por la ciudad. Algunos países como Bélgica o Turquía se han desplazado a Hungría para disputar los partidos de fútbol contra Israel, ante el grave riesgo de seguridad que suponía jugarlos en dichos países.

Realmente, ante la gravedad de los acontecimientos, se tendría que dar un boicot institucional a Israel tanto de competiciones deportivas como culturales. Ya se hizo con Sudáfrica en su día debido al apartheid. El hecho de que se permita a Israel seguir participando en competiciones como la UEFA o Eurovisión, solo demuestra la complacencia de los gobiernos europeos con Israel, pese a todas las atrocidades que cometen. Como mínimo se debería llegar a un embargo aramentístico, pero ni a eso parecen dispuestos. Otros propusieron expulsarles de la ONU. Lo cierto es que si se han impuesto duras sanciones a Rusia por su agresión a Ucrania, no se entiende que no se haga lo mismo a Israel teniendo en cuenta lo que está realizando en Gaza.

Para ser justos, hay que reconocer que Borrell, alto representante de la UE para el exterior, lo ha intentado, llamando en varias ocasiones a imponer sanciones a este país o incluso a suspender el diálogo político mientras no cese la guerra. Pero para ello se tienen que poner de acuerdo todos los países de la UE, y a día de hoy, solo España e Irlanda están en una posición de dureza contra Israel.

Erdogan, presidente turco, difundió un vídeo ficticio ambientado en el futuro en el cual se hablaba del genocidio del pueblo palestino, preguntando los niños a los padres qué habían hecho ellos cuando todo eso sucedió. Pues en eso deberían reflexionar los líderes actuales, si están haciendo lo suficiente para pararlo, y está claro que no.

Se ha reportado que el número de personas amputadas de Gaza es tan elevado debido entre otras cosas a que Israel impide que lleguen suministros de sangre, con lo que al no poder realizar transfusiones, tienen que amputar para evitar que la infección se extienda. Además, una investigación de la ONU reveló que Israel había seguido la doctrina Hannibal durante el ataque del 7 de octubre, que significa que cuando el enemigo captura rehenes, hay que emplear toda la fuerza posible, aunque ello suponga poner en peligro la vida de los rehenes.

Por cierto, que una de las acusaciones favoritas de Israel a Hamás, la de utilizar a los palestinos civiles como rehenes humanos, cayó por su propio peso cuando se difundieron fotos del ejército israelí utilizando a palestinos como escudos humanos al obligarlos a ir encima de sus vehículos o entrar en edificios posiblemente minados antes que ellos, para evitar bajar en el ejército israelí. Como la acusación que se hizo de que Hamás había decapitado a 40 bebés judíos en el ataque del 7 de octubre, que se demostró falsa.

Por no hablar de las declaraciones anexionistas de ministros del gobierno israelí respecto a Gaza y Cisjordania. O del programa espía Pegasus, que desarrolló Israel para espiar móviles, y que vendió a gobiernos, que han estado utilizando para espiar a periodistas y políticos, como fue el caso del presidente del gobierno de España y varios de sus ministros, aunque también del gobierno francés. Asimsimo fue notoria la clausura de Al Jazzeera en Cisjordania por parte de Israel. Al parecer no les gusta los periodistas que pueden poner en duda su relato. 

Hasta EEUU tuvo que salir al paso para condenar la inclusión del influyente y reputado ayatollá irakí Al Sistani en la lista negra de Israel, destacando sus esfuerzos para lograr la paz en su país.

El extremo al que ha llegado la sociedad israelí es increíble. En las discotecas cantan "que tu pueblo arda" refiriéndose a los palestinos, y los israelíes se graban en redes sociales como Tik Tok burlándose e imitando a los palestinos por la falta de agua o el sufrimiento de los bombardeos. Así como de los múltiples crímenes de guerra que los mismos soldados israelíes han documentado publicándolo en redes sociales, sabedores de la impunidad de la que poseen, ya sea respecto al trato a los prisioneros, al saqueo o derribo de viviendas de palestinos, o la mofa que realizan en lugares sagrados como mezquitas.

Se habla mucho del fanatismo islámico, pero el fantismo judío debería de ser igualmente de condenable y reprochable.

Por suerte aún tenemos a la Corte Penal Internacional de la Haya, que ha emitido orden de detención contra Netanyahu. Esto significa que si va a un país que sea firmante de la Declaración de la Haya, debería ser arrestado y entregado al tribunal para ser juzgado. Por supuesto todos en Israel se han mostrado escandalizados, lo que únicamente demuestra lo disasociados que están de la realidad, ya que para ellos los palestinos son de segunda categoría, alguien con quien no se pueden comparar.

La Corte Penal Internacional también tenía órdenes de detención contra los líderes de Hamás, pero claro, Israel ya se había anticipado dándoles caza, porque por supuesto son juez y verdugo. Ya no se trata de detenerles y llevarles a juicio, sino de localizarles y asesinarles. Si esto lo hiciesen los palestinos con los líderes de Israel, todo el mundo diríamos que es terrorismo. Pero como lo hace Israel, parece que les está permitido.

