El otro día en un acto del TAV en el país vasco francés, 3 personas ensartaron 3 tartas a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina.
Protestaban contra el tren de alta velocidad en Euskadi. Todos los grupos políticos lo condenaron, excepto Bildu que dijo que lo rechazaba pero que no lo condenaba porque no era una agresión.
Recuerdo que en las fiestas de Navarra enviaron una carta con balas dentro del sobre a una organizadora de las fiestas, que era abertzale. Todos los grupos políticos lo condenaron. Resulta que cuándo les afecta a ellos (a los de Bildu o a los de la izquierda abertzale) enseguida piden que se condene, pero cuándo se trata de otros, nunca hay condena.
Me gustaría saber que habría pasado si las tartas en vez de habérselas ensartado 3 abertzales a la presidenta navarra se las hubiesen ensartado 3 fascistas a Martín Garitano por ejemplo. Seguro que habrían pedido la condena de todos, y si hubiese habido algún partido que lo rechazase pero que no lo condenase porque considerase que no era una agresión, seguro que tildaban a ese partido de fascista y antidemócrata.
Bildu se debería de poner en el lugar de los demás.
Seguramente multarán a quienes lo hicieron, o tal vez les condenen a trabajos sociales. Quizás una buena condena sería que les ensartasen 3 tartas a cada uno, en público, delante de la gente y delante de las cámaras. Seguro que no les hacía tanta gracia y no les entrarían ganas de volver a hacerlo. Sería más efectivo que una multa.
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