jueves, 27 de junio de 2013

El negocio del deporte moderno

Voy a empezar esta entrada hablando del caso de Falcao, aunque después continuaré con otros casos.

Esta información que reproduzco a continuación, la he sacado de una página web de seguidores del Atlético de Madrid.


(Falcao, el día de sus despedida del Atlético de Madrid).

¿cómo es posible que pueda acabar en el Mónaco, un equipo que acaba de jugar la segunda división francesa y no disputará ninguna competición europea la próxima temporada?


Empecemos por el principio, explicando qué son y cómo funcionan las propiedades de terceros en fútbol (third-party ownership en inglés). En 2006, dos estrellas argentinas que jugaban en el Corinthians, ficharon por el club londinense del West Ham United por una cantidad desconocida. Estos jugadores eran nada menos que Carlos Tévez y Javier Mascherano. El West Ham United estaba luchando por mantener la categoría. Este movimiento despertó las sospechas de muchos y más tarde se descubrió que los derechos de Tévez pertenecían en realidad a dos fondos de inversión: Media Sports Investments y Just Sport Inc. Por otro lado, los derechos de Mascherano pertenecían a Global Soccer Agencies y a Mystere Services Ltd. Las 4 empresas eran propiedad del empresario iraní Kia Joorabchian.

Debido a las irregularidades en los contratos de los jugadores, el West Ham United fue multado con 5,5 millones de libras y tuvo que pagar una compensación de 18 millones de libras al Sheffield United en 2009 por Tévez. Todo este asunto terminó con la F.A. (la federación de fútbol inglesa) prohibiendo las propiedades de terceros. Incluso Platini, presidente de la UEFA, ha criticado duramente estos acuerdos comparándolos con la esclavitud.

Pero las propiedades de terceros siguen vivas y son muy comunes en acuerdos con jugadores sudamericanos que quieren cruzar el Atlántico y jugar en Europa. Los grupos de inversión adquieren los derechos de un jugador promesa, a veces mientras el jugador sigue en el club y otras veces como parte de un traspaso. Poneros en el caso: a un jugador sudamericano de 16 años le aborda un trajeado hombre de negocios y le pregunta que si quiere jugar en un grande en Europa. El trato incluye ganar un mejor salario, una mejor representación, acuerdos de patrocinio… Si el jugador accede, el grupo de inversión habla con el club del jugador y negocia para hacerse con sus derechos o una parte de ellos.

El jugador pasa a ser propiedad absoluta de un grupo de inversores que manejan cada aspecto de su carrera deportiva desde ese momento. Esto incluye pagarle un salario mayor, colocarle en equipos donde tendrá más exposición, etc.

Estos grupo de inversión también financian los fichajes. Por ejemplo, el Oporto quiere fichar a un jugador brasileño pero no tiene los fondos necesarios. Entonces llegan los grupos de inversión y ponen el 50-60% del total del traspaso a cambio de quedarse con los derechos del jugador. Esta inversión no es más que un negocio, esperando a que el jugador despunte y puedan recuperar su dinero en algún momento.

Es nuestro ejemplo de Tévez y Mascherano, funcionó bastante bien. El Liverpool fichó a Mascherano (comprando los derechos a los grupos de inversión y haciéndoles ganar una buena cantidad de dinero) y el Manchester City terminó fichando a Tévez, vía Manchester United (que nunca poseyó el total de los derechos del jugador).

Volvamos a Falcao. Un grupo de inversión especializado en las propiedades de terceros en el mundo del fútbol, compró el 55% de los derechos del colombiano como parte de su traspaso al Oporto, pagándole además un suplemento al salario que percibía en el club portugués. Más tarde fichó por el Atlético, un club que le daría más exposición en el fútbol europeo (probablemente esperando un futuro traspaso al Real Madrid). En el Atleti, el grupo inversor le pagaba un suplemento a su salario (en realidad, la mayor parte del salario). Mientras, negociaban con otros clubes un gran traspaso para recuperar su inversión.

