Había tensión en el país debido a que pretendía establecer una consulta con el fin de averiguar si el pueblo estaría a favor de modificar la constitución para permitir la reelección.
Zelaya pertenecía al partido liberal, y su propio grupo se oponía, pero la oposición le apoyaba. Sin embargo, la justicia y los militares estaban en contra, hasta que le han secuestrado.
Se ha repetido la condena mundial en todos los países, en unos más enérgica y en otros menos. La mayoría han pedido el restablecimiento del presidente Zelaya. Ojala sea así, aunque parece bastante difícil. Esperemos que la ONU y la OEA pongan sanciones a Honduras para presionarla.
Está claro que los militares han impedido un cambio que se estaba dando en Honduras en la línea de latinoamérica, hacia la izquierda. Parece que no interesaba a la oligarquía.
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