jueves, 6 de enero de 2011

En defensa de la ley anti-tabaco


La ley anti-tabaco tiene distinta aceptación, pero esta no se divide en función de la ideología, sino en función de la condición de fumador o no. Los no fumadores estamos encantados de la vida, mientras que los fumadores están asqueados de la vida, despotrican contra el gobierno diciendo que limita los derechos sociales, y que ellos son libres de fumar o no.

Lo cierto es que ha habido camareros no fumadores que se han muerto de cáncer de pulmón provocado por los clientes fumadores que acudían a sus bares o cafeterías.
También es cierto que al Estado le cuesta más los gastos en sanidad ocasionados por el tabaco, que lo que recauda por su venta.
Y como no se puede prohibir el tabaco a lo bestia, puesto que ocurriría como con la ley seca, hay que ir dando pequeños pasos, y este es uno más. En películas de los años 80 o 90 había profesores fumando en las Universidades, u oficinistas fumando en sus puestos de trabajo. Ahora vemos eso como un escándalo, y nos parece totalmente normal que no se pueda fumar en esos sitios.
Pues con los bares y los restaurantes pasa lo mismo, a la gente le costará, pero al final se acostumbrará y lo verá como algo normal.
Porque al fin y al cabo son espacios cerrados, donde no corre el aire y hay una gran cantidad de concentración de humo. No sólo se perjudica uno mismo, perjudica a los demás.

Hay que intentar ir bajando el índice de fumadores, y este es sólo uno de los métodos. Hay que insistir en la educación, en la prevención, desde los medios de comunicación...exactamente igual que se lanzan anuncios contra el exceso de velocidad o contra las drogas, y se hacen campañas informativas en ese sentido, se deberían hacer en lo referente al tabaco y al alcohol.
Porque son productos o acciones dañinas, y hay que prevenir y tratar de evitar a los ciudadanos que los consuman o que las cometan.

Luego está el argumento de que "El Estado no puede decirme lo que yo tengo que hacer, soy libre". Y es cierto, pero puede aconsejarte, porque no están aconsejando 4 personas, sino todos los médicos y expertos del mundo, que tienen bastante autoridad en la materia y saben de lo que hablan.
Es como si se lanzase una campaña de vacunación y alguien lo denunciase diciendo que el Estado le está intentando coaccionar, que él es libre de vacunarse o no. Y es cierto, pero todos vemos la necesidad de la campaña de vacunación, y lo oportuno de vacunarse.

Pues con el tabaco y el alcohol es lo mismo, todos deberíamos ver como lo más normal del mundo que el Estado previniese, alertase de los males del tabaco y del alcohol, e intentase ponerles remedio y atajarles.

Puede que no disminuya el porcentaje de fumadores, pero sí seguramente la cantidad de cigarros que se fuman al día. Ya será un pequeño paso.

Supongo que los fumadores que me lean seguirán cabreados con la ley, pero espero que al menos vean la necesidad de perseguir al tabaco, por mucho que les duela a ellos.

5 comentarios:

Cristina dijo...

Yo no soy fumadora, pero hay aspectos de la ley que me parecen excesivos.

Lo de no fumar en la acera de un hospital... Hay un problema con eso, porque es el propio hospital el que elige el perímetro. ¿Por qué no fumar a 3 ó 4 metros de la entrada?
Lo mismo ocurre en la entrada de los colegios o en la zona de columpios de los parques. Si se está al aire libre, pues se está al aire libre, con lo cual el aire se renueva continuamente.

Con respecto, a los demás puntos de la ley estoy totalmente de acuerdo. Por mucho que les duela a los fumadores.

Felipe Campos dijo...

Claro, si eres fumador eres libre de fumar. Pero si yo no soy fumador soy libre de querer respirar aire -relativamente- limpio.

¿Qué pasa si hay una mujer embarazada esperando el bus y alguien se pone a fumar al lado de ella? No creo que eso sea muy saludable para ella o el bebé...

Mi libertad acaba donde empieza la del otro.

Por más que les duela a los fumadores uno no tiene por qué aceptar que se jodan sus pulmones porque al otro se le ocurrió ser adicto al cigarro.

Anónimo dijo...

Es la primera vez que veo tu blog y creo lo hare más veces. Gracias.
Tenía ganas de expresarme sobre esta cuestión. Yo no fumo.Nunca fume y estoy viendo como el tabaco acabara con mi padre.
Creo que todo (no sólo lo del tabaco) se esta llevando al límite. La libertad individual en general.
en lo de fumar no entiendo que en los sitios abiertos no se pueda fumar. Si estoy embarazada y fuman a mi lado, pido por favor que lo deje (nos da miedo pedirlo o somos muy dignos)y creo que lo haría (como se hacia antes,vamos).
Seguramente me asqueé más el olor corporal dentro del autobus o ver conductas irrespetuosas con algunos pasajeros (no hace falta mucha imaginación)
No quiero ser pesada. Creo que todo está al límite y deberían verse las cosas con más coherencia por parte de todos. Es un opinión.
Gracias por leerme y espero seguir por aqui.

Anónimo dijo...

Para mi esta ley se equivoica porque el estado no puede decidir si en los bares se fuma o no porque se mete con la libertad de cada uno. Cada bar deberia decidir si se puede fumar o no. Pero esa decision no tendria que ser solo del dueño sino que tendrían que estar de acuerdo los que van a trabajar en ese bar.

Jesus dijo...

¿Y no es meterse con la libertad de cada uno hacer que haya fumadores pasivos que no quieren tragarse humo?

También hay padres que no quieren enviar a sus hijos a la escuela o ponerles vacunas, pero el Estado les obliga porque es por el bien de todos.

Saludos, y gracias a todos por comentar.