En las finanzas del Oporto podemos leer el siguiente párrafo:

Venta del 60% de los derechos económicos del jugador Bolatti a la entidad Natland Financieringsmaatschappij B.V., en julio de 2009, por la cantidad aproximada de 1.500.000 euros (transacción realizada como parte del proceso de compra del 40% de los derechos de Falcao).

Hay otra sección donde se describe la venta de otro 5% de los derechos de Falcao y otra más donde se anuncia una posible opción de compra de un grupo de inversión por otro 10% de los derechos. En el mismo impreso podemos leer que el Oporto sólo tenía el 45% de los derechos de Hulk.

Y ahora viene lo interesante. El grupo de inversión que posee la mayor parte de los derechos de Falcao es Doyen Sports, empresa fundada por Jorge Mendes (conocido por ser el agente de Cristiano Ronaldo o Mourinho, y por haber estado envuelto en muchos casos de propiedad de terceros, además de ser un gran amigo de Gil y Cerezo) y Peter Kenyon (ex-director general de Manchester United y Chelsea, y que intentó entrar en el accionariado del Atlético).

En el sitio web de Doyen Sports podemos ver una página dedicada a Falcao. También tienen páginas para otros jugadores como Hulk, Negredo o Reyes. Pero centrémonos en el colombiano.

Tras su paso por el Oporto, Falcao fue fichado por el Atlético de Madrid por 40 millones de euros (a pesar de que el Atleti había anunciado la temporada anterior que tenía que dar salida a jugadores – Agüero, Forlán, De Gea – por su deuda de 220 millones con Hacienda). De esos 40 millones, 20 nunca fueron pagados ya que era el propio fondo de inversión pagándose a sí mismo, y de los 20 restantes, sólo 18 tenían que ser pagados por el Atleti. El club colchonero pidió abonarlos en 2 pagos de 9 millones cada uno. Al primero llegó tarde y sólo pagó 6,5 millones (lo que llevó al Oporto a amenazarles con denunciar el caso ante la FIFA). Doyen Sports, que ya poseía el 60% de los derechos de Falcao, obtuvo una opción de compra para aumentar ese porcentaje debido a los retrasos en los pagos del Atlético. Finalmente se negoció un acuerdo de patrocinio en la camiseta colchonera (en este enlace aseguran que nadie sabe a qué se dedica este grupo y que Sporting y Getafe también lucen esta publicidad). En definitiva, Doyen Sports mantenía casi la totalidad de los derechos de Falcao. El Atlético no tiene poder de decisión en el futuro del jugador. A todos los efectos, ha sido como una cesión.

Gil y Cerezo insisten continuamente en que poseen todos los derechos del Tigre, pero es mentira.

Falcao quiere un salario de 10 millones de euros anuales y el retorno que los inversores quieren es de 60 millones de euros. Este elevado precio hace que muy pocos clubes puedan permitirse su fichaje. El Atlético no tiene nada que decir en este asunto. Tuvieron una oportunidad en el mercado invernal, pero la dejaron pasar. Los dueños de Falcao quieren recuperar su dinero y lo van a conseguir de una forma o de otra.

La lista de clubes que pueden permitirse este fichaje son PSG, Mónaco, Real Madrid, Chelsea y Manchester City. El City no quiere hacer más inversiones tan grandes, PSG tiene el cupo de delanteros lleno y el Real Madrid no quiere pagar 60 + 50 millones por Falcao. El Chelsea sí puede permitirse el fichaje, pero no puede pagar un sueldo de más de 10 millones al año (200.000 euros a la semana). Tampoco podría aunque quisiera, debido a la prohibición de fichar jugadores propiedades de terceros en la liga inglesa, a menos que lo haga en 2 pasos (desde un club trampolín). Ya hicieron esto con David Luiz. El día que llegó al Chelsea, el Benfica pagó la totalidad de sus derechos a un grupo de inversión (probablemente el Chelsea le diera ese dinero para evitar la prohibición).