El último en caer fue Yahya Sinwar, ideólogo del ataque del 7 de octubre, y que había sucedido a Ismail Haniya, líder de Hamás, después de que este fuese asesinado por Israel en Irán. Sinwar estaba en Gaza, y fue asesinado por un dron israelí. Los palestinos le ven en general como un mártir, que se enfrentó a Israel y murió en combate.

 

(Los dos últimos líderes de Hezbollah (Nasrrallah, a la izquierda) y Hamás (Sinwar, a la derecha), asesinados por Israel)

Ahora, Hamás ha decidido no nombrar un sucesor, sino una dirección colegiada para tratar de evitar convertir a su líder en un objetivo de Israel. De este modo, dirigirá la organización un comité formado por 5 personas, entre las que destacan Khalil Al Hayya, Khaled Meshaal y Muhammad Darwish.

Parece que Hamás, tras los golpes recibidos por Hezbolá que impulsaron un alto el fuego de esta milicia con Israel, y de la caída de Al Asad, podría aceptar un alto el fuego temporal con Israel que supusiese la liberación de los rehenes a cambio de la liberación de presos palestinos. Esto es algo de lo que se viene hablando mucho tiempo, pero siempre había dificultades debido a la insistencia israelí de permanecer en Gaza y de que el alto el fuego fuese temporal. Tal vez ahora que Hamás está debilitada, no les quede más remedio que ceder. Se habla de que el acuerdo podría llegar antes de que Trump accediese de nuevo al poder.

Por otro lado, conviene recordar que Hamás llegó a simpatizar con los rebeldes sirios, y que luego por razones pragmáticas se desdijo, ya que necesitaban del apoyo de Irán, y parecía claro que Al Asad no iba a caer. Ahora en cambio, con Al Asad fuera, y Hezbolá e Irán muy debilitados, Hamás podría aproximarse a Turquía, Qatar y HTS en Siria, formando lo que algunos denominan como un nuevo eje de resistencia, esta vez suní en vez de chií. Ahí podría ganar peso en Hamás Khaled Meshaal, que era quien la lideraba la organización cuando se aproximaron a los rebeldes sirios, y quien tiene buenas relaciones con Qatar y Turquía.

Se informó de que el gobierno de Biden requirió a Qatar que expulsase a los líderes de Hamás de su territorio, y de que Qatar transmitió las órdenes, pero posteriormente tanto Qatar como Hamás lo desmintieron, y a día de hoy la cúpula de Hamás permanece en Qatar.

Veremos si el alto el fuego que están negociando con Israel es duradero. Al parecer Israel quiere ahora llegar al acuerdo porque teme a Trump. Esto puede resultar paradójico, ya que Trump siempre ha sido un fiel partidario de Israel. Pero también es verdad que Trump no es una personalidad fácil, y que si algo se le mete en la cabeza, es muy difícil llevarle la contraria. Por lo tanto, si le dice a Israel que tiene que poner fin a la guerra en Gaza, Israel va a tener muy difícil desobedecer, porque no le va a poder torear con tanta facilidad como a Biden. Trump podría enrabietar por la desobediencia de Israel y amenazar con retirar su apoyo, y otra cosa no, pero Trump no suele farolear.

Seguramente Trump tratará de volver a los acuerdos de Abraham, por los que Marruecos, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Sudán recuperaron relaciones diplomáticas con Israel, y tratará de exportarlo a más países, siendo el más importante de ellos Arabia Saudí, ya que si este país, lugar sagrado del Islam, normaliza relaciones con Israel, lo más probable es que muchos otros países árabes siguiesen sus pasos.

(Trump blande un sable en una recepción oficial en Arabia Saudí en 2017)

Pero para ello, deberá cesar la guerra en Gaza, los rehenes deberán ser liberados, y se debería llegar a una especie de acuerdo satisfactorio para ambas partes, algo altamente complejo. Puede que la mera promesa de una negociación para el establecimiento de un Estado palestino le valga a Arabia Saudí, quien está ansiosa de que Trump tome las riendas, ya que ambos, tanto Arabia Saudí como Trump, están enemistados con Irán, y Arabia Saudí podría aceptar retomar relaciones con Israel si a cambio consigue aislar más a Irán.

No debemos olvidar que en Yemen, Irán está apoyando a los houthíes, que luchan contra Arabia Saudí. Por tanto un debilitamiento aún mayor de Irán, beneficiaría a Arabia Saudí.

Por cierto que en un bombardeo de Israel contra posiciones de los houthíes, estuvo a punto de fallecer el director de la OMS (Organización Mundial de la Salud), que se encontraba en Yemen en esos momentos. Daños colaterales, imagino que alegaría Israel. Escándalo mayúsculo, si el bombardeo lo hubiese realizado cualquier otro país.


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