Con todo esto, sólo nos queda un destino: el Mónaco. Recientemente adquirido por el millonario ruso Dmitry Rubolovlev (el 79º hombre más rico del mundo), tienen los 60 millones y tienen dinero más que de sobra para pagarle un sueldo de 10 millones al año.

Quizás ahora muchos entendáis por qué Falcao lloró en la final de la Copa (el único jugador colchonero que lo hizo) o por qué salió llorando emocionado de su último partido en el Calderón. El Tigre no quiere irse, ni su mujer tampoco. Quieren que su hijo nazca en Madrid. Pero lo que quieran ellos poco importa. En el fútbol del siglo XXI las personas no importan, sólo importa el dinero. Y Mendes quiere su dinero.




Resumiendo, hay fondos de inversión que compran los derechos de los jugadores, y deciden por ellos dónde tienen que jugar, les guste o no, para así poder recuperar su dinero. A mí al menos me parece lamentable que suceda esto, el jugador debería poder decidir dónde quiere jugar.



Pero como he dicho, no es sólo el caso de Falcao. Si nos vamos a 2ª División, vemos que se obliga a los clubs a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (excepto a Real Madrid, Barça, Atletich de Bilbao y Osasuna, puesto que con su patrimonio podían superar las deudas), lo que obliga a los socios a comprar acciones. Si no finalizan la conversión, es decir, compran las acciones suficientes, les descienden de categoría a pesar de que se hubiesen salvado matemáticamente. Es lo que le pasó al Burgos C.F. tras salvarse matemáticamente en 2ª en la temporada 2001-2002, y lo que le podría pasar al Mirandés esta temporada, aunque por las últimas noticias parece ser que podrán reunir el dinero suficiente. El Lugo, que también se ha salvado matemáticamente, consiguió así mismo reunir el capital suficiente.

Se están planteando la no obligatoriedad de conversión en S.A.D. Sería una gran noticia, pues da muchos quebraderos de cabeza y es manifiestamente injusta cuando se ha conseguido la salvación matemática.


Y no sólo hablo de fútbol. También está el baloncesto. El Autocid (también conocido como Club Baloncesto Atapuerca) quedó campeón de 2ª división este año y consiguió el ascenso a 1ª división, a la ACB. Sin embargo para jugar en dicha liga, tiene que cumplir una serie de requisitos, como son 3 millones de canon, convertirse en S.A.D. en un 1 año, remodelar el estadio para dar cabida a 5.000 espectadores, y poner 1,7 millones más para fondo de garantía. Este último objetivo le consiguió gracias a la colaboración del Ayuntamiento y de la Diputación, así como el del estadio.


(Benavente, presidente del Autocid, flanqueado a la izquierda por el vicealcalde Ángel Ibáñez, y a la derecha por el alcalde Javier Lacalle).

Para el de S.A.D. aún tiene 1 año por delante. Pero les fue imposible poner los 3 millones, con lo que por el momento no ascenderá.

Es un clamor también que cambien las normas para jugar en la ACB, porque si se ha conseguido deportivamente ascender, no se entiende que haya que pagar un canon tan alto, parece que la ACB es un coto cerrado y no quieren más competencia.




Así pues, parece claro que aquí lo que no importa es el deporte, sino el negocio. Hay muchos clubs que se acogen a la ley concursal de acreedores, que no pagan a sus jugadores, pero que endeudándose pueden competir deportivamente, y en cambio otros que no tienen deudas, no pueden competir de la misma manera. Es lo que ha pasado hace no mucho con entre otros, Racing de Santander, Zaragoza, Rayo Vallecano, Betis, o más recientemente, Mallorca o Deportivo de la Coruña.


Por no hablar de otros temas como las apuestas deportivas que conllevan amaños de partidos para ganar dinero o para ayudarse unos a otros (a no descender o a clasificarse para la europa league), o los derechos televisivos que benefician a los 2 grandes.


Está claro que hay que cambiar muchas cosas en el deporte moderno. Se entiende muy bien una frase cada vez más repetida: "Odio eterno al fútbol moderno", aunque yo diría "Odio eterno al deporte moderno", pues no afecta sólo al fútbol.






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